El pasado sábado 15 se verifico
en todo el mundo global, un auténtico acto político, primigenio, complejo, en
ciernes, pero con potencialidad para que las cosas se hagan de manera diferente,
muy diferente, ha como ahora se gobierna, se vive, se mata, se roba y se muere.
El Movimiento 15-M, también llamado Movimiento de los Indignados, es un expresión
ciudadana formada el 15 de mayo de 2011, con una serie de protestas pacíficas
en España, con la intención de promover una democracia más participativa,
alejada del bipartidismo PSOE-PP (en México es la entelequia PRI-PAN-PRD y
adláteres pervertidos: verde, blancos, naranjas…) y del dominio de bancos y
corporaciones, así como una auténtica división de poderes y otras medidas para
mejorar el sistema democrático. Ha aglutinado a diversos colectivos ciudadanos
con distintos lemas: “No somos marionetas ni mercancías, en manos de políticos
y banqueros” o “Democracia real ¡YA!”. El movimiento nacido de la indignación
en calles de toda España exportó su protesta a medio mundo: Tokio, Sidney,
Auckland, Kuala Lumpur, Buenos Aires, Santiago de Chile, Los Ángeles, Sao Paulo,
Ciudad de México (solo allí, mientras el resto de México parece dormido). Y,
por supuesto, las principales ciudades de Europa. El 15-M Los Indignados,
consiguió, que su eco sonara bien lejos. En 951 ciudades de 82 países.
En Times Square de New York, las
expresiones sobresalieron, por haberse realizado en el centro neurálgico del
desorden mundial, de la amenaza global, de la guerra, el dinero, la corrupción,
la droga: de todo lo malo y de nada bueno: "Es impresionante ver cómo la
gente despierta y reacciona". Había lemas muy variados. "La deuda es
esclavitud", "No somos vuestros esclavos", "No rescates
bancos, rescata personas", (filosofía de AMLO desde los años del FOBAPROA)
"Cría bancos y te comerás sus crisis", "Despierta,
América", "Más impuestos para los ricos", "Acabamos de
empezar". Y la cifra más ubicua, la que hay que recordar: "Todos
somos el 99%" (nuevamente recordar el intento de desafuero contra AMLO y
el poder de la gente)
Se trata del nacimiento de una
nueva ciudadanía, parece ser la síntesis contundente: "haber despertado
una conciencia crítica" en buena parte de la sociedad. "Volvemos a
ser seres políticos (es la parte esencial) parecía que la política era votar
cada cuatro años y eso ya no es así (es la conclusión lógica). No hay que
tragarse la intentona por imponer a Peña Nieta, como hecho consumado. Es un
cuento chino, es una ca(r)gada electrónica
Porque en otra escala. Un asunto
que parece local y no lo es. Cosa de
vida o muerte. Hay un movimiento de indignación que pasa desapercibido en
México, por convenir así, a los agentes del poder. Se trata de Cherán, un
pueblo purépecha en las montañas del estado mexicano de Michoacán, que el 15 de
abril de 2011 se rebeló. No contra la opresión del gobierno, sino porque, en
ausencia de éste, mandan las bandas criminales. Lo que sucede en Cherán, es un
producto de la infiltración del dinero de la delincuencia organizada en el
pasado proceso electoral municipal. La compra de puestos de representación
popular "está pasando en Michoacán y en todo México". "no hay
controles sobre el flujo financiero que llega a las campañas. Los candidatos a
puestos de elección popular ya no compiten con proyectos, compiten con dinero.
Sólo así se ganan los comicios y así se le abre paso al narcotráfico".Un
estudio del Senado de la
República, difundido en agosto de 2010, reveló que seis de
cada 10 municipios del país están infiltrados por el narcotráfico. En
localidades como Cherán, además, el problema se agrava porque la condición
indígena de las víctimas es motivo para la discriminación y el olvido por parte
de las autoridades.
El resultado es el desprestigio
de la democracia electoral: los cheranenses (y seguramente una cada vez mayoría
de mexicanos) ven a los partidos políticos como los responsables de la
discordia que permitió que el crimen organizado los (nos) encontrara divididos
y aprovechara la oportunidad.
Convertida en cocina comunitaria,
la fogata ayuda a la manutención de los habitantes de Cherán. Si la opresión de
los talamontes y los grupos armados había golpeado la economía local antes del
15 de abril, la insurrección casi acabó con ella. La gente controla ahora las
calles y los accesos al pueblo, donde no hay más secuestros, extorsiones ni
asesinatos. Fuera de sus límites, sin embargo, se extiende una peligrosa tierra
de nadie.
Cherán depende de los ingresos de
los empleados gubernamentales, como los profesores, y de la ayuda exterior. Los
vecinos forman tres equipos que se turnan para pasar la velada en la fogata,
vigilando que nada amenace la seguridad. Uno de los coordinadores interviene
para levantar los ánimos. Les recuerda que "no tenemos alternativa. ¿Nos
rendimos ante los malos? ¿Y qué van a hacer con nosotros cuando vean que no
podemos? Les asegura que están haciendo algo muy importante y que le están
dando ejemplo a México y al mundo. "La fogata es el punto para contar lo
que está pasando", dice un respetado profesor de escuela, de unos 60 años
de edad. "Si una fogata se apaga, se acaba esa luz. Dejan de generarse
ideas".
*Citas tomadas de los Periódicos
El País y Publico.es; de la Revista Esquire,
y; de El Narco en México de Ricardo Ravelo
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