Leí una declaración impensable en el Oscar Chávez de hace 30 años: “todo tiempo pasado fue mejor”. El romántico cantautor de Por Ti y Macondo. El Caifán emblemático de la rebeldía y protesta, cae en la cuenta de que su generación, la de los baby boomers, la del 68, ha hundido al país. Ha entregado México a la reacción vil.
Nos encontramos en la antesala de tiempos de oscurantismo y regresión. Como la época medioeval, tras la caída de Roma, como los 300 años de Colonia, derrotada Tenochtitlan.
Seguramente peor. Por la explosiva demográfica; por las tecnologías informativas de control y sumisión; por la tentación despótica propia de las oligarquías-democráticas. Preocupa observar la rapidez con que se manipula a la información pública. México es una sociedad que se ha acostumbrado a vivir engañada. Todos lo sabemos y aceptarlos es lo políticamente correcto. Nadie protesta: en las acciones de gobierno, los partidos políticos, los sorteos de la TV, la belleza plástica, son los productos milagrosos, los charlatanes y magos, las bendiciones, los estudios de grados y posgrados y posposgrados; las promesas de amor y de perdón. Nada es cierto: son los créditos baratos, y los programas carreteros, elecciones sin mácula, son los periodistas chayoteros, defensores de la libertad de prensa, es la dichosa sociedad civil, son las becas, teletones y la selección de futbol nacional. Circo sin pan
Así no era México antes. Es lo que dicen ahora Oscar Chávez y Carlos Monsiváis. Lo puedo decir yo un auténtico representante de la educación pública nacional. Estudie en la primaria y secundaria más prestigiadas de la Ciudad de México: ambas públicas No había mejores. Las escuelas privadas, el Cumbres, Cristóbal Colón, La Sallé… eran escuelas para niños tontos, niñas mimadas y protegidos por sus papis. Compraban las calificaciones y pasaban de año sin estudiar. Papá compraba a los maestros. Ninguno competía contra nosotros, los estudiantes aplicados de las escuelas de gobierno.
Posteriormente hice el bachillerato en la Preparatoria #1, en el Antiguo Colegio de San Ildefonso. Tradición, arte, catedráticos, libertad y apertura total. Fueron mis maestros Salvador Mosqueira y Luis Sandi, Juan Pablo García Álvarez y toda la generación española, agradecida y bendecida de vivir en este país fenomenal que dio casa, comida y sustento a los que huían del fascismo de Francisco Franco y Hitler.
Ingrese a la UNAM y no desaproveche la ocasión de hacer las carreras de Economía que me otorgo Mención Honorífica por mis trabajos precursores en Economía y Cibernética y la Carrera de Filosofía. He sido muchos años Catedrático de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales y me llena de gusto saber que la UNAM todos los días es reconocida como una de las 100 más importante del mundo, ya es la 68. Por encima de Instituciones tan afamadas y costosísimas como Berkeley, Calgary, John Hopkins y Tec. de Monterrey. La UNAM es gratuita y pública.
Es reconocer el trabajo, la investigación, la libertad de cátedra, empeño y entusiasmo. Nunca recibí una clase dictada por un maestro, ni menos nadie se tomo siquiera la molestia de discutir temas religiosos ni dogmáticos. En mi Facultad encontré placas alusivas a Silva Herzog el viejo, y Bassols Batalla; al Che Guevara y Ho Chi Min. Nunca a un gobernante que solo cumple sus obligaciones y responsabilidades.
Como sucede todos los días ahora en la llamada educación pública, como ocurre en la UAEM, donde imparten enseñanzas maestros que en su mayoría son empleados y condicionados. Que realiza cobros que constituyen una afrenta –miles de pesos por cambiar de plantel, por ejemplo-. Donde la burocracia administrativa cosecha su tenacidad venial y arrogancia ofensiva, en espera de escalar cargos o al menos conservar los que tienen, a costa de la juventud que cree en su esfuerzo.
Por eso el número de desempleados con estudios de bachillerato o superiores ha llegado a un máximo de 37% Por eso emigran a otro lado y se dilapida y pierde esa fuerza de trabajo tan valiosa. Por eso el sentimiento de frustración y los problemas de alcoholismo y delincuencia que tanto espantan a las clases pudientes… por eso.
Por eso y solo así se entiende que haya cabida a cruzadas en contra del condón-six-hotel (el gober mojigato de Jalisco) y a favor de la fidelidad y castidad (muy su perro).
Desgraciadamente todo es deliberado, responde a una planificación de la que es Reyna de este ajedrez social la Maestra Gordillo y peones de brega el magisterio.
Nos encontramos en la antesala de tiempos de oscurantismo y regresión. Como la época medioeval, tras la caída de Roma, como los 300 años de Colonia, derrotada Tenochtitlan.
Seguramente peor. Por la explosiva demográfica; por las tecnologías informativas de control y sumisión; por la tentación despótica propia de las oligarquías-democráticas. Preocupa observar la rapidez con que se manipula a la información pública. México es una sociedad que se ha acostumbrado a vivir engañada. Todos lo sabemos y aceptarlos es lo políticamente correcto. Nadie protesta: en las acciones de gobierno, los partidos políticos, los sorteos de la TV, la belleza plástica, son los productos milagrosos, los charlatanes y magos, las bendiciones, los estudios de grados y posgrados y posposgrados; las promesas de amor y de perdón. Nada es cierto: son los créditos baratos, y los programas carreteros, elecciones sin mácula, son los periodistas chayoteros, defensores de la libertad de prensa, es la dichosa sociedad civil, son las becas, teletones y la selección de futbol nacional. Circo sin pan
Así no era México antes. Es lo que dicen ahora Oscar Chávez y Carlos Monsiváis. Lo puedo decir yo un auténtico representante de la educación pública nacional. Estudie en la primaria y secundaria más prestigiadas de la Ciudad de México: ambas públicas No había mejores. Las escuelas privadas, el Cumbres, Cristóbal Colón, La Sallé… eran escuelas para niños tontos, niñas mimadas y protegidos por sus papis. Compraban las calificaciones y pasaban de año sin estudiar. Papá compraba a los maestros. Ninguno competía contra nosotros, los estudiantes aplicados de las escuelas de gobierno.
Posteriormente hice el bachillerato en la Preparatoria #1, en el Antiguo Colegio de San Ildefonso. Tradición, arte, catedráticos, libertad y apertura total. Fueron mis maestros Salvador Mosqueira y Luis Sandi, Juan Pablo García Álvarez y toda la generación española, agradecida y bendecida de vivir en este país fenomenal que dio casa, comida y sustento a los que huían del fascismo de Francisco Franco y Hitler.
Ingrese a la UNAM y no desaproveche la ocasión de hacer las carreras de Economía que me otorgo Mención Honorífica por mis trabajos precursores en Economía y Cibernética y la Carrera de Filosofía. He sido muchos años Catedrático de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales y me llena de gusto saber que la UNAM todos los días es reconocida como una de las 100 más importante del mundo, ya es la 68. Por encima de Instituciones tan afamadas y costosísimas como Berkeley, Calgary, John Hopkins y Tec. de Monterrey. La UNAM es gratuita y pública.
Es reconocer el trabajo, la investigación, la libertad de cátedra, empeño y entusiasmo. Nunca recibí una clase dictada por un maestro, ni menos nadie se tomo siquiera la molestia de discutir temas religiosos ni dogmáticos. En mi Facultad encontré placas alusivas a Silva Herzog el viejo, y Bassols Batalla; al Che Guevara y Ho Chi Min. Nunca a un gobernante que solo cumple sus obligaciones y responsabilidades.
Como sucede todos los días ahora en la llamada educación pública, como ocurre en la UAEM, donde imparten enseñanzas maestros que en su mayoría son empleados y condicionados. Que realiza cobros que constituyen una afrenta –miles de pesos por cambiar de plantel, por ejemplo-. Donde la burocracia administrativa cosecha su tenacidad venial y arrogancia ofensiva, en espera de escalar cargos o al menos conservar los que tienen, a costa de la juventud que cree en su esfuerzo.
Por eso el número de desempleados con estudios de bachillerato o superiores ha llegado a un máximo de 37% Por eso emigran a otro lado y se dilapida y pierde esa fuerza de trabajo tan valiosa. Por eso el sentimiento de frustración y los problemas de alcoholismo y delincuencia que tanto espantan a las clases pudientes… por eso.
Por eso y solo así se entiende que haya cabida a cruzadas en contra del condón-six-hotel (el gober mojigato de Jalisco) y a favor de la fidelidad y castidad (muy su perro).
Desgraciadamente todo es deliberado, responde a una planificación de la que es Reyna de este ajedrez social la Maestra Gordillo y peones de brega el magisterio.
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