Diario es un caos. La enfermedad se agrava todos los días. El Estado mexicano se convulsiona y entra en descomposición acelerada. Los síntomas son múltiples. En la economía: desempleo, contracción del comercio y la producción, devaluación mayor, cierre de empresas y plantas industriales; la sociedad, sujeta a violencia inaudita, desenfrenada, cruel, gran inseguridad, miedo y zozobra; y el ordenamiento político vulnerable, anarquía, desobediencia, ignorancia, cinismo y frivolidad, pérdida de legalidad y de la dichosa legitimidad, que como el estado fallido son solamente palabras de adorno, moños para ocultar y disfrazar la verdadera esencia de la realidad nacional: El Estado Mexicano se ha corrompido en su naturaleza, en la forma y en el fondo.
Destapada la caja de Pandora, todo puede pasar. Descabezada la Presidencia de la República mexicana, la única ley que manda, es la ley de la selva, la ley del más fuerte. En ese registro están al mismo nivel, las declaraciones calificadas de catastrofistas, de Carlos Slim, tanto como los asesinatos desalmados que conmueven a la opinión pública, los atropellos de la maestra Gordillo, o las diatribas, salmos, excomuniones y rogaciones que inundan las pantallas de televisión.
Es el origen de las ambiciones políticas desatadas. Las pretensiones de los diputados que asaltan alcaldías y presidencias municipales, delegaciones políticas, regidurías. No hay límites, no hay respeto ni conciencia. ¿Qué se creen? ¿Por quien nos toman? Son las burocracias que atascan, consumen, bloquean… Son zánganos, son vividores, son la mafia que tiraniza México. Es el travestismo político, degeneración de la vida social, tiranía de las medianías. El mundo de Jimmy Neutrón Región 4.
Se ha perdido el pudor y la vergüenza. No hay respeto para las formas ni los modos. Se ríen en nuestras caras. Se juntan Zedillo y Calderón y bromean, insensibles, de la deuda eterna, el FOBAPROA que pagamos los mexicanos, mas del 25% del PIB. Del infierno, dice Calderón que representa ocupar el lugar de la máxima paternidad nacional. Ese es el Tabú que ha perdido a quienes no merecen ser padres de la nación, a quienes se han apodero de la máxima autoridad de este país: Zedillo, el ingrato y desleal, Fox el “vil traidor” y Calderón el usurpador.
Dentro de este torbellino hay quien se preocupa por las continuadas derrotas futbolísticas ante los EUA y se preguntan las causas. Si hace 15 años aún, no solamente se les ganaba con facilidad sino que se les tenía justamente por inferiores, se medía a los gringos, no solo como adversarios deportivos, sino como enemigos naturales. Zedillo, Fox y Calderón se han encargado de convertir a los mexicanos en empleados y sirvientes de nuestros enemigos naturales, convertirles en los amos de los que emigran. Y hacer todo lo posible para que México se adapte a los usos y costumbres imperiales, para amoldar el horario, las tarifas, los precios internacionales, las normas y estándares.
Por fortuna hay esperanzas y buenas noticias. El gran megabeso, en la capital de México, aún y a pesar de los sambenitos admonitorios, de ese catolicismo tan temeroso de la espontaneidad de las expresiones y de la fuerza de la sangre nacional.
Y si la ignorancia se ha apoderado de las pantallas de televisión dominantes en México, y el fanatismo y los dogmas campean sin empacho en la hora familiar, sobresale el esfuerzo de un Padre de familia, de un italiano esforzado por 17 años que duro, la agonía de su querida hija Eluana. ¿Y vosotros que tenéis que ver con mi vida? dijo alguna vez una niña de 11 años a sus padres, concluyo 6223 días después, con la derrota tanto del Jefe del estado Italiano y el del Estado Vaticano, sentando un precedente capital de libertad, en toda Europa y ejemplo mundial.
Por eso es gran motivo de celebración, el bicentenario de la obra de Charles Darwin, “Sobre la evolución de las Especies”, todo un monumento al saber, al entender, pero principalmente al valor para romper con dogmas y atavismos, con mentiras y falsedades, y sentar ese gran precedente que parte de la imaginación y el talento del ser humano.
Destapada la caja de Pandora, todo puede pasar. Descabezada la Presidencia de la República mexicana, la única ley que manda, es la ley de la selva, la ley del más fuerte. En ese registro están al mismo nivel, las declaraciones calificadas de catastrofistas, de Carlos Slim, tanto como los asesinatos desalmados que conmueven a la opinión pública, los atropellos de la maestra Gordillo, o las diatribas, salmos, excomuniones y rogaciones que inundan las pantallas de televisión.
Es el origen de las ambiciones políticas desatadas. Las pretensiones de los diputados que asaltan alcaldías y presidencias municipales, delegaciones políticas, regidurías. No hay límites, no hay respeto ni conciencia. ¿Qué se creen? ¿Por quien nos toman? Son las burocracias que atascan, consumen, bloquean… Son zánganos, son vividores, son la mafia que tiraniza México. Es el travestismo político, degeneración de la vida social, tiranía de las medianías. El mundo de Jimmy Neutrón Región 4.
Se ha perdido el pudor y la vergüenza. No hay respeto para las formas ni los modos. Se ríen en nuestras caras. Se juntan Zedillo y Calderón y bromean, insensibles, de la deuda eterna, el FOBAPROA que pagamos los mexicanos, mas del 25% del PIB. Del infierno, dice Calderón que representa ocupar el lugar de la máxima paternidad nacional. Ese es el Tabú que ha perdido a quienes no merecen ser padres de la nación, a quienes se han apodero de la máxima autoridad de este país: Zedillo, el ingrato y desleal, Fox el “vil traidor” y Calderón el usurpador.
Dentro de este torbellino hay quien se preocupa por las continuadas derrotas futbolísticas ante los EUA y se preguntan las causas. Si hace 15 años aún, no solamente se les ganaba con facilidad sino que se les tenía justamente por inferiores, se medía a los gringos, no solo como adversarios deportivos, sino como enemigos naturales. Zedillo, Fox y Calderón se han encargado de convertir a los mexicanos en empleados y sirvientes de nuestros enemigos naturales, convertirles en los amos de los que emigran. Y hacer todo lo posible para que México se adapte a los usos y costumbres imperiales, para amoldar el horario, las tarifas, los precios internacionales, las normas y estándares.
Por fortuna hay esperanzas y buenas noticias. El gran megabeso, en la capital de México, aún y a pesar de los sambenitos admonitorios, de ese catolicismo tan temeroso de la espontaneidad de las expresiones y de la fuerza de la sangre nacional.
Y si la ignorancia se ha apoderado de las pantallas de televisión dominantes en México, y el fanatismo y los dogmas campean sin empacho en la hora familiar, sobresale el esfuerzo de un Padre de familia, de un italiano esforzado por 17 años que duro, la agonía de su querida hija Eluana. ¿Y vosotros que tenéis que ver con mi vida? dijo alguna vez una niña de 11 años a sus padres, concluyo 6223 días después, con la derrota tanto del Jefe del estado Italiano y el del Estado Vaticano, sentando un precedente capital de libertad, en toda Europa y ejemplo mundial.
Por eso es gran motivo de celebración, el bicentenario de la obra de Charles Darwin, “Sobre la evolución de las Especies”, todo un monumento al saber, al entender, pero principalmente al valor para romper con dogmas y atavismos, con mentiras y falsedades, y sentar ese gran precedente que parte de la imaginación y el talento del ser humano.
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