Thursday, October 20, 2011

MIGUEL ANGEL GRANADOS CHAPA

“Escapa a mis impulsos tener dinero o una propiedad.
Prefiero ir, como dijera Machado, ligero de equipaje”.
Tenia que ser así. No podía despedirse de la vida el Maestro Granados Chapa, sino anunciando en su Plaza Pública: “Esta es la última vez en que nos encontramos. Con esa convicción digo adiós”. Dos días después falleció. Descanse en paz. Y deseo que el siguiente fragmento que reproduzco, de la Revista PROCESO,  sea recibido como un homenaje, un recuerdo de enseñanzas, que le rinde el  periodista que abrevo de la carrera de reportero, editor, cronista, subdirector de información, fundador y director-gerente de la revista PROCESO, de la Jornada, conductor de programas en la UNAM, Radio Educación, Canal 11, Medalla Belisario Domínguez, Doctor Honoris Causa por la UNAM y maestro de generaciones de colegas de verdad.
La columna
 “La columna no debería servir para golpear a los políticos. Para ello, en todo caso, está el mazo. Sobre todo porque la columna ha perdido importancia, debido al ensanchamiento de los periódicos que hoy, a diferencia de antaño (cuyos espacios eran limitados, tornándose incluso aburridos a veces, circunscritos a la información oficial, por lo tanto insustancial), son más entretenidos. En cambio, las columnas tenían un cierto grado de esparcimiento en el cual los políticos podían permitirse mandar mensajes entre sí. Y todavía ocurre, pero mucho menos. Porque ahora las columnas no son ya los espacios más leídos de un diario”.
 La opiomanía
 “Aunque ahora abunda la opiomanía…  porque el despertar de la sociedad, este largo desaletargamiento, ha producido un interés inusitado por la vida política del país haciendo arribar a  personas sin preparación, sin tener ningún interés real por la política, pero sustraídos en la mercadotecnia, cuyo nicho ha creado de la opinión una sustancia banalizadora. Eso ha permitido la multiplicación de estas opiniones triviales, muy a menudo interesadas, tanto en los espacios electrónicos como en los impresos”.
“Yo no quiero ser político”
“Yo no quería hacer carrera política (fue candidato al Gobierno de Hidalgo). Incluso antes y después de esa experiencia me invitaron a ser candidato a diputado y a senador por la vía plurinominal, pero no acepté. De hecho, durante mi campaña no dejé de escribir nunca mi columna, pues no quería, ni quiero, apartarme del periodismo”.
Políticos y columnistas
 “Los columnistas se manejan de otra manera: no pueden distanciarse de los políticos. Así es, mas pueden regular su distancia. Hay quienes se ufanan de comer con los políticos… con eso quieren advertir que ellos, los periodistas, también son importantes. Es una tontería, por supuesto. Porque los periodistas no pueden, ni deben, ser socios de los políticos. Por eso, a la larga, cada periodista está en el lugar que se merece. Y la gente lo sabe”
 Mezquindades y vilezas
 “No sólo en la política, también en el medio periodístico, hay mucha mezquindad y vileza. Es cierto. Pero como dice un refrán, al que vuelvo muy seguido: ‘El que no quiera ver fantasmas, que no salga de noche’. Si quiero ser periodista, me atengo a los efectos positivos y negativos de este oficio”.
 Periodismo y poder
 “Hay un periodismo que se dirige al poder. Es un periodismo que no satisface su misión social. Porque la misión social es la comunicación con la gente, el público, los lectores… antes casi todo el periodismo se dirigía más al poder que a los lectores. Es reciente su dedicación a los lectores y no al poder… o no sólo al poder”.
La censura
“No se ha modificado mucho. La censura a veces empresarial, a veces gubernamental, a veces es simulada, a veces es directa, abierta; hay que enfrentarla según el modo, según quien la ejerza. No hay un solo modo de enfrentarse a ella… salvo el ejercicio mismo de la libertad de expresión”.
Los excesos de la prensa mexicana
 “Para mí, uno de ellos es ofender al que no es poderoso. Insultar al que no puede defenderse. Acusar al que no puede decir su verdad. No hay exceso cuando uno se refiere al poderoso, pero sí hay cuando uno se refiere al que no lo es.
“Tampoco puedo dejar de señalar que una de las cosas que detesto del periodismo de hoy es su conversión en negocio… no es lícito convertir al periodismo en negocio, simular que se hace periodismo para hacer negocio”.
 Las nuevas tecnologías
 “Las nuevas tecnologías abrirán un espacio al periodismo de calidad. Tan sólo el acceso a la información es ahora una gran ventaja de la sociedad. Y no hemos aprovechado todavía este acceso plenamente. Es real: la tecnología contemporánea ensancha considerablemente la búsqueda de información y la posibilidad de comunicación. Ahí hay, claro, un terreno inmenso para la comunicación profesional”.

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