Decía Porfirio Muñoz Ledo que había
un PRI “chiquito” y uno “grandote”, para referirse al sistema político
mexicano, que elegía Presidente y Senadores de la República cada seis años
y Diputaciones o Presidencias Municipales, cada tres años. Ese era el rostro
amargo del régimen presidencial absolutista, la dictadura perfecta, al servicio
del “Señor Presidente”.
Los cambios ocurridos en México
en las últimas dos décadas, han producido mutaciones y engendros en las formas
de conquistar y de conservar el poder. La visión de Muñoz Ledo se basaba en la soberanía
tiránica, de la voluntad del Presidente y del poder concentrado del régimen de
partido único. El abuso en el poder y las presidencias despóticas, de Luis
Echeverria a Salinas de Gortari, ocasionaron una corriente de opinión, en favor
de desmantelar las fuentes del poder inmenso del Ejecutivo Federal: las
partidas secretas, el manejo discrecional del presupuesto, la imposición de cargos
públicos tanto nivel federal, estatal e incluso municipal, entre muchas otras
fortalezas.
Y aunque las cosas han ido
cambiando, tras la gran división del PRI -que encabeza precisamente Porfirio
junto con Cuauhtemoc Cárdenas en 1987- en la práctica, la transformación del
sistema político ha sido en partes y despacio, mientras se originan de manera
simultanea, otras formas de detentar el poder, de maneras alternativas y
diversas: la candidatura del PRI con Peña Nieto en alianza con TELEVISA y la
permanencia de representantes populares en puestos electorales, pasando de las
Legislaturas Federales a las Estatales y de allí de regreso a los municipios,
constituye una corrupción de la ley, de la política y de la esencia republicana
del estado mexicano.
Estas son las
circunstancias y el escenario en que se han conocido, a las personas que
llevaran las designaciones de candidatos por el PRI a las presidencias
municipales de Temascaltepec y de Tejupilco, y de las candidaturas que se
intercambian los “chapulines” –así se les llama ahora- a las diputaciones local
y federal entre Guillermina Cacique y Noe Barrueta.
Además de las
enormes prerrogativas salariales (Dietas) que perciben ambos políticos, por
estas representaciones populares (casi 220 mil pesos mensuales en el caso de la Diputación Federal
para Noe Barrueta), queda el corrupto precedente de la consagración de la vida
política por designación piramidal, de arriba abajo y la creación de cacicazgos
locales que como sucede en Amatepec, ya ni siquiera necesitan del apelativo,
pues con el apellido basta. La familia Cacique luego de la hermana y del
hermano ahora se prepara a encumbrar a un sobrino, de la misma dinastía.
Pero donde si ha
habido tino para elegir a sus candidatos, el PRI ha acertado por fortuna en los
municipios sureños de mayor prosapia. En Tejupilco, no puedo ocultar el gusto
que me causa saber que Manuel Santin es el candidato, que disputa la Presidencia de
Tejupilco. Las razones para hacer esta declaración pública, son de orden
personal, pero primero las razones políticas: conozco la pasión de Manuel
Santin por el deporte, y reconozco su interés y gusto por la cultura y el
estilo. Me consta que Manuel es una persona que valora y promueve una buena
educación. Y aunque no he tenido aun la oportunidad de expresarle a Manuel mis
congratulaciones, de manera personal, espero y deseo que la lucha política que
esta por emprender abiertamente, sea por el bien de este municipio de Tejupilco
(me imagino que recibiré mas de una critica por esta confesión de parte, pero
antes que el periodismo, existe mi vocación ciudadana por hacer el bien para mi
comunidad y creo que el deporte, la cultura y el turismo son pilares para hacer
que las cosas cambien para bien, y los tres temas son asuntos que pueden ser
promovidos por Manuel Santin) Todo ello sin olvidar las malas artes y practicas
del PRI, y las practicas añejadas y viciosas que ojala y sean desterradas del
estado de México. Reconozco y celebro, así mismo que este proceso al interior
del PRI deja finalmente sin “hueso” a Isael Villa y lo exhibe como un perdedor político, de todas todas: lo
“poncharon” con tres “strikes”, en las diputaciones local, federal y en la
designación de su sucesor.
Mejor es para
Tejupilco que el combate por la alcaldía se concentre entre Manuel Santin y
alguno de los tres candidatos que tengo entendido, trataran de defender el
proyecto político de la izquierda nacional, que debe ser de interés social, y
de justicia. Al momento de escribir esta columna desconozco los resultados de
la encuesta que se promocionó el pasado domingo 29 de abril, pero puedo decir
que conozco poco a Héctor Navarrete y que por ahora, solo se me ocurre
sugerirle, que revise en su página en el Internet y que donde dicen datos bibliográficos,
corrija porque se trata de su biografía. De Isaías, me simpatiza la juventud y
la buena gente que le acompaña, comenzando por su señor padre. Sin embargo,
personalmente no compagino con la ideología propia de los trabajadores
empleados y obreros, -creo que México es mucho mas que el factor trabajo- y me
opongo absolutamente a connivir, con los intereses del magisterio sindical. Y
de Chencho Suárez, puedo decir que
cuando llegue a vivir en Tejupilco y el estaba al frente del municipio, me recibió
de manera inmediata, lo conocí el día que tramite mi licencia de operación y
que tuve siempre atenciones, que me motivaron a invertir en Tejupilco. No
obstante no comparto la idea, como lo digo líneas anteriores, de que las mismas
personas se repitan en los cargos electorales; y de ninguna manera acepto el
abuso del poder, en contra de la prensa y en este caso, mi propia casa
editorial.
Falta el caso de
Temascaltepec y el espacio se termina, así que seré breve y conciso. En
Temascaltepec se prepara el asalto del municipio por un grupo que lleva años
asechando y que ha conseguido imponerse como candidato del PAN. “Los González”
son síntesis de la mentira, el abuso, el chantaje, la amenaza, la simulación y
la facha. Por supuesto que nada de lo que mencionan en sus currícula son
ciertas. Basta preguntar a muchísimos proveedores toluqueños, comenzando por
las agencias automotrices, para que los originarios de Temascaltepec de González,
respondan por la mala fama adquirida, desde hace ya muchos años.
Por eso es que
el Dr. Galicia tiene un reto muy importante y su candidatura representa una
salvaguarda que hay que apoyar de manera insoslayable, so riesgo de perder todo
lo que resta de este bello Temascaltepec.