Lamentablemente, mi pronóstico, expresado en la entrevista que me realizó Martin Pelcastre, el pasado domingo, con motivo del proceso electoral vivido en México, resultó casi acertado: El PRI arraso las elecciones para gobernador en 6 estados de la república, además de obtener una mayoría legislativa en el Congreso de la Unión; el PAN fue el gran derrotado, toda una debacle, al perder 2 entidades que se habían convertido en bastiones de su partido, los Estados de San Luis Potosí y de Querétaro y de otras zonas, como el denominado “corredor azul” en el Estado de México. El PRD retrocedió a niveles de votación, muy por debajo de los que obtuvo en las pasadas elecciones de 2006; el porcentaje de abstencionismo se situó por encima del 60%; y el grado en que incidiría el llamado al voto nulo, rebaso los pronósticos, alcanzando un 7 % a nivel nacional y mas del 10% en el DF, con mucho la zona mas politizada, participativa y consciente de todo México.
Y Digo que lamentable porque los resultados arrojados, hasta el momento de escribir esta nota, marcan el regreso del partido político que deshizo los grandes logros y objetivos establecidos por la Revolución Mexicana que le dio origen, primero como Partido Nacional Revolucionario, después, con la presencia de militares entre sus filas, como Partido de la Revolución Mexicana, antes de que el genio y visión de Plutarco Elías Calles, fundara al Partido de la Revolución Institucional, el PRI, el partido político de la Revolución Mexicana, convertida en instituciones políticas y públicas.
Lamentable ya que la afluencia de votantes a favor del PRI se explica por dos causas muy claras: el repudio y hartazgo de principios y valores, programas y gobierno del PAN; y por otra, naturalmente, la contabilidad de muchos votantes que desilusionados por el manejo partidista en el PRD, sus trampas, corrupción e incongruencia lo hizo por aquel partido que se asemejaría a su idea de gobierno político: el PRI y nunca por un gobierno conservador, acendradamente religioso y elitista, como el PAN.
Lamentable pues e elevado índice de abstencionismo, resta valor a la representación que gobernara nuestro país, en el trecho –muy breve- que le queda al desgobierno de Calderón y presagia estancamiento y retrocesos en todos los órdenes de la vida social de México.
Finalmente es lamentable que la votación anulada haya crecido en 400%. Tan solo en el DF uno de cada 10 votantes decidió anular su voto en rechazo del sistema oligopólico de partidos. Votación deliberada desde hace mucho tiempo, votación anulada sin gasto de erario público, votación de gente consciente, ilustrada, políticamente activa, pero impedida para participar y ejercer cargos y tareas de gobierno.
Con razón se pregunta Patricio Marcos si es cierto que las voces “partido”• y “propiedad” significan “parte”, entonces, hemos pasado del Estado patrimonio de un partido único, al Estado propiedad de varios partidos.
Y Digo que lamentable porque los resultados arrojados, hasta el momento de escribir esta nota, marcan el regreso del partido político que deshizo los grandes logros y objetivos establecidos por la Revolución Mexicana que le dio origen, primero como Partido Nacional Revolucionario, después, con la presencia de militares entre sus filas, como Partido de la Revolución Mexicana, antes de que el genio y visión de Plutarco Elías Calles, fundara al Partido de la Revolución Institucional, el PRI, el partido político de la Revolución Mexicana, convertida en instituciones políticas y públicas.
Lamentable ya que la afluencia de votantes a favor del PRI se explica por dos causas muy claras: el repudio y hartazgo de principios y valores, programas y gobierno del PAN; y por otra, naturalmente, la contabilidad de muchos votantes que desilusionados por el manejo partidista en el PRD, sus trampas, corrupción e incongruencia lo hizo por aquel partido que se asemejaría a su idea de gobierno político: el PRI y nunca por un gobierno conservador, acendradamente religioso y elitista, como el PAN.
Lamentable pues e elevado índice de abstencionismo, resta valor a la representación que gobernara nuestro país, en el trecho –muy breve- que le queda al desgobierno de Calderón y presagia estancamiento y retrocesos en todos los órdenes de la vida social de México.
Finalmente es lamentable que la votación anulada haya crecido en 400%. Tan solo en el DF uno de cada 10 votantes decidió anular su voto en rechazo del sistema oligopólico de partidos. Votación deliberada desde hace mucho tiempo, votación anulada sin gasto de erario público, votación de gente consciente, ilustrada, políticamente activa, pero impedida para participar y ejercer cargos y tareas de gobierno.
Con razón se pregunta Patricio Marcos si es cierto que las voces “partido”• y “propiedad” significan “parte”, entonces, hemos pasado del Estado patrimonio de un partido único, al Estado propiedad de varios partidos.
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