Tuesday, August 26, 2008

JOSEPH BIDEN Y LA O.N.U.

Cuando Miguel Hidalgo y Costilla se detuvo a las puertas de la Ciudad de México en 1810, tras haber derrotado a los ejércitos realistas en la batalla del Monte de las Cruces y después de tomar la Alhóndiga de Granaditas -baluarte español en la Nueva España-, sello en ese instante el devenir y porvenir de México y lo mexicano. La indecisión, propia de las clases pudientes y acomodadas: el miedo a ser; el terror a la muerte. Justo la cadena que ata la idiosincrasia nacional a la condición de esclavos, que tanto gusta a los que emigran al norte, a los que juegan con el vellocino de oro, a los que venden su alma al diablo.
Vale recordar que la falta de determinación, no solo le costo a los criollos Hidalgo, Mina y Allende la batalla del Molino del Rey, sino la iniciativa de la guerra, su persecución, muerte y decapitación. Las cabezas enjauladas de estos primeros insurgentes colgaron de la Alhóndiga de Guanajuato por muchos años. Para escarmiento, como mensaje de poder, muestra de terror, igual y como 200 años después está pasando en nuestro país, a diario.
La guerra perdida de antemano que libra el Calderón, no toca ni de asomo, las causas reales del narcotráfico:
Cuarenta millones de mexicanos viven por debajo del nivel tolerable de pobreza. No se dijo. Se habló de nuevas cárceles. De nada servirán si las van a dirigir quienes gobiernan las actuales. Muchas y grandes tendrán que ser si uno de cada tres mexicanos sigue viviendo sin agua potable, sin drenaje, sin caminos, sin escuelas, sin hospitales, sin trabajo, sin esperanzas. Sin más salida a su hambre que el robo y sus variedades y agravantes. Es otra guerra perdida, de acuerdo con datos de Naciones Unidas que no coinciden, qué raro, con los optimistas análisis del gobierno. De eso nadie dijo esta boca es mía, quizá, otra vez, por temor a incomodar a alguien.
Cito nuevamente a Zabludovsky, de los pocos periodistas que señalan el hecho fundamental, criminal y natural que genera las condiciones para que florezca la delincuencia. Pero hay que escuchar a Joseph Biden, el compañero de fórmula perdedora, de Barak Obama, en búsqueda de la presidencia de los Estados Unidos.
México está sumido en una nube de corrupción e inseguridad. Tiene una democracia arcaica y que no ve realmente por los ciudadanos. Una minoría (1%) tiene la mayor parte de la riqueza de México, la clase media es mínima, y la mayoría de los mexicanos son pobres.
En verdad México transita por una revolución no declarada aún. Una revuelta armada atípica, violenta y cruel. Una guerra capitaneada por los medios de comunicación, por las televisoras abiertas, por Televisa. Mediatizada, sublimizada y determinada en beneficio exclusivo de ese 1% superior, por esa masa de burócratas federales, estatales y municipales que engordan a costillas de todos los demás y aplastan al que se deje.
Que mejor muestra, botón, que los contingentes de policías de negro, armados, provocadores, majaderos, que se pasean impunemente en las calles de Tejupilco, en este sur de México; que a la menor contraindicación, amenazan con tamaños riflotes, con gesto adusto y mirada retadora. ¡Que diferente cuando es necesaria su presencia!, cuando hay que enfrentar a delincuentes de carne y hueso y, por arte de magia, estas camionetadas de arrogantes violadores de todo derecho civil y humano, ni se aparecen.

Monday, August 18, 2008

LOS MAESTROS DE MÉXICO: REPROBADOS

En uno más, de tantos programas burócratas, típicos de la meritocrácia banal y servil, se ha exhibido grotescamente, en su cruda realidad, al gremio magisterial: el gran culpable, hay que decirlo ya, de la atonía y arritmia social, que padece México.
El que 7 de 10 “maestros” reprueben un exámen de oposición para obtener una plaza, el puesto laboral que asegure ser parte de la nómina de, comodinos y convenencieros profesores, es reflejo exacto del estado que guarda la educación pública nacional.
Acostumbrados al acto de la corrupción, a comprar, pagar, por esa chamba de por vida, al magisterio le ha tomado por sorpresa la calificación de la ignorancia propia, de su mediocridad y limitaciones.
Sorprende que este diagnóstico apenas se revele, si es una realidad cruel y fatal que azota a México desde hace años. Tiene más de 25 años que el magisterio nacional, no sabe ni leer ni escribir, pensar ni razonar. No cuenta con conocimientos sólidos ni formales, sobre ninguna materia. No entiende de arte, menos estilo o calidad. No habla ni domina ningún idioma, ni cuenta con la lógica indispensable para acceder a la informática; no practica deporte, no sabe comer, menos beber. Los maestros no conocen de buenas maneras, ni de la ética indispensable para el buen vivir. No entienden de civismo, derecho, política o sociología. Las matemáticas son una entidad inaccesible, imposible; pero tampoco se ubican en la geografía, historia o las ciencias de la naturaleza. La literatura y poesía están completamente ausentes del perfil docente.
La patética deformación magisterial, se limita a una dosis de librajos de superación personal, y a una bola de tratados inútiles de enseñanza y sus métodos. Los maestros que exceptúan y confirman la regla, como sucede en el deporte con Ana Guevara o Lorena Ochoa, son casos individuales, cuya educación proviene de otro lado y no de la Normal, que como su nombre, define la medianía en que se deforma su alumnado.
Suena a una buena grilla burocrática-sindical, el pleito entre Vázquez Mota y la Gordillo, despedazándose por manipular la educación pública, en su provecho personalísimo, pero el examen de marras ha retratado, la gravedad de la enfermedad que corroe México. Estoy convencido que es un acto deliberado y de ninguna manera casual. La Maestra Elba Esther, la que se ruboriza por no hablar ingles, la dueña y señora de alma, vida y esperanza del magisterio, la que le quita la silla al Calderón, la machorrona que traiciono al PRI, es el agente más eficiente que tienen los enemigos de nuestra nación. Ha conseguido hacer de los estudiantes mexicanos, peones futuros, ha hecho del magisterio carne de cañón, ejércitos de votantes, y ha dejado la tarea de la educación, al negocio de particulares, en poder del oscurantismo, que prohíbe faldas cortas y aconseja a las mujeres, lejanía de los hombres, sean amigos o familiares.
Elba Esther Gordillo, ha obtenido financiamientos para endeudar al magisterio y darle el coche o el viaje que los ilusiona en el camino del progreso, a cambio de actuar como escuadrones obedientes, de someterse voluntariamente, de enajenar su voluntad, sin dejar de aparentar, siempre, que ellos, los maestros, se sacrifican por el país.

Monday, August 04, 2008

LOS SECUESTROS Y "EL PANTERA"

No existen las casualidades. El día de ayer se conoció la muerte de un joven que por ser hijo de un empresario prominente, acaparó la atención de las notas y columnas nacionales. Tras dos meses de secuestro, previo pago del rescate exigido, apareció su cadáver. Indigna cualquier crimen. También ayer, por los rumbos de Ecatepec, tres asaltantes amagaron a los pasajeros de un microbús y el atraco termino en tragedia. Una criatura de 5 años perdió la vida, además de otro pasajero también. En este caso la escaza fortuna de ambos, no mereció más páginas que la escueta nota.
Ayer también se conoció la renuncia de los subprocuradores generales de la república, encargados del combate al narcotráfico y al crimen organizado. Esta información ampliamente difundida por la prensa mundial, es vista como el ajuste obligado en los cuadros policiacos, ante los magros resultados arrojados, en materia de seguridad y protección ciudadana.
Y aunque no se conocieron cambios en la estrategia y en la política de seguridad nacional, si se supo del condicionamiento que el gobierno de los Estados Unidos, impuso al Gobierno mexicano, dentro de lo que se llama Iniciativa Mérida, el programa conjunto en contra del narcotráfico.
Pero también el día de ayer se transmitió en la programación de Televisa, en horario familiar, una serie policiaca llamada “El Pantera”. Debo confesar que hace muchos años renuncie a ser espectador de la televisión abierta. Pero este fue un caso especial, y me senté cuatro horas para ver una serie mexicana, que me dejo muchas inquietudes, muchas ideas en la cabeza y muy mal sabor de boca. Además me harte y hostigo la cantidad de anuncios repletos de mujeres a medio vestir, seduciendo las partes viscerales de los humanos, que nos acercan a los animales y nos alejan de los dioses.
Por principio, diré que la serie es de pésima calidad y las actuaciones son peores. Exceptuando a los actores viejones, López Tarso, Andrés García y el taxista del micro, el nivel mostrado por todos los demás participantes es terrible. Si en la saga de El Padrino III, la actuación de Sofía Coppola, hija del director de la cinta fue duramente criticada, y es notoria la falta evidente de tablas en todo el thriller, el de ayer, el duelo de protagónicos, entre el Pantera y la Reyna del Sur, da risa y pena; actuaciones inexpresivas, fingidas, sobreactuadas, falsas.
La carencia de credibilidad de las escenas, la apología del crimen, las locaciones en pleno Zócalo del DF o fuera de la iglesia de Santa Prisca en Taxco, vacías, para que estos infelices siembren el terror; la torpeza policiaca que no le atinan un balazo ni al suelo, derrumban una argumentación nada verídica.
Pero como lo mío no es la critica televisiva, sino la cosa política, lo que me provoco horror y repulsión, fue ser testigo del mensaje grosero, vicioso, de la mistificación de la vida nacional. La apología del asesinato, el narcotráfico y la prostitución. Metamorfosis nacional: este es el ideal que te ofrezco. No hay espacio para otra cosa que no sea esta inmundicia del vicio, el exceso y el crimen. Si Cuco Sánchez decía que “aunque la jaula sea de oro, no deja de ser prisión”, estaría bueno que alguien cantara que aunque la cadena sea de oro no deja de ser coyunda.
Hay escenas patéticas, como por ejemplo cuando Rosaura, la hija del mafioso, se esconde de sus persecutores y se mete a bailar en un table dance. ¿Cómo no se le ocurrió esconderse en una biblioteca ¡caray!? ¿Acaso no sabe que los narcos apenas si saben leer?
Pero lo más grave de esa serie, a mi juicio, es el reflejo total del México que se propone Calderón, la oferta calderoniana. Es la existencia, como sinónimo de carácter, de decisión, de, diría Tony Montana, en Scarface, "mi palabra y mis tompiates"; la presencia sucia, mal ejemplo fatal, de los dos principales y creo únicos causales de la pena de muerte, que aun existe en México: el Parricidio, matar a tu padre, y la Traición a la Patria.

EL FANTASMA DEL LIBERALISMO

  EL FANTASMA DEL LIBERALISMO Saludo con gusto al público lector de “El Liberal Mexicano”, al que invito al debate en torno a la naturalez...