Monday, July 21, 2014

MAMA DORA

Aunque el título de esta Carta debería de ser Mama Rosa: ¡Que me he negado a hacerlo, tíos! Por el desprecio que me causan estas mujeronas persignadas e hipócritas. Porque no es la única y no será la última Mamita querida en el escenario nacional. Porque el martirio a que estuvieron sometidos las centenas de personas que están, estuvieron en el Castillo de la Pureza, de Rosa del Carmen Verduzco, es la solución contemplada por las oligarquías totonacas, es el ideal perfecto y vigente de la atención que deben recibir los “pobres”, los abandonados, por Ustedes los Ricos.
Mamá Rosa encarna el estereotipo tantas veces representado por Sara Garcia a lo largo de toda su carrera artística. Es la Abuela de Pedro Infante, la esposa de Joaquín Pardavé, la tía del Piporro, Sara Garcia ha sido Justa y Benigna, Luisa, Atilana, Cholita y Doña Rosa en “Dicen que soy mujeriego”. El ejemplo se ha reproducido y la “abuelita del Cine nacional” sobrevive y crece en la Maestra Gordillo, la Sra. Wallace, Martha Sahagún.
Al empezar a saber de este caso, hubo dos preguntas que me asaltaron de inmediato: la relación entre la información que fluía con las cintas ya mencionadas “El Castillo de la Pureza” de Arturo Ripstein (1972) inspirada en el libro de Luis Spota “La carcajada del gato”. Historia basada en un hecho real que se descubrió en 1950, la de un hombre y su familia que es mantenida en cautiverio, al interior de su casa porque Gabriel Lima (Claudio Brook) considera que el mundo exterior es dañino. El caso del albergue La Gran Familia es una paradoja que teje ahora su propia fantasía, la que según unos, comienza en 1954, cuando una jovencita adolescente de tan solo 13 años comienza a recoger niños que son mal tratados, abandonados y funda una Casa Hogar, que en 1973 se transforma en Sociedad Civil.
Además de la trilogía  de Ismael Rodríguez: Nosotros los pobres-Ustedes los ricos-Pepe el Toro (ya veo a Mama Rosa como Mimí Derba –la abuelita de Chachita” regresando al albergue y rogando “que la dejen entrar con sus millones”) Antes pensé en otras dos cintas espléndidas que configuran la idea central de este drama, propio de los países en donde las oligarquías han impuesto su escala de valores, más bien el único valor, el Dinero, la Riqueza. Una de ellas es la extraordinaria película “La Princesita” dirigida por el mexicano, Alfonso Cuarón (si, el que si pregunta y exige debatir las Reformas). En esta película se puede observar perfectamente, el comportamiento de un albergue frente a niñas que tienen dinero y las que son pobres. La peli -que merecería el análisis en una Carta completa- se centra en un hecho casual: la muerte inesperada del Padre de la niña que se asume como Princesita y todo cambia en su vida. La Mama Rosa, Directora del Albergue donde la niña ha quedado recluida, mientras su Padre marchaba al frente de Batalla en tiempos de la Primera Guerra Mundial, la confina a una buhardilla, le despoja de todas sus pertenencias y la priva de alimentos, igual como se narra en múltiples testimonios, pasaba en “el Pinocho” de la Gran Familia. La otra peli, muy buena, que recomiendo para entender a La Gran Familia de Mama Rosa, fue “Mi Villano Favorito” y la historia de tres niñitas hermosas Agnes, Margot y Edith, que aguardan una familia para que les adopte, mientras salen todos los días a vender galletitas.
Mejor y es momento de entrar en detalles y aclarar que lo que se “descubrió” en Zamora Michoacán, no tiene nada que ver con estas ensoñaciones, no se parece ni pálidamente a la peor de las pesadillas imaginadas, aunque estructuralmente correspondan, la realidad con la ficción: “La Gran Familia se mantenía gracias a una red de corrupción e intereses y describe a Verduzco como una mujer cruel y dura que maltrató a generaciones enteras, con torturas que hielan la sangre: abusos sexuales, golpes, alimentos podridos, suciedad extrema, manipulación, castigos terribles… Al cruzar la puerta de La Gran Familia se dejan las calles de una ciudad de provincias mexicana para encontrarse una terrible “chabola (asentamiento marginal en España). El fuerte olor a excrementos (los baños rebosan heces y orines) y comida podrida es la bienvenida, pero al mirar el interior pierde toda importancia” (periódico El País)
Cabe señalar que al momento de escribir estas líneas, la información que se pública en los medios de comunicación, ha dado un vuelco de campana. Si hace una semana, esta señora llego a ser tildada de tratante de blancas, traficante de infantes, madrota, pervertida, abusadora: hoy empieza a ser considerada una mártir, una santa en vías a la canonización mayor, una señorona súper simpática que desde su lecho en el hospital de un hermano de Martha Sahagún, declara al periódico El Universal, que le encargó a su nieta “abejita” que vive en Italia, un rosario de barro de tierra santa,  bendecido por el Papa, y a su hija, que le llama por otro teléfono, que ella le traiga un pedo de San Judas, “el pedo ponlo en un pomito y no lo abras, porque si no se sale…” mientras estalla a carcajadas y aconseja a uno de sus “hijos” “tienes que salir adelante y portarte bien…no quiero que vayas a andar de vago, borracho, tienes que trabajar, casarte y tener hijos con una sola mujer…” mientras el muchacho exclama “a pesar de todo la quiero mucho. Es la única y verdadera madre que he tenido” (y en el fondo de mis oídos se escuchan los Violines de Villafontana interpretando “no mameyes que son melones” en Si bemol) y parece que el fantasma de Luis Antonio Garcia se aparece, abrazando a Mama Rosa.
Es tan abominable esta noticia, que la mejor pregunta que debemos hacernos, los ciudadanos pasmados entre lo escatológico, trágico, el dramón telenovelesco, onda La Rosa de Guadalupe, es ¿Por qué se llevó a cabo esta acción policiaca? ¿Por qué intervino la PGR y el ejército para atender denuncias que se habían levantado –algunas- desde hace 20 años? ¿Por qué el despliegue de fuerza y el operativo bien coordinado con los medios de comunicación, en Zamora y en Michoacán? Y no veo otra respuesta directa, plana, que la que tiene que ver con el periodo final de aprobación de las Reformas Energéticas que prácticamente desmantela a PEMEX y la CFE, y que ya no hay futbol para mantener en la anestesia a la población mexicana.
Entonces un caso así de espectacular, con toda una gama de notas terribles, es una manera de concentrar la atención, por ejemplo, en los niños que se pusieron a  tocar sus instrumentos musicales –una de las cosas que mejor hacían- porque eso significaba que por un día recibían ropa limpia y mejor atención; o las más de 20 muchachas embarazadas y sus relatos sexuales, bajo un sarape en pleno corredor, afuera de sus habitaciones; el tradicional “kilometro de la plata” que en Zamora es perfectamente conocido, porque  esta mujer lo realizaba anualmente, exigiendo ayudas para mantener la casa-cárcel.
Se conocen varios intentos, en medios extranjeros, por hacer cuentas entre los donativos recibidos, los apoyos y cobros a los más de 600 niños y adultos que eran mantenidos contra su voluntad y se llegan a especulaciones de todo tipo: financiar campañas políticas, crimen organizado, lavar dinero. Sin duda que Mama Rosa supo congraciarse con los representantes de los poderes reales, los ricachones pueblerinos, la iglesia católica, el PAN, los políticos, diputados, del PRD y del PRI, también.
Las historias de violaciones, abusos sexuales, ultrajes, golpes y castigos se entretejen con las declaraciones de apoyo y defensa de los Fox, de intelectuales como Elenita Poniatowska o Lidia Cacho, al lado de nativos con fuertes raíces en el extranjero como los Krauze, Padre e Hijo, Jean Meyer e incluso Jean-Marie Gustave Le Clézio Premio Nobel de Literatura 2008, que defienden el trabajo de una mujer de más de 80 años y que parecen ignorar las múltiples testimonios de los cientos de afectados, cuyos dramas son patéticos. Todo un escándalo que crecerá en la medida de la conveniencia del poder federal, en la recta final legaloide, para aprobar el despojo a la nación, para legalizar el nuevo estado de indefensión y pobreza nacional.
Porque casos como el de la Gran Familia abundan en México. Se olvida el drama de las niñas recluidas en la Villa de las Niñas, Hijas de María, en poder de monjas de una orden católica coreana, quienes se supo que propinan tan mal trato a las infantas encerradas en esas mazmorras, que las adolescentes sufrieron un estado de catatonia o de histeria colectiva y de repente, dejaron de caminar. No podían hacerlo. Este drama, silenciado a la fecha, se destapó a finales del sexenio de Vicente Fox, y al igual que Mama Rosa, se dio a conocer al público, en momentos electorales, para distraer la atención de la ciudadanía. Al igual que con Rosa Verduzco, el convento de las “madres” coreanas, mantienen cautivas a unas 600 chicas y eran apoyadas por Martha Sahagún: “Liliana –una de las chicas que pudo salir-  está segura de que el padecimiento de todas las niñas no es sicológico, sino consecuencia de los alimentos que consumían caducados”
Son tragedias que suceden en nuestros días y que pasarán más a menudo, día con día, porque para los déspotas que administran el Gobierno de México, está claro que la atención social no es un negocio-asunto que le interese al estado. Lo dejan a las soluciones “de mercado” le llaman y una de estas “soluciones” es el “servicio” que proporcionó hasta hace una semana Mama Rosa. Quienes la conocen afirman que “Ella quería causar lástima para obtener más beneficios, su gran ganancia fue el dinero y el poder” Pero también es cierto que “ahí vivían centenares de niños que, al parecer, no quería nadie. Y eso, que “no los quisiera nadie”, es lo que hacía heroica a Mamá Rosa, insisten sus defensores. Especialistas en el tema saben que, a excepción del DF, no existe una supervisión planeada de estos orfanatos en el país que asegure las condiciones de una vida digna para los niños.
En lugares como el sur del estado de México, crece cada día más, la presencia de instituciones religiosas y de centros educativos o de rehabilitación de dudosa reputación y honorabilidad. Son los casos de los grupos de Autoayuda, los de AA, los que se llaman de “4° y 5° pasos”, los catequistas, los templos evangélicos, las “granjas”  para alcohólicos y toda una superestructura de consolación, explotación y engaño, al amparo de la impunidad y la complicidad de las autoridades.

Es sabido que en Zamora, cuando los niños se portan mal los amenazan con llevarlos “a dónde Mamá Rosa y “Zamora no se entiende sin la labor de Mamá Rosa ni la labor de Mamá Rosa sin Zamora” Estamos llegando a ese nivel en el sur del estado de México. Parece que, hoy en día, esta región no se entiende, sin la presencia “Mama Dora” del gobierno, de los partidos políticos, del PRI, de las fuerzas armadas, aunque la esencia de estas instituciones signifique represión, despotismo y dictadura. Muy pronto, los Padres podrán decir: “Si te portas mal te llevo con los Marines”

Monday, July 14, 2014

LECCIONES DE PERIODISMO

Sin autorización, pero con la seguridad de su consentimiento, de la pluma de Braulio Peralta, reproduzco un texto publicado en las páginas de Milenio Diario del 13 de julio, que considero encaja bien en las circunstancias por las que atraviesa nuestro Diario  vivir, el decano Monitor de Tejupilco, y se asocia con los prolegómenos del asalto al gobierno municipal de Tejupilco –seguramente en muchos otros municipios mexiquenses ocurren cosas parecidas, semejantes o peores- Son los escarceos de los que les “gusta ayudar a la gente”, sociedades de bandidos, de lobos disfrazados con pieles de ovejas: son auténticos piratas sin alma, corsarios y filibusteros desalmados, que como chinches trepadoras se juntan –solo al principio, luego se pelean- para asechar al Rey en turno, al Presidente Municipal transmutado en Gestor Social, a las arcas, públicas y que cuentan, para ello, con el desánimo, las flaquezas, las soledades y frustraciones de la juventud en la primea adultez, los que van de los 18 a los 28-30 años y que han visto coronar sus expectativas, con fracasos, desempleo, vicios, canalla y por eso, están dispuestos a apoyar a nativos que los embaucan, seducen y pastorean, como le ocurre al periodista del relato, a continuación.
I
Para su examen de ingreso al periódico El Día, el joven se esmero en escribir su reportaje sobre la situación precaria en que viven los voceadores de diarios y revistas de la ciudad de México. Era un trabajo fácil porque vivía justo en la calle de Artículo 123, ahí donde los voceadores distribuían los periódicos a la capital. Para nadie es un secreto las condiciones laborales de esos trabajadores: viven de la venta del papel impreso por porcentaje, no tienen prestaciones, trabajan por la madrugada, desayunan tamales envueltos en un bolillo, con atole o café y a vender medios de comunicación. El que más grita en la calle tiene mayores posibilidades de sacar el dinero del día: ¡El Universal, La prensa, Esto, El sol, Excélsior…!
Presentó su trabajo, realizado con entrevistas de los involucrados, a Carmen de la Vega, la jefa de información del diario con tendencias de izquierda priista, en plena decadencia. Cero comentarios de “la jefa” al escrito del aspirante a reportero. Horas de espera. Por fin lo mandaron llamar a la Dirección General: Don Enrique Ramírez y Ramírez, parco, de mirada penetrante, dijo: Tiene usted posibilidades de ser reportero. Su reportaje no es algo nuevo,  se conoce. Pero los periodistas jamás nos ocupamos de los compañeros del oficio para denigrar al gremio. Si yo publicara lo que usted ha escrito, nuestro diario se dejaría de distribuir por los voceadores de México. Aprenda su primera lección y váyase a su mes de prueba. Felicidades.
Nunca le regresaron a ese joven el reportaje o crónica —por aquel entonces no encontraba las diferencias entre los géneros—. El jovencito asimiló la lección: Nada contra el gremio aunque la situación laboral sea un desastre. Usted se calla. Se ocupa de la calle sin involucrar a los dueños de diarios y revistas. La cadena de distribución de medios de comunicación se sustenta en la hipocresía de dar trabajo a desempleados que, para sobrevivir, trabajan en condiciones de esclavitud, en tiempos modernos.
A pesar de aquello, trabajó en El Día con gran ilusión. Pensaba denunciar atropellos, corrupciones, la situación laboral de los trabajadores, y hasta creía que podía meter en su agenda de actividades los derechos humanos de las minorías, especialmente la de los gays y lesbianas que sufrían discriminación de todo tipo, obvio, hasta ahora.
El oficio en las escuelas es sencillo, bonito y barato, si estudiaste en la Universidad Nacional Autónoma de México. Tu inscripción anual de 250 pesos y el derecho a todas las clases hasta tu crédito como licenciado en periodismo y comunicación colectiva. Para el oficio en una sala de redacción, nada de lo estudiado sirve ni se le parece. Cómo, cuándo, dónde, por qué… pero el contenido, el escrito, la nota, también tiene un sentido político que irremediablemente no está en tus manos sino en la directriz misma del diario. Adiós a la teoría: bienvenido a la práctica. Despídete de tus sueños de libertad. El Día se convirtió en la primera frustración para aquel joven que quería escribir de la corrupción del gobierno…         Aprender el oficio: viajar a Acapulco a una cobertura del presidente José López Portillo con los banqueros de México. —No te preocupes: al rato te pasamos el boletín de prensa. Ve y descansa en la alberca, tranquilo… De regreso, con el boletín en la mano, el joven reportero, de repente, vio que repartían sobres. Nervios. Alguien le dijo al joven: ¿No vas a ir por tu sobrecito con Galindo? Pues no, dijo muy orgulloso. Haya tú: de todas formas alguien se queda con el contenido. Esa fue la única vez que cubrió la fuente de presidencia…hasta ser relegado…
¿Cómo puede un joven con ilusiones hacer carrera en medios de comunicación cerrados a la libertad en el quehacer nacional? ¿Qué debe hacerse para ejercer un oficio maravilloso donde la vida palpita a cada rato y pide que las palabras lo expresen? ¿Cuándo la oportunidad de un reportero en sus aspiraciones legítimas de escribir que los diarios no están construyendo ideas ni lectores, que más bien, se burocratiza el oficio en la cobertura de las instituciones, sin salirse del esquema gubernamental? El joven empezaba a confundirse con tanta mentira, con apenas tres años laborales.
El Día era una cooperativa. El joven se hizo cooperativista. Pero el dueño, el jefe  era Enrique Ramírez y Ramírez, de izquierda pero amigo de Fidel Velázquez, de diputados, de priistas de abolengo —fue íntimo de Vicente Lombardo Toledano—. Había para entonces una consentida: “la señorita Socorro Díaz”. La sucesora después de la muerte del hombre que había registrado el periódico a su nombre. ¿Cuál cooperativa? Lo escribe la periodista Paz Muñoz: “No le des vueltas. El verdadero apoyo con el que contó Socorro Díaz fue del sistema. Un sistema al que hay que entender, o te chingas. Un sistema que apoya o no a quien le conviene. No fue zutano o perengano, con nombre y apellido. No. Fueron los contactos, sus contactos…”
II
Crónica de la intimidad: Aquel joven, escapando de las mentiras que la realidad vomita, empezó a buscarse a sí mismo, lejos del oficio que escogió porque creía que podía cambiar la disparidad, la pobreza, el respeto a los otros. Prefirió la evasión: Noches de desenfreno. Descubriendo cuerpos. La sexualidad, centro de cambio y reconocimiento. Las lecturas de Wilhelm Reich lo hacían revolucionario de sus emociones escondidas. Las amistades peligrosas a todo lo que da pero, cuidado, como que el joven rechazaba el vacío que otorga ese tipo de felicidad y prefirió a los mayores, para entender que el mundo, si es uno, es mejor. Sus placeres lo llevaron a conocer a gente involucrada en la lucha de los derechos homosexuales -Nancy Cárdenas, Juan Jacobo Hernández, Carlos Monsiváis, José Joaquín Blanco, Olivier Debroise y un largo etcétera- de gente interesada en escribir, desdecir la realidad a través de la ficción o cronicar la realidad para desenmascarar el engaño de sistemas opresivos. Grandes lectores que le abrieron el oficio de comprender la vida, que nunca es como la cuentan los padres, la escuela, menos la religión. La vida es la que uno quiere vivir. No hay peor pecado que no ejercer tus posibilidades de ser.
III
Regreso a la crónica pública: Pero el joven, ya no tan joven…Lo más cerca que ha estado el joven reportero que lo corrieran de un diario por una nota publicada fue a raíz de una entrevista a Isela Vega que dijo que José López Portillo era un “pinche presidente con patillas de cochero”, al que nada más le faltaba “encontrarse el tesoro de Moctezuma”. El director del periódico, Manuel Becerra Acosta estaba furioso —producto de una llamada de la oficina de prensa de la presidencia. Iba a liquidar al joven escribiente, pero Fernando Benítez intervino para decirle que las declaraciones de la actriz y vedette era lo que pensaba la mayoría del pueblo mexicano. El joven se salvó pero comprendió que más vale seguir por el lado de la cultura, escribiendo en aparente libertad, que la fuente de la presidencia con boletines de prensa, más seguro y remunerador, pero con graves problemas de conciencia.
Para entonces el joven ya adulto empezó a estudiar literatura dramática en la Facultad de Filosofía y Letras, sin haber terminado su carrera de periodismo. Bueno, en realidad no terminó ninguna de las dos licenciaturas porque después se interesó por la fotografía y la historia del arte. Un huidizo sin resultados. Creía que estudiando podría entender más a la cultura, y leyendo, escribir mejor. No creía que los talleres de periodismo o de especialidades como la crónica, eran consistentes para realizar un mejor oficio. Ni encontraba grandes perspectivas en el periodismo nacional. Menos, cuando los accionistas del Unomásuno se pelearon y salieron 135 periodistas. El joven adulto, que seguía creyendo en la libertad de expresión y en la defensa de los derechos laborales, salió junto con aquel grupo que fundaron el periódico La Jornada, en 1984…
IV
El adulto, que ya no era joven, platicaba con amigos sobre su porvenir. Estaba acostumbrado a NO interpretar las noticias, a dar la información escueta, sin siquiera atisbos de lo que llaman dar color a un reportaje. Sabía que sin reportero no hay crónica y por eso muchos escritores fallan en el género: escriben bien bonito pero no tienen el oficio del diarista.
El adulto sufría más en escribir que cuando era un jovencito sin rumbo, había perdido el tiempo en escribir de todo, justo, el oficio del reportero sin género ni estilo. Luis G. Urbina describe a la crónica como “un cocuyo en la noche”: la crónica es el despertar de la conciencia. Son crónicas, las de los conquistadores, Hernán Cortés en sus Cartas de relación, o Bernal Díaz del Castillo en la Historia verdadera de la conquista de la Nueva España, y de ahí a los liberales del siglo XIX con Guillermo Prieto, Ignacio Manuel Altamirano, Francisco Zarco, Luis González Obregón…Alfonso Reyes… Nacimos con riqueza literaria en el género pero lo abandonamos hasta la llegada de Salvador Novo, el cronista por antonomasia. Hasta el mejor exponente de la crónica contemporánea: Carlos Monsiváis.

La crónica, si persiste, es literatura, si no, entonces no dejas de ser más que un periodista de moda que tarde o temprano pasa de moda. Cronistas que interpretan noticias son los que más daño que bien han hecho en el periodismo. Solo a través del tiempo sabremos el nivel de una crónica escrita hoy. La crónica es el antecedente de la historia, la crónica no puede ser ni frases bonitas ni denuncias sin comprobación. Y la prosa, ¿importa que sea mal escrita cuando de denunciar se trata? Esa no era la tradición. No era así. La tradición es escribir bien. El cronista que trabaja para el gusto de los lectores con ideología preestablecida se pierde en un sistema donde imperan las complacencias. La izquierda o la derecha tendrían que aprender a deslindar la ideología de lo realmente importante en el trabajo de un cronista.

Monday, July 07, 2014

RIQUEZA DESPERDICIADA

Me visitó un buen amigo que vive en el DF  y me acompañó a hacer una serie de trámites que tenía pendientes en Temascaltepec. Del banco pasamos con el notario, de ahí al registro de la propiedad, a la tesorería, nuevamente al banco y finalmente a la oficina de tránsito. Tardamos un par de horas por lo que mi amigo  exclamó ¡en México me hubiese tomado una semana hacer todo esto!... Hace ya más de veinte años decidí mudarme a vivir al sur del estado de México. La decisión de esta mudanza radicaba formal y racionalmente, en la mala calidad de vida que existía en la capital de la república y en los peores gobiernos del PRI,  que entonces (1988), se enseñoreaban con los destinos de todo México.
Elegí salir y vivir, en medio de un paisaje bucólico, paradisiaco, que combina las grandes corrientes de agua, el clima frío templado, muy lluvioso de Temascaltepec, de gente morena, discreta y muy reservada. En contraste con el calor intenso, a solo 30 kilómetros de distancia, el clima seco, la llanura extensa de Tejupilco, cuya población predominantemente blanca, es sumamente expresiva y de hablar casi a gritos. Temascaltepec es la parte final del valle de Toluca, en tanto que Tejupilco es el comienzo de la llamada Tierra Caliente
Sábado Distrito Federal
En compañía de mi hija Carmen, el sábado fuimos de compras al DF. Llegamos a las 9 de la mañana y a eso de las 3 de la tarde habíamos acabado: revistas, juegos de mesa, libros, material didáctico, más libros. Conozco al dedillo el mundo libresco nacional, entre y salí por todas y cada una de las librerías, pasajes, puertas, callejones, establecimientos. Conozco todo eso y más

Entonces, decidí dar una vuelta por la ciudad, mostrarle a mi hija pasajes de algunas rutas que usaba con frecuencia cuando mi vida estaba allá. Tome el rumbo de la colonia Roma-Medellín,  pasé por la Del Valle-Amores, llegue a mis dominios en Coyoacán-Viveros, me detuve justo frente al punto donde jugaba al básquet todos los fines de semana entre 1981-1985 (ver imagen: somos los Viveros de Coyoacán 1988: lleno, y Tejupilco 2014: vacio). Seguí por Vito Alessio Robles hasta Insurgentes, transité enfrente donde estaba un “Lynis” que ya no existe, que era “nuestro” lugar –café, cigarros, periódicos, noticias, intelectualidades, charming, y por supuesto amigos y platica, mucha platica-,  me acordé de Cluny, un restaurante francés único, del que era cliente frecuente, por allá a principios de los 80’s. Está cambiado, construyeron una plaza comercial frente a la estructura del restaurante pero sin tocar las bóvedas de ladrillo hermosas. Salude al Maître, me dijo que este año cumplen 40 años de establecidos. Este lugar se encuentra en Av. de la Paz, entre Insurgentes y Revolución y aunque todo ha cambiado,  alcancé a mirar el pequeño anuncio. Nos detuvimos a la entrada del Cluny, frente, hay otro lugar que se llama “Tíos”, un restaurante de tapas español... muy atractivo. Dude un poco, pregunté a la anfitriona y nos mostró la carta, pero mi hija eligió las crepas.
Y entrar a un mundo guardado en mis recuerdos, pero nunca olvidado. Por allí han desfilado todas mis personas más queridas, las que más he amado. Recordé sobre todo a mi Papá y mi Mamá... El servicio, mobiliario, luces, loza, decoración, todo es impecable.
Carmen probó mi recomendación: las Crepas Boloñesa. Yo opté por una ensalada del huerto ¡Qué maravilla!, todo lo que puedas comer una sola vez, en una barra que incluye ensaladas, verduras frescas, pasta, nuez, aderezos, quesos, tabule, lechugas de cinco o seis variedades, el pan, la mantequilla... Ordené un queso al centro pero ya no pudimos saborearlo estábamos satisfechos. Optamos por pedirlo para llevar. El Vino Cluny que degusté, el mejor que he probado en años. Una experiencia culinaria y social que no existe en este sur Mex.,  ni en Toluca, ni en Valle de Bravo, solo allí, es Cluny.
Al salir oímos gritos de entusiasmo, se jugaban los últimos cinco minutos del Holanda-Costa Rica, venían los tiempos extra. Entramos al Bar Tíos, que tenía cuatro pantallas... lleno a reventar... apenas dos lugares en un rincón de la barra... una caña de cerveza... que emocionante... los penaltis, chicas bellas, gente "bonita" (medio mamucas) gritos... Regresamos a Temascaltepec, felices... animados... nos esperaba otra de mis hijas... platicamos hasta las once de la noche... felices... mucho que platicar.
El Ocio
Una de las palabras que más han sufrido los efectos del desgaste del tiempo, las ideologías e intereses poco humanos, es la que designa al tiempo libre y que inicialmente se entendía con la palabra shkolé, que en griego antiguo significaba el ocio dedicado a la instrucción y aprendizaje, diferente del tiempo libre utilizado para descansar. Es en Grecia en la época magna… que se reconoce e identifica el ocio instructivo, el propósito entero de la acción humana. “Del mismo modo que se hace la guerra para tener paz, la razón por la que se trabaja es para obtener ocio”. El ocio pasaba a ser el gran objetivo, la meta y finalidad del ser humano pleno, el único estado en que se llevaba a cabo la naturaleza toda de la acción del alma (pshyqué), de la inteligencia, la contemplación y la vida sabia, a diferencia de todos los demás actos, decían del bajo vientre, que practicados por las mayorías de los hombres, correspondían al registro de las pasiones del cuerpo y necesidades iguales a la de los animales y las bestias. Y aunque no existía una palabra que propiamente definiera lo contrario al shkolé (de ahí se derivara luego la palabra escuela), se consideraba que los trabajos de servidumbre y por necesidad, eran los que desalojaban la capacidad de utilizar el tiempo libre para efectos de la contemplación y la enseñanza, de la creación y libertad, de la felicidad absoluta, exclusiva de las almas superiores de toda comunidad política.
Cicerón el gran maestro latino habla del otium como un tiempo de descanso del cuerpo y recreación del espíritu, necesario para volver a dedicarse al trabajo. El ocio (otium) se convierte en un medio para la meta final que es el trabajo (nec-otium). Surge entonces una distinción básica para entender una y otra cosa. Ocio necesario e indispensable para el nec-otium de donde se deriva el vocablo Negocio… Un giro definitivo al sentido del ocio resulta tras la caída de Roma, que produce una desaprobación y condena del modo de vida en el extinto imperio. Los conquistadores, las tribus llamadas genéricamente bárbaros, destruyen todas aquellas manifestaciones (estadios, teatros, circos, etc.) que simbolizan ese estilo de vida “ocioso” que modifica completamente el significado original del empleo del tiempo libre creativo y marcará el comienzo del culto al trabajo. Bajo esta nueva filosofía de la vida, se espera que las personas estén ocupadas con su trabajo la mayor parte del día, teniendo escaso tiempo para actividades de esparcimiento. De esta forma, el ocio disponible se emplea fundamentalmente para recuperarse del trabajo, para así, continuar con la labor. Es decir, el ocio pasa a ser una re-creación, con una finalidad instrumental, especialmente, para las clases sociales más bajas. Ahora estar de ociosos es la distinción de la gente inferior y no como originalmente se creía que era, esencial para ser superior a los demás.
El tema da para mucho más, por ahora quiero referirme al ocio y su utilidad en nuestro país que es México, y específicamente, al sur del estado de México, donde este concepto indispensable para el ser humano, se traduce en el tiempo libre dedicado a la recreación y al esparcimiento, bajo las figuras más abyectas y lejanas a la filosofía, de la libertad y necesaria realización. (Como este domingo 5 de julio en Ecatepec, por ejemplo)  El ocio como forma de educación no existe en el discurso público. Es la televisión la encargada de alimentar el tiempo libre y de ocupar la atención disponible para entretener y distraer a la población, es la señal abierta de televisión la dedicada a educar el carácter de la gente, inculcar principios, deseos, metas y objetivos: es el ansia del placer, el culto al físico de la gente, son los prototipos de belleza, los estándares de diversión, del culto a la muerte, el empleo de elixires, alcohol, drogas y mota, los medios para estar contento; es la música estridente, el reventón, la fiesta, los bikinis y el rocanrol, el lujo desmedido, automóviles, ropaje e indumentarias, son el lucro y la riqueza, los valores y objetos de apetencia, sin límite y sin par. Es el presente reventado y el futuro prometido: tal y como hemos podido ver en las transmisiones del Mundial de Futbol, vulgaridades, albur, pornografía, borracheras, remedos de risa a costillas de la misma gente del pueblo… ¿y te ríes, idiota?
Los resultados de hacer de esta manera las cosas en México, se pueden ver para donde uno voltea, entonces te preguntas ¿Por qué existe la violencia infantil, familiar, perturbaciones en la conducta, prostitución, suicidios? ¿Por qué hay muerte, represión, desconsuelo, desánimo social, desesperación?
Tiempo Libre
A diferencia de la vida en el sur del estado de México, en el DF, el tiempo libre es el recurso humano más escaso. La vida en la ciudad se consume en horas dedicadas al transporte de un lado a otro. A pesar de todo ello, una mayoría de la población chilanga, dedica buena parte del día al aprovechamiento de su tiempo libre en la práctica de actividades recreativas, deportivas, culturales y educativas. Es costumbre entre la gente que vive en la ciudad hacer un espacio para el ocio y su empleo productivo. En cambio, la vida en esta región es muy diferente, porque aquí, el tiempo libre constituye el recurso más abundante y consecuentemente el menos valorado, por lo que se desperdicia y desprecia.
Creo que el ocio en el sur de México, es un problema que tiene dos vertientes para analizar, si se considera que administrar el tiempo libre de la población, representa una acción necesaria para el buen gobierno de estas comunidades. Antes que nada es el ejemplo de quienes gobiernan, el requisito indispensable para hacer que la población atienda y acepte este escalón en el género de vida pasional que ahora sufre. Si los gobernantes no hacen deporte, se cultivan y se alejan de vicios, nada va a cambiar... La segunda es que, pensado en términos económicos, el tiempo libre es un nicho de mercado que con esfuerzo, planeación, recursos financieros, humanos y publicidad, representa una gran oportunidad comercial y por supuesto social y política.
Impunidad

Decir que fuimos a comprar libros al DF,  suena como vamos al súper, y no es así. Los libros son alimentos del Alma, no son frijoles o tortillas. Quien compra los libros es el Librero y además de sabiduría y experiencia, significa, intenciones, voluntades, deseos.
Podríamos traer solo pornografía y libros de superación personal… o claro, libro “pirata” o robado o "hechizo", ¿porqué no? al cabo soy tepiteño y se me todas las artes… Pero no es así: por conciencia, ética y principios. No obstante, se acaba de instalar nuevamente un puesto de libros "pirata", en el centro de Tejupilco. OTRA VEZ. Y no se atiende las denuncias en contra. Somos tantos los indignados: es la IMPUNIDAD auspiciada, solapada por el gobierno municipal,  a quienes les vale "una pura y dos con sal" los comercios instalados, la cultura, la lectura, el esfuerzo familiar, la ciudadanía. Son  burócratas que no entienden, cobran dinero, "mordidas". Gente insensibles, reprobable, despreciable, que solo atiende por su estricto interés personal... Son cómplices, fomentan estas prácticas desleales. Son Comodinos y mañosos. "Los Gobiernos" son los causantes del Imperio del terror que sufrimos en México... 

EL FANTASMA DEL LIBERALISMO

  EL FANTASMA DEL LIBERALISMO Saludo con gusto al público lector de “El Liberal Mexicano”, al que invito al debate en torno a la naturalez...