Asombra ver en el periódico dominical, fotografías de la juventud estudiosa gala, manifestándose en las calles, protestando y oponiéndose al plan de reforma educativa francesa. Muestras de apoyo a sus mentores amenazados con el despido. Me da pena ver a la juventud mexicana estéril, extraviada, apática. Mientras en Paris se enfrenta en las calles, la inconformidad de muchachos de preparatoria y universidad, en México la misma generación se esconde en disfraces de tristeza y frustración. En Francia conviven hombres y mujeres de razas y orígenes diversos, su selección de fútbol es una muestra. En cambio la juventud mexicana se escapa y esconde, crea y recrea identidades extrañas –emos, darketos, pochos, punketos, góticos, ñeros, droogos, maras, cholos- personalidades ajenas en busca de ser, algo, alguien, frente a la desproporcionada injusticia e inequidad, por sentirse, por estar desamparados, solos y derrotados de antemano: la selección de fútbol mexicana sub-23 lo prueba.
Allá la policía francesa dispara chorros de agua y gases lacrimógenos para intentar controlar la situación; aquí Elba Esther Gordillo dispara vilezas, amenazas, calumnias y traición, para someter, reprimir, manipular e imponer. Ese es el botín de esta sinvergüenza. Es la líder de todo el magisterio, todo y es la cabeza, responsable y culpable de la sujeción política y del exterminio de la voluntad y de las conciencias de nuestros hijos e hijas.
Elba Esther es dueña y señora de todo el magisterio público, de todos los niveles y circunscripciones: “es federal, nosotros somos estatales” repiten sin cesar, los maestros pobres que no alcanzan a entender siquiera en donde están parados.
Son sus soldados, el magisterio obediente, conchudo, mediocre, aburguesado y comodino que sonríe con el cheque quincenal, acepta todo con tal de recibir el préstamo para el auto, se engañan y recrean con las maestrías al vapor, “patito” que solo sirven para que les aumenten el sueldo.
¿Qué alumno en México saldría a enfrentar a las policías calderonianas por sus maestros? Ninguno, es la respuesta. Maestros que cobran y no imparten clases, que repiten las guías y tonterías obligadas nada más. Maestros incultos, sin preparación real. Maestros de la superación moral, de las armaduras oxidadas y de los charlatanes de la literatura. Eso si, maestros en el arte del acarreo, y de las votaciones por consigna, como la que se prepara ya en Tejupilco mismo.
Mientras tanto escucho reclamos, hastió, decepción en los estudiantes, por no tener clases, porque la universidad les exige el pase de lista, porque los maestros se entretienen calificando los apuntes bien presentados. En la Universidad.
Loa grandes ganones de esta catástrofe nacional, pérdida moral fundamental, sin duda son los patrones de la Gordillo, las empresas asociadas a la iglesia católica fundadora de escuelas. Legionarios, Jesuitas, Opus Dei. Receptores de aquellos jóvenes que llegan a la inmolación económica, con tal de estudiar en una escuela de ricos y claro las minorías elitistas, beneficiarias de los negocios sucios todos de mama y papá.Uno de estos mecenas y gurus de esta vuelta al siglo decimonónico, Lorenzo Servitje es el gran afortunado, beneficiado por la panadería BIMBO, que tanto daño causa y convierte a nuestros niños en gordos y tripones
Allá la policía francesa dispara chorros de agua y gases lacrimógenos para intentar controlar la situación; aquí Elba Esther Gordillo dispara vilezas, amenazas, calumnias y traición, para someter, reprimir, manipular e imponer. Ese es el botín de esta sinvergüenza. Es la líder de todo el magisterio, todo y es la cabeza, responsable y culpable de la sujeción política y del exterminio de la voluntad y de las conciencias de nuestros hijos e hijas.
Elba Esther es dueña y señora de todo el magisterio público, de todos los niveles y circunscripciones: “es federal, nosotros somos estatales” repiten sin cesar, los maestros pobres que no alcanzan a entender siquiera en donde están parados.
Son sus soldados, el magisterio obediente, conchudo, mediocre, aburguesado y comodino que sonríe con el cheque quincenal, acepta todo con tal de recibir el préstamo para el auto, se engañan y recrean con las maestrías al vapor, “patito” que solo sirven para que les aumenten el sueldo.
¿Qué alumno en México saldría a enfrentar a las policías calderonianas por sus maestros? Ninguno, es la respuesta. Maestros que cobran y no imparten clases, que repiten las guías y tonterías obligadas nada más. Maestros incultos, sin preparación real. Maestros de la superación moral, de las armaduras oxidadas y de los charlatanes de la literatura. Eso si, maestros en el arte del acarreo, y de las votaciones por consigna, como la que se prepara ya en Tejupilco mismo.
Mientras tanto escucho reclamos, hastió, decepción en los estudiantes, por no tener clases, porque la universidad les exige el pase de lista, porque los maestros se entretienen calificando los apuntes bien presentados. En la Universidad.
Loa grandes ganones de esta catástrofe nacional, pérdida moral fundamental, sin duda son los patrones de la Gordillo, las empresas asociadas a la iglesia católica fundadora de escuelas. Legionarios, Jesuitas, Opus Dei. Receptores de aquellos jóvenes que llegan a la inmolación económica, con tal de estudiar en una escuela de ricos y claro las minorías elitistas, beneficiarias de los negocios sucios todos de mama y papá.Uno de estos mecenas y gurus de esta vuelta al siglo decimonónico, Lorenzo Servitje es el gran afortunado, beneficiado por la panadería BIMBO, que tanto daño causa y convierte a nuestros niños en gordos y tripones
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