Acostumbrado a leer el periódico desde que tengo uso de razón, lo primero que hice al empezar a vivir en el nuevo vecindario de Temascaltepec, fue buscar las noticias y encontrar el periódico El Monitor, que entonces, hace 22 años tenía una frecuencia semanal.
Quiero aprovechar este momento memorable, para sumarme al festejo de un aniversario más, un año de trabajo en la cuenta de una empresa que es esfuerzo, es suma, es compendio y mas que todo es el testimonio escrito de una región, de un Estado y de un País que es México. Enhorabuena para esta Casa Editorial y para Don Félix Garcia, por cumplir treinta y un años de servicio a la comunidad, al gobierno, a la educación y deporte, a la sociedad y sus eventos, con las costumbres, artesanías y fiestas, en las competencias electorales, proyectos empresariales, con la oferta y demanda de empleos, por las reseñas de sucesos demográficos, culturales, con la nota policíaca y las columnas de quienes colaboramos y hemos aprendido a sentirnos parte de este proyecto, a entender y querer al Sur de México.
Porque a lo largo de 31 años, el Monitor no ha parado por dar a conocer la geografía, topografía, medio ambiente, flora, fauna y agricultura de pueblos tan cercanos, tan alejados como Tlatlaya y Temascaltepec, el “benjamín” Luvianos y su historia original, Amatepec, San Simón de Guerrero y por supuesto que Tejupilco, pujante. Pero la influencia de El Monitor alcanza hasta Valle de Bravo y mas allá, Donato Guerra y Colorines y Otzoloapan y Zacazonapan -famoso por la cancioncita tediosa pero pegajosa- y por supuesto Toluca y sus centros del poder.
Recuerdo bien que apenas tenía cinco meses viviendo en Temascaltepec, cuando una mañana de agosto de 1989 supe de la clausura de “la Tienda” de Temascaltepec, El Mayoreo del Sur. Ese día todo cambió en mi vida. Encontré en esta lejana región a mi terruño original, hombres y mujeres que con la fuerza de la confianza, la amistad y la generosidad, de súbito, imprevistamente, un golpe de timón, una apuesta afortunada, en un solo día bastó, para “tratar” y hacernos amigos para siempre. Así me hice y así me convertí por años en el abarrotero de Temascaltepec. Creo que esa misma semana, apenas comenzaba a inaugurar las operaciones de lo que al paso del tiempo se convertiría en todo un centro comercial, inédito, moderno, abarrotado de mercancías diversas, en que conocí, paso a verme, a las puertas del comercio, otro leal colaborador del Monitor, un auténtico paladín del periodismo mexiquense: Agustín Aviles, a la sazón reportero, voceador de este medio festejado, en este pueblo que entonces, apenas comenzaba a poder nombrar.
No paso mucho tiempo para que tuviera el gusto de conocer personalmente a Don Félix Garcia. Casi desde un principio, El Mayoreo del Sur se convirtió en un punto de venta de revistas y toda clase de publicaciones nacionales y por supuesto que del periódico El Monitor. Desde entonces, el acuerdo entre Félix y yo fue esperar por un paquete que vendría en el autobús de Toluca, todos los días sábado, entre las 8 y las 9 de la mañana.
Se convirtió en un gusto y se hizo una costumbre la visita de Don Félix, siempre acompañado por la querida Lilia, con su libreta en la mano, cámara en las bolsas, ordenada y eficiente, dulce y eficaz. Fueron años de pasar y hacer cuentas, contar las noticias, aprender de la experiencia, de los recuerdos, del trabajo.
Han transcurrido 31 años de periodismo auténtico, local, nacional con estilo propio y sello de la casa., Tiempo que la política estatal ha visto desfilar el gobierno de Jorge Jiménez Cantú, Alfredo del Mazo y quien le sustituye Alfredo Baranda, mientras su tocayo va y juega el papel de comparsa en la opera bufa del hermano que nunca tuvo el Presidente. Tras el interregno de Beteta y su reemplazo por el eficiente Pichardo Pagaza, es notorio que todo cambia, en el Estado de México. Porque la continuidad ahora de Emilio Chuayffet, con el relevo de Cesar Camacho, hasta llegar a la fórmula del tío y el sobrino, Arturo Montiel y Enrique Peña Nieto, se ve marcada por dos tópicos centrales en la historia del Estado, sus usos y costumbres: la quiebra del agro mexiquense y los flujos en las riquezas de las arcas municipales, por las participaciones presupuestales inesperadas.
El Monitor ha sido parte de esa vorágine. De la fecha del parto del Monitor y sus cuatro hojitas que compusieron el numero primero de la edición original, a la fecha se puede constatar que la familias campesinas, la autosuficiencia alimentaria, y la paz provinciana se han alterado en familias desintegradas, separadas por fronteras cada día mayormente infranqueables. En el abandono de las labores del campo -ya no se recoge el café ni se siembra el maíz, porque no es costeable, y resulta más barata una lata de café que proviene de África o una tonelada de maíz de Canadá-. Y de la paz ni se diga, cuando la violencia bestial, la degeneración social y la perversión criminal han hecho presa a todo México, del cual no ha podido escapar, desgraciadamente, este Sur Nacional.
Que bueno que en este día de fiesta por el año que ha transcurrido, el Monitor pueda seguir siendo actor y promotor de los cambios que registra la vida nacional y que hoy, casualmente, registra dos acontecimientos que pueden ser determinantes en el rumbo por un México mejor: se trata de la aprobación de las candidaturas ciudadanas para elegir desde Presidente de la República hasta Alcaldes municipales, con lo cual se abre la puerta para romper el monopolio dictatorial que ejercen los partidos políticos; y que el Chicharito Hernández, en su primero año, llega a la final de la Copa Europea de Futbol.
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