EL HÉROE DESCONOCIDO

Inicio con el titulo de la obra mas conocida de Miguel Alemán jr., en este día que arrancan las campañas electorales en el Estado de México. Una definición sucinta dice que “en la novela, el autor nos relata la historia de un personaje que no existió y como se construye su mito” Es el caso del candidato que corre en pos de ese paradigma, es el caso de de Eruviel Ávila, que en cuarenta y cinco días pretende convertirse en el héroe que el Estado de México necesita, en el icono representativo para las masas acostumbradas a ser engañadas, manipuladas, sometidas, reprimidas, mal educadas. El santón al que muchos creen hay que encomendarse, el receptor de la parafernalia que lo intentara posicionar en el gusto, en la mente y la fe, las creencias, esperanzas, principio y fin. El Príncipe esperado para muchos mexiquenses sin horizontes, desesperados, sin escrúpulos y sin amor a si mismos.

Un ejemplo de cómo sucede este proceso es el caso de Mariano Mociño que en Temascaltepec se pretende convertir no solo en el apellido del Municipio donde nació, sino en el científico más importante que haya dado México. Eso no es cierto. Aunque reconozco la obra de este ilustre investigador, hay mucho que decir en contra del papel realmente desempeñado por este paisano ancestral (ver en CARTAS SUREÑAS “Histerietas” Pág. 288). Mariano Mociño no solo no era mexicano, por la simple razón de que aún no existía México, sino que tampoco fue quien encabezo la Real Expedición Botánica, y si en cambio, fue un científico con tan mala suerte que no pudo ver materializado su trabajo, no obtuvo reconocimiento alguno por sus hallazgos perpetuados por los dibujantes que acompañaban la ruta de investigación, e incluso tuvo que salir expulsado de la metrópoli española, acusado de colaborar con los Borbones, cuando Napoleón había arrojado al monarca español, lo que abrió, por cierto, las puertas para que en la Nueva España se escucharan voces de independencia y libertad.

Además, como científico, su reputación extraordinaria, tendría que pedirle permiso primeramente al Gran Packal II o a su hijo Balam, quienes construyen Palenque hace más de 600 años, dejando testimonio de sus dotes arquitectónicos, matemáticos, de física, astronomía, (ver en CARTAS SUREÑAS “Apocalipsis Now” Pág. 267) a tal grado que muchos seres humanos, esperan con terror la llegada de diciembre de 2012, anticipada en la lápida que cubre los restos de Packal, el padre, (y en uno de los tres Códigos que salvaron la quema por los fanáticos religiosos que invadieron y destruyeron la ciencia incomprendida, para quienes en ese entonces negaban hechos tan elementales como la teoría helio centrista) donde se prevé desde entonces la conjunción de todos los planetas del sistema solar, algo tan sorprendente como la presencia de dos eclipses increíbles: uno de Venus que orbitara frente al sol y otro del astro rey, devorado por la luna y que solo podrán ser vistos en un solo lugar, en el hemisferio sur, frente a las costas de Chile, en la Isla de Juan Fernández, rebautizada como isla del Apocalipsis en el sitio donde se han encontrado vestigios mayas, justamente donde aparece una piedra con facciones de jaguar. Igualmente podrían construirse otras historias en torno a Quetzlcoatl, o el Rey Poeta, pero tampoco se puede afirmar que ellos fueran mexicanos.

Alfonso Caso, Julián Adem, González Camarena, Julio Torri, Ramírez Vázquez, Gustavo Baz, Emilio Rosenblueth, Sandoval Vallarta, el Dr. Zubirán, Gabino Barreda, Piña Chan, Alfonso Reyes, hay mucho México y muchos hombres ilustres, para hacer de un héroe desconocido el súmmum de la ciencia nacional. Valga este punto de vista (así lo espero) para invitar a un arte inexistente en el estado de México, acostumbrado a la construcción de mitos y mentiras, como es el caso que arranca el día de hoy con Eruviel Ávila: el de la polémica y el debate. Es una signatura pendiente. Ya se habla de enfrentarse en debate los candidatos, en foros especialmente preparados para el lucimiento de ellos, con moderadores a modo –valga la redundancia- y preguntas desviadas, oratorias aburrida, incapaces para hacer de este arte un verdadero debate: directo, con argumentos, con la fineza de la retórica.

Me parece que este ejercicio, el del debate debe ser una materia escolar y seria indispensable que la materia se llevara a cabo con los personajes de todos los niveles, en la burocracia estatal, con los maestros. Por un momento, les invito a imaginar a los directivos municipales del PRI o a los Síndicos y Regidores, entrar en debate con la ciudadanía, sin más propósito que hacer de este medio, la encrucijada del saber hacer, del entendimiento, de la práctica natural de gobierno.

Mejor seria oportuno celebrar que la causa que llevo a la UNAM a reproducir los trabajos de Mariano Mociño, haya sido impulsada por el Maestro Jaime Labastida, a quien conozco desde hace tantos años, cada que escribía su columna en el Excelsior, mucho antes que conociera y colaborara con su hermano Francisco y que tuvo, entre tantos méritos que son incontables, haber titulado una de sus aportaciones periodísticas ¿Es verdad que Zedillo va a renunciar?, que causo estupor entre los miembros del gobierno naciente del Presidente que sustituyo al Candidato sacrificado en Lomas Taurinas, sin mas méritos que ser el protegido y favorito del Dr. Cordová y ser destapado en un video mostrado a los lideres del PRI, por Manlio Fabio Beltrones, en el que se mira a Colosio elogiando a Ernesto Zedillo, al autor de la quiebra nacional que pulverizo a la clase media mexicana.

Han cambiado mucho los tiempos, aún en 1994, el ejercicio de la prensa sufría censuras que no impidieron al Maestro Labastida escribir su texto. Lamentablemente esos tiempos no acaban de llegar al Sur de México. Casi nadie se entero del acto que reunió la obra de Mariano Mociño y a Jaime Labastida, excepto las “juerzas vivas” que, dicen las noticias, comieron opíparamente en casa de Isidro Muñoz y en compañía del poderoso Cesar Camacho (¡saludos Gobernador!)

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