La jornada electoral de este pasado domingo ha resultado muy significativa para la vida política en México. Parece que después de un año de incertidumbres y de mentiras, se hacen definiciones que ordenan las cosas. El gran perdedor es el PRD, pues no figura en la distribución de las representaciones electorales que se sometieron a la prueba de las urnas y de los votos. Y no fue poca cosa el mapa electoral puesto en disputa. Hubo elecciones en estados muy diferentes social y geográficamente: En Baja California se eligió Gobierno del Estado, en Aguascalientes y Oaxaca, Presidentes Municipales y Diputaciones Locales.
La atención estuvo depositada en la Gubernatura de Baja California, que desde hace 18 años han ganado los candidatos de Acción Nacional y primera elección estatal conquistada por el PAN. No resulta extraña esta preferencia política para una entidad frontera con los EUA, con una ciudad que cuenta con el número de cruces más alto en todo el mundo, con un nivel de ingresos promedio superior a los del resto del país. No obstante llama la atención que en esta ocasión la apuesta en juego era contra un candidato símbolo de lo que es hoy, el Partido Revolucionario Institucional , el PRI.
Jorge Hank Rhon es algo así como el paradigma de todo priista contemporáneo. Es un ideal, un ejemplo a seguir. Jorge el hijo de Carlos Hank, símbolo y modelo. “Político pobre es un pobre político” Y desatadas las furias, ejercitados, eso sí en el empalagoso arte del guante blanco. A la pregunta: es un consejo o una orden, los egresados de la escuela hankista contestarían con enorme sorna, te lo pido por favor, claro abrazo y palmada obligada... ufff. Las mañas y componendas. El ejercicio del gobierno y de la política como negocio particular, sin perder nunca la sonrisa. El Profesor, así le gustaba que le llamaran, y sus intereses en la industria automotriz, primera beneficiada con los ejes viales y el combate al transporte público permisionado. Hank el promotor del 82 para el 82, la reforma anhelada por su ambición y destapar la caja de pandora a tantos enanos y enanas confesionales. Hank el regente, el turista el agricultor, el empresario, il capo di tutis los capos, como le conocieron en el mundo.
En cambio, Jorge el junior, el hijito de papá, Jorge el Caliente y de los galgódromos. Jorge y las extravagancias enquistadas en su mala cuna. Jorge Hank Rhon, el bebedor de tequila con miembros de animales. Jorge el del chaleco rojo de piel de pene de burro. Jorge el ricote, el mafioso, el nacaso. Jorge aliado por supuesto con el niño verde, otro junior hijo de burócratas rateros y con Jorge Kawage, junior y luchador, hijo de contratistas rateros. El asalto al poder por los pirrurris gruesos. El cinismo al tope en un país que no voto a favor de esta murga del folclore patético de la política mexicana.
Pero esa alianza PRI-Verde gano Aguascalientes y arraso en Oaxaca. Triunfo en la tierra de la gente más reaccionaria y conservadora y arrollo en el estado más pobre y atrasado nacional. Es el PRI de Manlio, de Jorge, de Carlos, de Emilio, de Madrazo, de Ulises. Es el PRI decadente, el PRI de los Trajano, Nerones y Calígulas.
La otra cara de la moneda es el candidato ganador en Baja California. Osuna, creo que se llama, aunque la triunfadora es la maestra Gordillo. Impresionante el hábil trabajo político de esta mujer. Ha conseguido enfilar a su gremio, enorme, el magisterial a favor de los objetivos más lejanos del México Revolucionario, del México Reformista, del México Independiente. Ha leído perfectamente bien el mosaico social que compone al magisterio público y las intenciones de Calderón: destrozar la educación pública, hacer del estudiante un analfabeta incapaz. Ha utilizado sin empacho ni escrúpulo el enorme aparato burocrático que compone el sector educativo nacional. Las huestes gordillistas se nutren en el PANAL, la SEP y el ISSSTE, pero principalmente en la red enorme de decenas de miles de inspectores, jefes, oficiales, supervisores... que cobran por servir, docilmente, estalinianamente, con chantaje y extorsión a los maestros, llegar a un deseo, la nausea, que pone a pensar, que habrá que explicar y entender y descifrar en el 80 % de abstencionismo que se registró en la jornada electoral del pasado domingo. Allí tiene que haber algo rescatable para los derrotados.
La atención estuvo depositada en la Gubernatura de Baja California, que desde hace 18 años han ganado los candidatos de Acción Nacional y primera elección estatal conquistada por el PAN. No resulta extraña esta preferencia política para una entidad frontera con los EUA, con una ciudad que cuenta con el número de cruces más alto en todo el mundo, con un nivel de ingresos promedio superior a los del resto del país. No obstante llama la atención que en esta ocasión la apuesta en juego era contra un candidato símbolo de lo que es hoy, el Partido Revolucionario Institucional , el PRI.
Jorge Hank Rhon es algo así como el paradigma de todo priista contemporáneo. Es un ideal, un ejemplo a seguir. Jorge el hijo de Carlos Hank, símbolo y modelo. “Político pobre es un pobre político” Y desatadas las furias, ejercitados, eso sí en el empalagoso arte del guante blanco. A la pregunta: es un consejo o una orden, los egresados de la escuela hankista contestarían con enorme sorna, te lo pido por favor, claro abrazo y palmada obligada... ufff. Las mañas y componendas. El ejercicio del gobierno y de la política como negocio particular, sin perder nunca la sonrisa. El Profesor, así le gustaba que le llamaran, y sus intereses en la industria automotriz, primera beneficiada con los ejes viales y el combate al transporte público permisionado. Hank el promotor del 82 para el 82, la reforma anhelada por su ambición y destapar la caja de pandora a tantos enanos y enanas confesionales. Hank el regente, el turista el agricultor, el empresario, il capo di tutis los capos, como le conocieron en el mundo.
En cambio, Jorge el junior, el hijito de papá, Jorge el Caliente y de los galgódromos. Jorge y las extravagancias enquistadas en su mala cuna. Jorge Hank Rhon, el bebedor de tequila con miembros de animales. Jorge el del chaleco rojo de piel de pene de burro. Jorge el ricote, el mafioso, el nacaso. Jorge aliado por supuesto con el niño verde, otro junior hijo de burócratas rateros y con Jorge Kawage, junior y luchador, hijo de contratistas rateros. El asalto al poder por los pirrurris gruesos. El cinismo al tope en un país que no voto a favor de esta murga del folclore patético de la política mexicana.
Pero esa alianza PRI-Verde gano Aguascalientes y arraso en Oaxaca. Triunfo en la tierra de la gente más reaccionaria y conservadora y arrollo en el estado más pobre y atrasado nacional. Es el PRI de Manlio, de Jorge, de Carlos, de Emilio, de Madrazo, de Ulises. Es el PRI decadente, el PRI de los Trajano, Nerones y Calígulas.
La otra cara de la moneda es el candidato ganador en Baja California. Osuna, creo que se llama, aunque la triunfadora es la maestra Gordillo. Impresionante el hábil trabajo político de esta mujer. Ha conseguido enfilar a su gremio, enorme, el magisterial a favor de los objetivos más lejanos del México Revolucionario, del México Reformista, del México Independiente. Ha leído perfectamente bien el mosaico social que compone al magisterio público y las intenciones de Calderón: destrozar la educación pública, hacer del estudiante un analfabeta incapaz. Ha utilizado sin empacho ni escrúpulo el enorme aparato burocrático que compone el sector educativo nacional. Las huestes gordillistas se nutren en el PANAL, la SEP y el ISSSTE, pero principalmente en la red enorme de decenas de miles de inspectores, jefes, oficiales, supervisores... que cobran por servir, docilmente, estalinianamente, con chantaje y extorsión a los maestros, llegar a un deseo, la nausea, que pone a pensar, que habrá que explicar y entender y descifrar en el 80 % de abstencionismo que se registró en la jornada electoral del pasado domingo. Allí tiene que haber algo rescatable para los derrotados.
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