1. Introducción
Este domingo 11 de marzo, mí Padre cumpliría 86 años y quiero dedicarle estas palabras, sobre los
libros y la lectura, las virtudes cardinales de la república y el papel de las
librerías para la necesaria y urgente restauración del gobierno constitucional
en México, que son la herencia más importante que nos legó a muchos, con su
ejemplo y Autoridad.
Por la oportunidad
de vivir en un mundo maravilloso, que trataré de resumir con algunos recuerdos:
el primer libro que me compró, lo tomé de una mesa en la Librería más bella del
mundo, la desaparecida Librería de Cristal, en la Pérgola de la Alameda Central
del D.F.
Porque me acompañó
al ex templo de San Pedro y San Pablo, y me enseñó a consultar los periódicos que guardaba
la Hemeroteca Nacional, a donde no dejé de ir una y otra vez hasta que abandonó
las calles del Carmen.
Porque formó y
templó mi carácter con base en tres valores naturales en el México republicano en
que nací y crecí: libertad,
independencia y valentía.
Nunca olvidaré que
cuando tenía escasos ocho años, mi Padre decidió castigarme porque era muy rebelde y me llevó a la imprenta de
Don Luis Barrales, para que me diera trabajo durante las vacaciones.
La imprenta Esther
se encontraba exactamente enfrente de nuestra casa, en las calles de la colonia
Morelos y Don Luis era muy amigo de mi Padre, por lo que el trabajo se
convirtió en un placer enorme, que me salvaba de las faenas domésticas que me
atildaba mi Madre, mientras aprendía y escuchaba conversaciones de personas
mayores y además, ganaba una raya semanal, que compartía obligadamente con el
gasto familiar.
En la imprenta
pasé por todos los departamentos, en la cuchilla, encuadernación, en las
impresoras, el offset y primero que nada en el área de cajas, donde me dedicaba
a deshacer las formas que paraba Don Tino, siempre atento a los aprendices, con
un tipómetro en la mano para tundir a quienes cometían un error, de los cuales
el peor de todos era sin duda, empastelar
una caja.
Si por descuido o
accidente se caía al piso una de ellas –supongo que la mayoría tiene una idea
de lo que hablo- los miles de tipos se revolvían y componer aquel desorden era
algo tan delicado y complicado, era colocar
todo nuevamente en su lugar, como lo que sucede
hoy en día en México, donde los significados de las palabras son la causa
primera por recuperar: para eso estamos
y existimos las librerías.
2. LibrArte en
Tejupilco. Tres mujeres a contracorriente en una sociedad sin libros.
Debo reconocer que
nuestra librería nació realmente hace cinco años, en el COLIME que se llevó a
cabo en Valle de Bravo. Aprendí mucho.
Dos años después, concursamos
como Emprendedores del estado de México y nuestro Proyecto de Librería, ganó el
concurso. A partir de entonces se vuelve obligatorio hablar de dos establecimientos
completamente diferentes: la librería primitiva –se llamaba "La Web o N@D@”-
inspirada en las andanzas ancestrales en las inmediaciones del Centro Histórico
de la Ciudad de México, y la Librería LibrArte que nació el mes de enero de 2016
Han sido dos años
en los que LibrArte ha ganado Premios y Concursos y recibido reconocimientos
que nos causan gran satisfacción: Obtuvimos al IX Premio Nacional de Librería,
nos felicitó el señor gobernador (por tuiter claro) y las notas en la prensa oficial,
inundaron todo el estado de México, excepto en Tejupilco. El presidente
municipal primero giró órdenes de no difundir ninguna información ni “hablar”
sobre el trabajo de LibrArte y después extendió ese manazo a Danzarte, la
empresa dedicada al ejercicio y el arte, propiedad de mi hija mayor.
Para quien no sepa
donde se localiza Tejupilco, les diré que estamos al sur del estado de México,
frontera con los estados de Michoacán y Guerrero. Un total de 35 municipios que
constituyen lo que se conoce como “la Tierra Caliente”.
No ha sido fácil y
hemos concitado enemigos, porque nos hemos convertido en palanca de velocidades
que acelera el desarrollo cultural, en una región atávica y conservadora, en
favor de grupos beneficiados con el NO Leer y Escribir.
Es el México real,
el México profundo. Empero, nuestros registros indican que el ejercicio de 2017
respecto al de 2016, a pesar de que el
año pasado comenzó con negros augurios y peores presagios, completamente
inesperados, el del ascenso de Trump, la devaluación del peso, los gasolinazos,
las humillaciones diplomáticas frente al imperio del norte, el fin inminente
del TLC y para colmo los temblores de septiembre, antecedidos por los vientos
huracanados del verano, queremos
compartir que nuestro trabajo ha tenido un efecto multiplicador para LibrArte,
en ánimos, ideas y resultados financieros: Al primer semestre de 2017, nuestras
ventas crecieron en 50% y al 14 de febrero del presente 2018, las ventas
anuales comparadas, aumentaron casi en 100%
Ello ha sido
posible, gracias a la compañía de editoriales comprometidas con nuestro
proyecto librero y en virtud de que se han invertido los recursos de los Premios
como Emprendedores y los del FIL-Indeli, para incrementar los acervos
bibliográficos, abrir una sucursal en Temascaltepec y otra en Tejupilco,
acordes a las necesidades de la población.
Comenzamos con el
programa comprometido: ¡Salir Afuera! a la letra del Premio Nacional de
Librería 2016, reforzado con otro programa más, al que llamamos “Leer es
Jugar”, para llevar la fiesta del libro y la lectura a las escuelas y plazas
públicas de la región.
En el transcurso
de 2017, participamos activamente en diferentes eventos para difundir la
lectura y la escritura, entre la población que habitamos, la clientela que
servimos y la región donde nos alojamos, y nos ha ido muy bien: La Cámara
Nacional de la Industria Editorial (CANIEM) otorgó a LibrArte, una Mención
Especial en el tradicional Concurso de Vitrinas, o de Exhibición de libro
infantil y juvenil.
Pero el Premio
Mayor ha sido sin duda, la obtención del
Nacional al Fomento a la Lectura y la Escritura que organiza la Secretaría
de Cultura, la misma CANIEM y la SEP, que por primera vez abrió una categoría
para reconocer y entregar este importante galardón al Fomento a la Lectura,
desde las librerías.
Y en este mismo
año, ha sido especialmente significativo que dos grupos capitales de los libros
y las librerías, han reconocido a Cristina Garcia (la Dire) como “Mejor
Vendedora Creativa, en la categoría de Empresaria-Emprendedora” (Indeli); y como
“Nuevos Emprendedores”, por el grupo de editoriales AMATL, que inaugura con
nosotros, una nueva categoría librera.
Para llevar a cabo
nuestra misión, hemos acuñado frases que se han convertido en definiciones y
banderas de Librarte, por ejemplo:
-
Somos una Librería
que nació hace muchos años, muy lejos del sur del estado de México… nuestro trabajo como libreros y libreras,
constituye un polo de desarrollo y fomento cultural, que abre espacios para la
comunicación y conocimiento, y combate frontalmente, con el gusto por la
lectura, los vicios del alcohol, las drogas y la violencia; otra.
-
Somos, una
librería organizada, administrada y dirigida solo por mujeres, que demuestra todos los días que no es verdadera
la afirmación repetida, de que México se encamina hacia un país sin librerías.
-
Pero de todas las
definiciones mercadológicas, de política y gobierno, la que ponemos sobre la
mesa en este Congreso, es que somos una
especie de Librería que se ha propuesto forjar un modelo regional de librería
nacional, a contracorriente con la tendencia del mercado librero en México,
de oligopolios y oligopsonios, de élites en urbes sobrepobladas, de plagios y
estancos en un mercado distorsionado, incapaz de acceder con el libro y la
lectura a regiones como las que atendemos, que además de Tejupilco, abarca al
menos media docena de municipios, e influye sin duda alguna en las dos
entidades colindantes al estado de México: Guerrero y Michoacán.
3. Las Librerías:
un baluarte para la restauración de la república en México.
Hay tres razones
que demandan restaurar la república en México y en todas ellas, las librerías
podríamos desempeñar un papel clave en este proceso de sanación política:
1.
Porque cuando
triunfan las repúblicas desaparecen de la sociedad, cual si se tratase de un
acto de magia, los muy ricos y los muy pobres. Es la fusión de los criterios
oligárquicos y democráticos con los que se arriba a la justicia del orden
político republicano, el justo medio donde reina la libertad y la virtud.
“Vale la pena recordar
que una librería no es sólo un almacén de libros, sino el lugar en que libreros
y libreras hacen de oficiantes, y no sólo de intermediarios, de lo mejor de lo
que colectivamente somos. Y, como tales, también, de lo mejor que
colectivamente podemos aspirar a ser.”(Antich)
2.
Porque la única
manera de conseguir un estado justo y por tanto bien ordenado, es que los
gobernantes tengan una vida superior y rica en excelencias del alma, una vida
política, activa, de otra naturaleza a la vida dormida que se propala como
sinónimo de felicidad en las oligarquías, de hombres famélicos de bienes
externos, por padecer ayuno permanente de bienes internos.
“A mediados del
siglo XX, el gabinete presidencial tenía una escolaridad promedio que apenas
llegaba a la licenciatura. Sin embargo, muchos funcionarios de entonces creían
en los libros, en el arte, en la cultura, como algo importantísimo para la vida
personal y nacional. Algunos fueron grandes escritores. Ahora hay altos
funcionarios con doctorados en el extranjero a los cuales no es fácil
explicarles que la cultura sí nos importa.”(G. Zaid)
3.
Porque la constitución
de una república no significa la caída de un estado justo a uno injusto, sino
la elevación y mejoramiento de los estados injustos a los justos. Es la
capacidad de las sociedades humanas para recobrar su salud y recuperarse. Transitar
de oligarquías O democracias, a gobiernos constitucionales, siempre y cuando se
logren quitar de los extremos pasionales, la riqueza y la pobreza excesivas.
Ya que se dice y se sabe que las
Librerías, más que vender libros, somos Centros Culturales: recintos para el
encuentro entre autores y lectores, oráculos donde encontrar resoluciones a las
dudas de cada uno y de todos, ventanas para asomarse a lo desconocido, puertas
para abrir, espacios infantiles, diálogos con la historia, arcanos de poder,
valladares contra el oscurantismo, barreras infranqueables, la última línea
contra el despotismo de los gobernantes.
Son tres premisas,
suficientes y necesarias para urgir que las pequeñas librerías, las de barrio,
las independientes, las grandes cadenas o las librerías públicas, antepongan sobre el principio empresarial
del comercio de libros (las ganancias), la autoridad del Fomento a la Lectura
y la creación de Lectores: garantes del
acceso de la lectura activa a los hombres y mujeres libres, a las mayorías
sociales, a las clases medias ilustradas, investidas de la necesaria valentía
ciudadana y la virtud de la justicia social.
Que en las
librerías brille con orgullo el oficio del librero, “el mío es el oficio más
arriesgado del mundo… soy responsable de la difusión del pensamiento, incluso
del más incómodo”.
Porque por
desgracia, en nuestro país suceden cosas más graves, que un asunto de oferta y
demanda. En México, se ha roto, desfondado, la moral y la política. Vivimos en
un estado de bancarrota pública, más grave que la financiera. Estado de pérdida
nacional, que se caracteriza por la impunidad imperante en la sociedad.
Ruptura de la fusión entre riqueza y
libertad, que en vez de una riqueza común o compartida, los cada vez más pocos ricos en exceso se han vuelto
más ricos y los muchos
demasiado pobres, cada vez más numerosos, se hacen más
pobres, con
excepción de sus líderes, desde el de PEMEX a los que sigue escandalosamente el magisterio oficial, por la
contradicción absoluta que existe entre su misión y la corrupción en la que se
encuentra.
Roto el pacto republicano, los ricos apoderados de los privilegios
fiscales, los pobres sindicalizados,
apoderados de las empresas paraestatales y las entidades públicas como las universidades y las escuelas de los
ciclos primario y secundario… la
burocracia partidista y pública, apoderada de los puestos públicos y los
recursos públicos.
Tal desmembramiento causa la ruptura y
desarticulación de las clases sociales y el pacto social todo. Panorama que se
ofrece agravado por la guerra librada entre los diferentes cárteles del crimen
organizado público y privado, oficial e internacional, lo más antirrepublicano que puede haber en una
república, que se ha dejado someter por nuestro vecino, el narcoestado estadounidense, sin límites con la
legalización de la droga.
Eso y más son las
cumbres que tenemos por conquistar, las escasas librerías que hay en México, que
además, debemos resolver un problema mayor: la definición misma de la
naturaleza y papel de la librería.
4. Propuesta: Revisé el marco
jurídico-administrativo vigente de Cámaras y Asociaciones en relación a las
Librerías.
El primer paso que hay que dar, para que
las librerías se conviertan en las cabezas de playa fundamentales en el proceso
de recomposición del estado mexicano, es contar con representación pública y
tener voz y voto y no como ahora, que parece que en el mejor estilo de Salinas
de Gortari, a las librerías en México, “ni las ven ni las oyen”
Proponemos analizar dos alternativas: revisar
el caso de la CANACINTRA que se constituye a instancias del Presidente Manuel
Ávila Camacho, por la necesidad de unidad nacional y para garantizar la
producción de bienes de consumo, ante la flagrancia de la Segunda Guerra Mundial.
Ese sería el escenario al que se podría
acudir para reunirnos en una cámara, librerías, asociaciones, e institutos
encargados de las librerías y del fomento a la lectura, para enfrentar y
terminar con una guerra comercial no declarada, que se ha convertido en la Segunda Guerra Civil en México.
La segunda alternativa sería que le Cámara
Nacional de la Industria Editorial, extendiera sus miras hacia la parte de la
industria editorial que trata el comercio de libros, y las librerías: Porrua,
Trillas podrían ser embajadores de esta ruta de salvación, porque suman ambas
actividades.
Es una ocurrencia, “y de las ocurrencias
nacen grandes ideas” Y si no, que se cambié la ley… Porque “en
medio de la precariedad generalizada y el desánimo al que tantas cosas nos invitan,
las librerías somos una embajada de futuro”.
…
La pasión con la
que se opinó y defendieron -en la inauguración del Congreso de LIbreros- los formidables textos de la
editorial Trillas, la casa que siempre ha acompañado a LibrArte, me hizo recordar otro episodio con mi Jefe,
cuando comenzaban con la palabrita que se ha convertido de una idea-ideología,
a una religión, se trataba de elegir qué programa de TV debíamos ver en familia y
apelábamos a la democracia como solución: Mi Madre, como todas las mamás –en la
historia de la humanidad- siempre votaba igual que hijos e hijas y al contar le
decíamos "ganamos" y mi Padre decía no; "pero Papá somos 5 votos contra uno". No,
aclaraba con Majestad, porque mi voto vale “6”: la Ley es la palabra del Padre.