Monday, May 14, 2012

EN LA IBERO




Desatada una autentica operación de encubrimiento y mentira -algo parecido a una emergencia de estado-  con la diferencia de que no es el gobierno el que asume el poder de censura y control de daños, sino los poderes fácticos que realmente mandan en México, encabezados por TELEVISA, TV Azteca, Milenio, OEM-Sol de Toluca: se intenta ocultar nuevamente la catástrofe sufrida por Peña Nieto. El ridículo cometido al visitar la Universidad Iberoamericana, se suma al repudio brutal que concita el Greña Gel,  expresado por las 200, 300 mil o mas almas reunidas en el Zócalo de la Ciudad de México, en el concierto de Paul McCartney y que a toda costa y cualquier precio se pretende esconder, disfrazar, olvidar en la memoria y la inteligencia, en la razón de la población de México.

Si las imágenes de la gente en la capital de la República Mexicana, chiflando y gritando en contra de Peña y apoyando desaforadamente a Andrés Manuel, no se han difundido por ningún canal de televisión, tampoco lo harán con las de los “chavos” gritando “¡la Ibero no te quiere, la Ibero no te quiere!”… mientras el candidato de TELEVISA huía por la puerta trasera de las instalaciones de la Universidad Iberoamericana.
Los chavos de la Ibero, quienes días antes despidieran a Andrés Manuel López Obrador entre vítores y gritos de “¡Presidente, Presidente!”, se prepararon desde un día antes para no dejar pasar la ocasión y poder expresar su repudio a Peña Neto. Es más, lo persiguieron desde su escabullida del auditorio “José Sánchez Villaseñor” hasta su camioneta… Peña Nieto apretó el paso, entró al edificio de Arquitectura pero, tras de sí, iba una larga estela de jóvenes que no dejaban de gritarle “¡Asesino, asesino!”
El testimonio de una alumna, escrito en su blog Indeed dice “¿Creen que nos haga algo la Ibero? ¿Tomarán acciones contra los que protestamos? Son algunas de las preguntas que surgieron días antes del viernes. La respuesta fue sencilla, estudiamos en una universidad que apoya la libertad de expresión. El resultado no fue el esperado. Antes de las 9 de la mañana los estudiantes se enfrentaron con una realidad diferente, acarreados en la puerta diez esperando para entrar, claramente todos con pancartas que apoyan a Peña Nieto y todos bajando de un camión de la policía. Pero no sólo eso, estudiantes de la carrera de Diseño Industrial narraron cómo “uno señor de traje gris –que luego identificaron en los videos que tomaron– les ofreció 250 pesos a cambio de que no hicieran preguntas incómodas”.
Pero nadie aceptó dinero alguno -en el estilo que tanto fascina y mal acostumbrados están los burócratas mexiquenses- pues aunque al inicio las preguntas no fueron incómodas, las realizaron de tal manera que evidenciaron parte de la ignorancia de Enrique Peña Nieto. Por ejemplo, un joven preguntó: “¿Qué hará con la pobreza, los indígenas y las ‘anomias’? Peña Nieto inclinó un poco su cabeza en señal de desconocimiento (dicen que pregunto si el joven había dicho “a nomames”), por lo que el interlocutor, regresó al lugar para explicarle que es la población que vive entre una comunidad y otra y carece de identidad, documentos y artículos de bienestar social. La reacción del mexiquense detonó que desde las butacas surgiera un grito: “Pásenle un ‘tumba burros’”. Otro de ellos preguntó: “¿Cuál considera que es el motivo por el cual las encuestas formales lo ponen arriba y las informales abajo? Una interrogante más fue por qué se vendía como un producto. Y mientras él evadía las respuestas, afuera del auditorio decenas de jóvenes que seguían la transmisión por una pantalla gigante gritaban: “¡No queremos producto chatarra!”. No obstante, hasta ese momento los gritos no pasaban de “¡Fuera, fuera, fuera!” o la exhibición de cartulinas, en las que se advertía: “Soy prole pero tengo memoria”. “¡No queremos a un títere!” “¡Atenco no se olvida!” “¡La Ibero no vota EPN!”… las consignas fueron subiendo de tono: “¡Asesino, asesino!”, mientras otro grupo de jóvenes portaban pequeñas pancartas maquiladas en rojo, en las que se advertía: “Contigo hasta Los Pinos”, al tiempo que coreaban “¡Peña, Peña, Peña!”.
Para ese momento los chicos Ibero sacaron una manta blanca, con letras negras y algunas pinceladas de rojo: “Atenco somos todos!”. Afuera, los jóvenes empezaron a sacar máscaras de papel con el rostro de Carlos Salinas y se las sobreponían en sus caras; adentro, cuestionaban a Peña Nieto si el modelo económico que impondría, de ganar, sería el mismo que el del expresidente. O, por ejemplo, ¿qué se debe hacer con la corrupción en Coahuila? Y una más, de llegar a la máxima posición de la administración federal, “¿qué garantía nos da de que no dejará un país como en el Edo México, con un primer lugar en delitos, homicidios, feminicidios y dos millones de pobres?”
Hasta aquí, Peña Nieto había podido sortear sin mayores complicaciones los cuestionamientos, sin embargo, cuando respondió que el caso Atenco fue una acción asumida para conservar el orden público, provocó una reacción inesperada entre quienes se encontraban fuera del auditorio, que para ese momento colmaban la plaza, escaleras y puentes entre edificio y edifico. “¡Asesino, asesino, asesino!”, “¡Peña asesino! ¡Peña, asesino!”, fue el grito que se volvió uno solo. “¡La Ibero no te quiere!”.
El candidato presidencial decidió salirse por una de las puertas laterales del auditorio, utilizada sólo por el rector de la Iberoamericana. Y las mujeres universitarias parecían las más ofendidas por la respuesta de Peña Nieto sobre el caso Atenco y empezaron a gritarle, “¡Cobarde, cobarde!”, “Sólo las ratas se van por las alcantarillas”.
Entonces Peña Nieto apareció en medio de la explanada y los jóvenes, al verlo, se fueron sobre él, por lo que el candidato corrió junto con sus guardaespaldas El grupo compacto entró al edificio de Arquitectura, ahí los guardias metieron al priista en el último cubículo, donde permaneció por unos 20 minutos. “Luego salió de ahí, yo lo vi., tenía la cara como de espantado. Miró a toda la gente que lo esperaba abajo y en las escaleras; entonces se metió al baño de mujeres, pero uno de los que venía con él lo jaló y le abrió la puerta de hombres”.
El repudio de los estudiantes contra Enrique Peña Nieto quedó atrás, y al día siguiente en Coahuila, regresó a su zona de confort, donde él es el de la fotografía, del abrazo, el beso, la sobada y el aplauso fácil. El mal sabor de su visita a la Universidad Iberoamericana lo diluyeron cerca de 15 mil integrantes de la estructura del PRI que lo arroparon…. Total TELEVISA, MILENIO, y sobre todo periódicos de la OEM que edita los Sol, en especial el de Toluca, afirman categóricamente “Éxito de Peña Nieto pese a intento orquestado de Boicot”

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