Thursday, April 07, 2011

ZMCM

“El Área Metropolitana de la Ciudad de México es el testimonio del fenómeno de urbanización de mayor amplitud que el ser humano haya conocido hasta la fecha. Resultado no previsto de la interacción de diferentes elementos, tanto políticos y económicos, como geográficos y poblacionales, se ha convertido ya en objeto de reflexiones que anticipan tendencias futuras y acciones visionarias”.


¹A partir de 2005 se reconoce que la Zona Metropolitana de la Ciudad de México comprende las 16 Delegaciones Políticas del DF, 59 Municipios del Estado de México y Tizayuca del estado de Hidalgo.

² Se consideran 16 Municipios Conurbados en los Censos 1970 y 1980. A partir de 1990 son los 27 siguientes: Acolman, Atenco, Atizapan de Zaragoza, Coacalco, Cuautitln, Cuautitln Izcalli, Chalco, Chicoloapan, Chimalhuacan, Ecatepec, Huixquilucan, Ixtapaluca, Jaltenco, Melchor Ocampo, Naucalpan, Nezahualcoyotl, Nextlalpan, Nicolás Romero, La Paz, Tecamac, Teoloyucan, Tepotzotlan, Texcoco, Tlalnepantla, Tultepec, Tultitlan, Zumpango.

³ Tasa simple del periodo 2005-1970

ª Cifras Estimadas

Las cifras del cuadro ilustran lo anterior, pero no explican que las causas de este crecimiento y concentración social, son ante todo políticas, razones de Estado, entreveradas con la historia, costumbres, principios y formas de gobierno. Es donde hay que rascar para entender la megápoli, que nuevamente vuelve a ser centro determinante, de las batallas políticas decisivas para la historia de México.

Recuerdo que yo jugaba béisbol en el año de 1975 y pasaban a recogerme a la estación del metro San Lázaro, para transportar a la “novena” a los llanos de Pantitlan, despuecito de la Clínica 25 del IMSS. Más allá solo era la inmensidad de las tierras desecadas y robadas al vaso del Lago de Texcoco. La especulación amparada y propiciada por los gobiernos del estado de México, la necesidad de mano de obra en la Ciudad de México, las decisiones absurdas del Gobierno de Luis Echeverria para perforar pozos y abastecer de agua al nuevo reducto migratorio, a los cinturones de miseria extrema asentados en los alrededores del DF, generaron en parte esa monstruosidad.

Entonces, no podíamos fallar al momento del fildeo, porque un roletazo se convertía en “jonron” Y mientras los fraccionadotes comenzaban a lotificar y durante años, mucho tiempo a invitar a incautos a adquirir en las salitrosas manzanas de La Aurora, un terreno para la familia, fueron los “heroicos” transportistas del DF, aquellos a quienes acuso de “pulpo camionero” el Regente Hank González, -inaugurando a partir de 1976 en la Capital de México, el estilo de la prensa vendida y del negocio patrimonial a titulo personal- los que hacían el servicio indispensable de comunicación entre los centros de trabajo y las nacientes ciudades dormitorios.

Fueron tiempos en que la figura de la Capital de la República, se equiparaba al papel que asumían los hijos varones primogénitos de la familia tradicional. Eran quienes recibían todos los estímulos y beneficios posibles, con la esperanza de que sus estudios y desarrollo profesional luego alcanzaran para incorporar a la ruta del éxito a los demás miembros de la familia, a todos los Estados de la República que se conformaban con emigrar y asentarse en los cinturones alrededor de México DF. Así nació Neza y luego Ecatepec y se poblaron Chimalhuacan y Chiconcuac y entonces, en el DF no faltaron peones, sirvientas, albañiles, cargadores, porque los migrantes primeros constituían ejércitos de mano de obra, sin ninguna calificación. A partir de entonces dejo de ser cierto el dicho de que “saliendo de México todo es Cuautitlan”

“Considerando el problema con sindéresis, puede afirmarse que esta especie de ensimismamiento del país en la región capital, que ya data de mas de 500 años, se inicio en varios órdenes.” Años mas tarde realice un estudio de diagnóstico para Miguel de la Madrid, quien quería identificara las causas económicas de tamaña concentración alrededor de la Zona Metropolitana de la Ciudad de México. Y aunque las metodologías empleadas, fueron tecnocraticamente superiores, en maromas matemáticas que embobaban a propios y extraños, siempre supe que los resultados eran completamente parciales e insuficientes.

Hoy que me veo reflejado en el cuadro que elaboré, pues fue en el periplo 1980-1990, cuando la población del DF disminuyo ante los destrozos ocasionados por los pésimos gobiernos del PRI. Ahora que nuevamente se erige en pináculo de la nación, la Ciudad de México se apresta a impulsar en el Estado de México las medidas políticas que han sido causa de éxito y progreso en el “ombligo de la luna”, contra la apuesta de continuidad por la estructura de poder del grupo Atlacomulco, esta vez en manos de un político reducido a tareas de grilla estatal, de manipulaciones locales, en el old trick del in-out-in-out.

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