LA ILUSIÓN PARLAMENTARIA

Todo ha conspirado a impedir la educación del pueblo elector
como por deliberado propósito de perversidad
y justamente a nombre de la democracia
EMILIO RABASA (1912)

El discurso político-electoral del PAN se ha vuelto convincente, en la medida que no encuentra respuesta de los partidos políticos con los que contiende. El PRI queda impávido, ante el fantasma de una culpa política, que no acaba de entender, y que lo lleva a caer en el juego de su principal oponente histórico, cuya presencia debería fortalecer al PRI; en tanto, el partido que representa al extremo opuesto del espectro social, el de las mayorías marginadas y desposeídas, se ha plegado, sumiso a los dictados del monopolio electorero, el caso del PRD; o sus respuestas, no tienen difusión en los medios de comunicación, que no sea por el denuesto, injuria y agresiones de que es víctima a diario; el Proyecto Político de Andrés Manuel López Obrador.
Y digo que el PAN ha atinado, pues la mala paternidad de los últimos presidentes del Priato tardío: De la Madrid, Salinas de Gortari y sobretodo Ernesto Zedillo, los convirtió en embajadores, valet parikng, para al arribo de los sectores sociales que simpatizaban con el tipo de país y forma de gobierno que detenta hasta la fecha el PAN. Zedillo incluso nombro a Lozano Gracia, como Procurador General de la República, cargo que en su origen político, en la historia del estado Mexicano, representa a “quien procura la imagen del Rey”. Mas claro ni el agua.
No hay diferencias ideológicas, entre los tres últimos presidentes priistas y los que abandera el PAN, excepto en la capacidad y en los restos de lealtad, forzada -los casos evidentes de De la Madrid y Zedillo- que tuvieron que sortear, frente a las mayorías mexicanas -Salinas de Gortari y Pronasol- que los llevaron al triunfo electoral. Pero la perversidad y traición mostrada por el triunviro priista, procónsules de los intereses de los amos financieros norteamericanos, palidece ante la desvergüenza, cinismo y atropello del desgobierno de Vicente Fox y la ruta embarcada por Felipe Calderón para llevar a México hacia el fascismo.
La mala costumbre y dependencia piramidal del PRI, respecto al modelo de poder vertical y absolutista que le dio origen, impide luchar en contra del Presidente de facto o peor aún, contra el ex presidente de la desilusión y de la obsequiosa entrega de México, al otro imperio mundial: el de la iglesia católica apostólica y romana. Escalar esta empresa, enfrentar a los gerentes elitistas Fox y Calderón, constituye una contra-revolución del programa de partido del PRI, sus métodos, estrategia y fines. Enfrentar a los tiranos provocadores del PAN, significa para el PRI cambiar completamente, los proyectos que perfilan desde ahora a su jefe máximo, Peña Nieto en nuestro Estado, como próximo presidente de México.
Uno de los politólogos mas importantes de nuestro país, Patricio Marcos, cita en el prólogo de una obra clave para entender el escenario nacional (1): que “la población de cualquier país puede separarse en tres segmentos: el del 80%, el del 15% y el del 5%. En el primero se ubica la gente engañada; en el segundo, la élite engañadora; y el tercero, un 5% restante, que quizás para algunos pueda parecer exagerado, lo forman… los happy few… dedicados a ver el espectáculo ofrecido por la minoría engañadora y a la mayoría engañada”
Que mejor momento que este preciso, para ver en acción a los dos compuestos sociales, deshaciendo, pervirtiendo lo que tocan, hacen y dicen. Hay fiebre y frenesí electoral, aunque cabe ahora la posibilidad que ese 5% vouyerista, haga uso y eco del voto nulo para manifestarse en contra de la ilusión parlamentaria. De la farsa política que arrincona y somete la forma de gobierno, bueno y noble como se constituyo México en 1917. Con la ilusión de un espejo democrático, asentado sobre un régimen legislativo oligopólico, incompatible con un Ejecutivo, sin poder y sin mayorías para gobernar.

(1) Marcos Patricio: El Espejo de Vicente Fox. La Ilusión Parlamentaria. Edit. Publicaciones Cruzo S.A. 2004