El cine es una de las artes, desconocida y ausente en el sur del Estado de México. Donde tampoco hay educación en las demás bellas artes: pintura, escultura, danza, arquitectura, literatura, teatro, ni música. Hay trabajos valiosos en algunas manifestaciones de artes menores, como la costura, las manualidades comerciales; o en expresiones musicales, alegres, sonoras y rítmicas, muy alejadas de los parámetros clásicos y lejos, muy lejos de la amplia gama de expresiones, composiciones y ritmos, que no sea, el tachun tachun.
Desgraciadamente la ausencia de cultura superior, no es exclusiva de esta región sureña: es la constante y regla del modelo que ha concentrado, la economía nacional, en torno del DF y sus alrededores. Mientras que en la Ciudad de México se encuentran los museos más importantes y más grandes, auditorios musicales, las academias artísticas, galerías, exposiciones, teatros y cientos de salas de cine, en el resto del país prácticamente no existe nada o muy poco. Por ejemplo en Toluca, la capital del Estado de México, apenas y comienza a desarrollar plazas comerciales con salas de cinematografía, exclusivas del cine más comercial y dañino de Hollywood. Cine que también se obtiene de manera “pirata” en Tejupilco, y que es muestra de lo peor y desvirtúa la manifestación artística del cinematógrafo.
Son Películas de arte, las obras de los Hermanos Taviani, de Ingmar Bergman, de Hitchcock, Orson Wells, Woody Allen, Martin Scorsese, Akira Kurosawa, Stanley Kubrick, Francis Ford Coppola o Luis Buñuel. También las obras de Oliver Stone, Steven Spielberg y George Lukas.
Seria obligatorio, ver y entender, una lista de películas, donde se incluirian, la triada de El Padrino, y las clásicas Nido de Ratas y Un Tranvía Llamado Deseo, todas ellas protagonizadas por el monstruo de la actuación que fue, Marlon Brando; o La película de culto, Casablanca, reflejo de una época que amenaza con volver, en cualquier momento. Destacan en mi lista personal, Lo que el Viento se Llevo, American Graffiti, West Side Story y Mi Bella Dama, reflejo de modos y costumbres basados en hechos y novelas ejemplares. No podría faltar la inclusión de, La Naranja Mecánica, cinta que marco a una generación de jóvenes rebeldes, hastiados de las convenciones occidentales.
Tampoco pueden dejar se admirarse las célebres, Scarface (Cara Cortada) y Tarde de Perros con las grandes actuaciones de Al Pacino; o dos de las cintas que muestran la capacidad histriónica de Marilyn Monroe, Una Eva y dos Adanes y la Comezón del Séptimo Año. O las mexicanisimas Mecánica Nacional y La Ley de Herodes; la primera, reseña la degradación de las costumbres urbanas enajenadas, y la otra, fiel retrato de lo peor del escenario político y social de México: el político priista corrupto y asesino, el cura ladrón, el panismo, hipócrita y santurrón y los parásitos que viven de este lamentable estado nacional.
Sin duda que los nombres de Robert de Niro, Simone Signoret, Audrey Hepbourn, Ives Montand, Paul McQueen, Pedro Armendariz, Robert Redford, Natalie Wood, Charles Chaplin, Kirk Douglas, Gerard Depadieu, María Félix, o Emilio “El Indio” Fernández son sinónimo de lo mejor de la historia del cine mundial, del bello arte de la cinematografía.
Lamentablemente, una cinta filmada justamente aquí en Tejupilco, ambientada en el año de 1976, protagonizada por dos magníficas actrices mexicanas y dirigida, por uno de los mejores directores del cine nacional, Gerardo Lara, “Un Año Perdido”, es desconocida por la mayoría de la población de esta región, no obstante la importancia y calidad artística del filme. Probablemente por la vigencia de su trama, por los intereses creados localmente, por el control político de los caciquez locales y por el exceso de sensibilidad social, cursi y mala
“Un Año Perdido” es retrato de esta tierra y sus costumbres: el del desprecio por las mujeres, del machismo, arrebatos, ignorancia y de la lejanía voluntaria, de esta región, con el resto del mundo.
Desgraciadamente la ausencia de cultura superior, no es exclusiva de esta región sureña: es la constante y regla del modelo que ha concentrado, la economía nacional, en torno del DF y sus alrededores. Mientras que en la Ciudad de México se encuentran los museos más importantes y más grandes, auditorios musicales, las academias artísticas, galerías, exposiciones, teatros y cientos de salas de cine, en el resto del país prácticamente no existe nada o muy poco. Por ejemplo en Toluca, la capital del Estado de México, apenas y comienza a desarrollar plazas comerciales con salas de cinematografía, exclusivas del cine más comercial y dañino de Hollywood. Cine que también se obtiene de manera “pirata” en Tejupilco, y que es muestra de lo peor y desvirtúa la manifestación artística del cinematógrafo.
Son Películas de arte, las obras de los Hermanos Taviani, de Ingmar Bergman, de Hitchcock, Orson Wells, Woody Allen, Martin Scorsese, Akira Kurosawa, Stanley Kubrick, Francis Ford Coppola o Luis Buñuel. También las obras de Oliver Stone, Steven Spielberg y George Lukas.
Seria obligatorio, ver y entender, una lista de películas, donde se incluirian, la triada de El Padrino, y las clásicas Nido de Ratas y Un Tranvía Llamado Deseo, todas ellas protagonizadas por el monstruo de la actuación que fue, Marlon Brando; o La película de culto, Casablanca, reflejo de una época que amenaza con volver, en cualquier momento. Destacan en mi lista personal, Lo que el Viento se Llevo, American Graffiti, West Side Story y Mi Bella Dama, reflejo de modos y costumbres basados en hechos y novelas ejemplares. No podría faltar la inclusión de, La Naranja Mecánica, cinta que marco a una generación de jóvenes rebeldes, hastiados de las convenciones occidentales.
Tampoco pueden dejar se admirarse las célebres, Scarface (Cara Cortada) y Tarde de Perros con las grandes actuaciones de Al Pacino; o dos de las cintas que muestran la capacidad histriónica de Marilyn Monroe, Una Eva y dos Adanes y la Comezón del Séptimo Año. O las mexicanisimas Mecánica Nacional y La Ley de Herodes; la primera, reseña la degradación de las costumbres urbanas enajenadas, y la otra, fiel retrato de lo peor del escenario político y social de México: el político priista corrupto y asesino, el cura ladrón, el panismo, hipócrita y santurrón y los parásitos que viven de este lamentable estado nacional.
Sin duda que los nombres de Robert de Niro, Simone Signoret, Audrey Hepbourn, Ives Montand, Paul McQueen, Pedro Armendariz, Robert Redford, Natalie Wood, Charles Chaplin, Kirk Douglas, Gerard Depadieu, María Félix, o Emilio “El Indio” Fernández son sinónimo de lo mejor de la historia del cine mundial, del bello arte de la cinematografía.
Lamentablemente, una cinta filmada justamente aquí en Tejupilco, ambientada en el año de 1976, protagonizada por dos magníficas actrices mexicanas y dirigida, por uno de los mejores directores del cine nacional, Gerardo Lara, “Un Año Perdido”, es desconocida por la mayoría de la población de esta región, no obstante la importancia y calidad artística del filme. Probablemente por la vigencia de su trama, por los intereses creados localmente, por el control político de los caciquez locales y por el exceso de sensibilidad social, cursi y mala
“Un Año Perdido” es retrato de esta tierra y sus costumbres: el del desprecio por las mujeres, del machismo, arrebatos, ignorancia y de la lejanía voluntaria, de esta región, con el resto del mundo.
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