Voy a usar este título en vez de
nombrar a este ensayo Michoacán, o mejor Estado de México o el más preciso, Sur
del estado de México. Pero prefiero usar la información conocida, editada
cuidadosamente, con filtros, actualizada, de los acontecimientos conocidos y
los no tan conocidos que asolan a la entidad vecina.
Es usar el sarcasmo “se lo digo a
Juan para que me escuche Pedro”. Es hablar de la República Mariguanera, (revista
emeequis no. 260 agosto 2011)
merecidamente ganadora del Premio Internacional de Periodismo Rey de España,
para los autores Humberto Padgett y Dalia Martínez. Es leer La Tierra Narca
(2012) de Francisco Cruz, es revisar las
entradas en el blog Nuestro Tiempo, de este último y Miguel Alvarado, además de
otros colaboradores.
Quizás sea mejor referirse a los
episodios sangrientos que se conocieron en la historia internacional como “El
Terror”, el periodo de cambios posteriores a la Revolución Francesa (1789) y
que se impuso con el propósito de consolidar el nuevo régimen y eliminar a los
que se le oponían, incluyéndose, así lo constata la historia, a ellos mismos,
los que alentaron, justificaron y promovieron el Terror. Se llamó Comité
de Salvación pública al cuerpo colegiado de diez o doce integrantes, encabezado
por Maximiliano
Robespierre,
quien señalaría: “El terror no es más que la justicia rápida, severa, e
inflexible”
La
demencia con que se aplicaron medidas para salvaguardar las conquistas
Revolucionarias, y con el fin de eliminar las amenazas organizadas por los
contra revolucionarios, fue de una crueldad nunca antes vista. La guillotina
que cercenara las cabezas de Luis XVI y María Antonieta, cayó sobre miles de ciudadanos franceses inocentes,
víctimas de las denuncias que como el actual 088, eran suficientes para
condenar y ajusticiar a los indiciados. Entonces, se colocaban buzones cerrados
y con carácter anónimo, -como invita el gobierno mexicano- se recogían los
nombres y se justificaba que era por razón de estado. Como sucede aquí y ahora
con los videos, las denuncias que cumplen con los encargos del Terror, del
horror, las visitas forzosas al “Cerro”, los políticos filmados y aterrados,
incluso, se menciona, con insistencia, que existe un video de Luis Videgaray
Caso, solicitando explícitamente a la “Tuta” un apoyo en efectivo, para la
campaña presidencial de Enrique Peña Nieto. “Cuando el rio suena es que agua
lleva”
En
Francia, la tiranía de las mayorías con base en el terror, tuvo una duración de aproximadamente un año. La consolidación de la primera República nunca pudo
lograrse plenamente y, en su camino fueron cayendo uno a uno los Girondinos
(los grupos moderados y partidarios del federalismo), los Jacobinos (los más
radicales, los más revolucionarios, los más violentos) cayeron Danton y
Desmoullins, no sobrevivieron los termidorianos (todavía republicanos pero
conservadores) ni siquiera se salvó de ser devorado por ese monstruo culpígeno,
que acosa, que lleva a la muerte que enemista, que mata, hermanos contra
hermanos, el mismo Maximiliano Robespierre, decapitado, como todos. Igual que
el Rey.
En
Francia, luego, regresaron los realistas que nunca se habían ido, como sucedió
en México con el PRI. Sobrevivieron los políticos que como Fouché pasaron del
jacobinismo más radical, al bonapartismo recalcitrante, del conservadurismo al
libertinaje, de la revolución a la aristocracia realista. Como en México, entre
quienes no distinguen, ni les importa ser del PRI o del PRD o del PAN. Son
modernos Fouches en México, Javier Lozano, los Gobernadores Mario López y
Moreno Valle, “los chuchos” Jesús
Zambrano y Jesús Ortega y hay miles más, es el estilo de la corrupción
absoluta, el poder absoluto.
En
Michoacán los antivalores dictan el comportamiento casi animal del ser humano
acentuado en los tiempos de crisis y finalmente se instalan como los modelos
ejemplares de conducta. Nadie es nada si no obtiene dinero y, con él, poder. Si
no hay para comer de nada sirve el conocimiento. Algo falla y también
cualquiera puede comunicar, convertirse en fedatario de lo que observa. Pero
una cosa es mirar y otra poder narrar, entender lo que se mira.
No
sé si tenga los elementos para entender a Michoacán, es una historia de siglos,
son culturas que se integraron de una manera particular a la religión de los
Conquistadores. Pero si puedo asociar libremente y como en un diván de analista
traer a mi mente las imágenes del Padre Marcial Maciel, de la Gran Familia de Mama
Rosa; es la doctora en ginecología que se auto secuestró, mutiló y amenazó a
sus compañeros, para intentar forzar a su novio a volver con ella; es, ¡claro!
Martha Sahagún, casos patológicos, exclusivos solamente en Zamora, el bastión
conservador del PAN en Michoacán.
Veo
al defenestrado Gobernador Vallejo, frankesteiniano, declarando no saber que Jesús
Reyna su jefe de campaña política, Secretario de Gobierno, dos veces Diputado,
pertenecía al grupo criminal dominante, ni que su hijo el “Gerber” haya estado
reunido –lo levantaron aún alcanzo a declarar- y pactando con los líderes de La
Empresa, los “Caminos de Michoacán”
La
debacle de la ganadería en el estado, los precios del limón, las cosechas de
aguacate, el invento del crack en Tepalcatepec, los cargamentos de minerales en
el Puerto Lázaro Cárdenas, los precursores y materias primas para la
elaboración de metanfetaminas. “Aquí es la Tierra Caliente michoacana. Es el
mediodía. Huetamo, a unos ciento treinta kilómetros al sur de Toluca, se
muestra apacible y casi desierto. Los treinta y cinco grados a la sombra, en
pleno otoño, imposibilitan actividades al aire libre. Hace calor en serio”
Y agrega Tim Padgett que “Ni
siquiera dentro de la presidencia municipal afloja el calor que ahoga a
cualquier “extranjero”, como aquí llaman a quien no haya nacido en esta franja
de Michoacán, Guerrero y una muesca del Estado de México”
La
guerra en Gaza no es igual a la guerra del narco en México, aunque los frentes
son tan mortíferos, uno como el otro. Pero la enorme diferencia, que marca los
contrastes y hiela la sangre es que mientras la primera, con el rostro
ensangrentado es trasmitida en vivo a todo el mundo, incluso a Israel, en
cambio la segunda, más anónima, pasa desapercibida, no obstante la existencia
de una lista de más 100 mil muertos y
cerca de 25 mil desplazados. La guerra en Gaza es lo mismo que la guerra en Michoacán.
Eufórico,
Enrique Peña, presidente de México, vino a decir el pasado 17 de junio, que los índices de criminalidad han bajado. Rodeado
de militares, en un atrevimiento feliz e inspirado, Peña apuntaba que “de los
122 delincuentes más peligrosos y buscados, hoy 82 ya no representan una
amenaza para las familias o para las comunidades del país…”
Mientras tanto, el representante
personal y del Gobierno que encabeza, Enrique Peña Nieto agrega un nuevo
detenido a su lista de peligrosos ‘‘Ya se habían tardado’’, dicen al conocerse
la detención del Presidente Municipal de Apatzingán, Uriel Chávez Mendoza. Pero
otros más –que piden no dar sus nombres con todo y ‘‘vuelta a la normalidad’’–
no se explican por qué detuvieron, y ahora, al edil señalado por las autodefensas
como pieza clave de la estructura criminal… Un político calentano lo expresa
así: ‘‘Uriel presumía su amistad con el comisionado (Alfredo Castillo) y quién
sabe qué hizo para que lo detuvieran, porque le deben mucho’’.
– ¿Qué le deben? –Pues nomás que
él puso (delató) al difunto.
Todavía a mediados de marzo, el
Comisionado Castillo declaraba que ‘‘Él sigue siendo presidente municipal’’, a
pesar de las denuncias presentadas por el Padre Goyo. Y aunque está detenido y
consignado, hasta el momento, la acusación más sólida contra Chávez –o al menos
la que ha divulgado la procuraduría michoacana, en la que manda un subordinado
de Castillo– es que el alcalde descontaba 20 mil pesos mensuales a cada
regidor. Nuevamente un video hizo el milagro. El video de esa reunión circuló
profusamente en las redes sociales.
¿Por qué ahora? Se preguntan los
calentenses (esto fue el pasado mes de abril): porque el comisionado Castillo
necesitaba ofrecer un paquete ‘‘convincente’’ a los líderes de las
autodefensas, y la cabeza de Uriel Chávez había sido una de sus exigencias más
reiteradas. Las acusaciones públicas, que no necesariamente judiciales, que
pesan sobre el alcalde, son demasiadas para ignorarlas.
Hay que reconocer que el enemigo
público número uno del alcalde Uriel Chávez fue el Padre Goyo. “El
protagonismo del sacerdote le costó que lo mandaran a ‘‘estudiar’’ fuera. Unos
días antes de su retiro temporal, en una reunión con los principales dirigentes
de un incipiente ‘‘concejo ciudadano’’, Goyo habló de las
presiones que sobre él ejercía la estructura de la diócesis: ‘‘Le tengo más
miedo al cártel de dentro que al de afuera’’, dijo, no tan en
broma. En entrevista con este diario, publicada el pasado 27 de febrero, el sacerdote
Gregorio López se refirió en extenso al alcalde: ‘‘Chávez compró la elección.
No hubo oposición. El candidato del PRD tuvo que salir dos meses antes de la
elección, y el del PAN era encargado de logística del propio candidato priísta,
un pelele. Aquí se compró la carreta y también los bueyes” declaró el Padre
Goyo antes de abandonar Apatzingán, al periódico El Universal.
Para Michoacán quedan pendientes
muchas respuestas ¿Qué puede hacer la sociedad civil abandonada por su
gobierno? Se han cooptado las defensas rurales, se integraron artificialmente
las guardias comunitarias, se tiene detenido injustamente al Dr. Mireles…
No lo saben, y si lo saben la
respuesta no será la sumisión. La Tierra Caliente comparte todo con sus vecinos
de Guerrero y el estado de México. También el deseo de emanciparse y formar su
propia entidad, un estado calentano que pueda ver para sí mismo ante el
abandono oficial al que ha sido sometido por años. Y ese abandono, abonado en
la lejanía y las riquezas naturales inexplotadas, permite también a los
cárteles instalarse con total impunidad, o casi.
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