El fin de semana falleció Roberto Garza Sada Jr. cabeza del poderoso grupo Alfa de Monterrey, quien a finales de la década de los años 70’s se convirtió en el emporio industrial, comercial y financiero más importante de México. Hijo de Margarita Sada y de Roberto Garza Sada, quien a su vez fue uno de los ocho hijos que el patriarca del clan, Isaac Garza Sada procreara con Consuelo Muguerza de Sada.
La biografía de esta familia se entremezcla y da origen a la historia de Monterrey y de buena parte del norte de la República Mexicana. Es muestra además de la pulcritud con que se lavan la conciencia los hombres del poder y del dinero, exactamente igual y como lo proyecta la saga del Padrino III, trilogía obligada para todo aquel que quiere disfrutar del buen cine, entender los caminos que adoptan los mafiosos y criminales para alcanzar sus objetivos y para explicarse los hechos de violencia y muerte que asolan actualmente nuestro país.
Hay que remontarse a 1890 cuando la unión del trabajo y capital de Don Isaac Garza Sada, Francisco Sada y José Muguerza, se asocian con los conocimientos de José Calderón y del alemán Joseph Schnaider, para fundar una cervecería que al paso del tiempo se convertirá en Cervecería Cuauhtémoc-Moctezuma.
La importancia de esta empresa radicó en dos aspectos distintivos: por un lado, la destreza empresarial de los socios fundadores, audacia y visión para eslabonar los distintos procesos productivos para ir fundando otras empresas ligadas a la producción cervecera; y por otra parte el cálculo de mercado que aprovechó perfectamente la codicia norteamericana, así como el puritanismo que gusta presumir la sociedad sajona, en el tiempo de la implantación de la “ley seca” en los Estados Unidos.
La Cervecería Cuauhtémoc creció y se expandió al amparo de la producción y contrabando de cerveza al mercado gringo. Los empresarios regios hicieron en su tiempo lo que se debería hacer actualmente con el mercado de las drogas en México: en lugar de perseguir el trafico de estos venenos y provocar con ellos su venta dentro del mercado nacional, sería mejor fomentar, facilitar y dejar pasar las drogas producidas en México, como la mariguana o la heroína café, que les fascinan y encantan a los norteamericanos. En su tiempo el Presidente Lázaro Cárdenas “premió” a estos empresarios con el aseguramiento y condonación del pago por el agua, la materia prima esencial para la elaboración de la cerveza.
El flujo de efectivo obtenido por el crecimiento de la producción cervecera permitió que la Cervecería Cuauhtémoc fuera creando otras empresas al tiempo que se expandía: así nació Hojalata y Lamina (HYLSA), para fabricar las tapas de corcholata; Empaques de Cartón Titán, fue la empresa creada para contar con las cajas en donde envasar las botellas de cerveza; y VITRO se origina por la necesidad del abasto de la botella para la cerveza.
Otras empresas que se fundaron al paso del tiempo, fueron Malta, abastecedora de la materia prima del producto y en 1943 nace el Tecnológico de Monterrey, la Escuela de negocios copia (pirata) del Instituto Tecnológico de Massachusetts, que fue la escuela en donde se formaban los hijos de los patriarcas fundadores. Precisamente en esa institución estudiaron tanto Eugenio como Roberto, los dos hermanos que una historia de avaricia no oficial, habrá de enfrentar años mas tarde.
Aunque don Eugenio se distinguió por su carácter empresarial, fue un hombre socialmente responsable, que promovió el ahorro entre sus trabajadores, proporciono capacitación, buen nivel de ingresos y a través de FAMOSA, inicio la construcción de vivienda entre sus empleados (años más tarde surgiría INFONAVIT). Roberto en cambio, fue más reconocido por su labor al lado de agrupaciones religiosas como los Hermanos Maristas, los Lasallistas y las Monjas Clarísimas del Santísimo Sacramento. Roberto fue el creador del Planetario Alfa y un filántropo muy solicitado.
En 1973, en pleno desorden económico, surgió un movimiento radical terrorista llamado Liga Comunista 23 de Septiembre. Ahora se sabe que esa agrupación paramilitar fue creada y financiada con recursos del grupo Monterrey, a espaldas de Don Eugenio, quien había llegado a tomar la decisión de vender al Gobierno Federal los yacimientos mineros y la Siderúrgica HyLSA, para que Luis Echeverría Álvarez se proyectara como el Presidente que Nacionalizaba la Industria Siderúrgica en México, a la par de Lázaro Cárdenas y el Petróleo y López Mateos y la Electricidad.
No pudo llevar a cabo su cometido, una bala le privó de la vida en un aparente intento de secuestro por miembros de la Liga Comunista 23 de septiembre, que ahora se sabe y se ha denunciado, eran gatilleros a la orden de su hermano Roberto, quien le mandó matar, igual y como lo hace Michel Corleone con Fredo en el Padrino II, solo que este acto sucedió en la vida real, provocó la división del grupo Monterrey y permitió al hermano parricida apoderarse del control de la parte más codiciada, el llamado grupo Alfa, actualmente desmantelado , mientras la Cervecera ha tenido que ser vendida a la compañia holandesa Heineken