En tiempos en que el porvenir de
México parece amenazado, por el retroceso a las épocas en que el PRI se dedico
a corromper los principios políticos del estado mexicano, cabe recordar aquel
mes de septiembre de 1990, en el marco del Coloquio “El Siglo XX: la
experiencia de la libertad”, convocado por el Premio Nobel Octavio Paz, cuando
el también Nobel 2010 Mario Vargas Llosa, califico al sistema político mexicano
como la Dictadura Perfecta.
Conocedor de que estaba en el
aire en una estación de televisión por cable del consorcio Televisa, Vargas
Llosa habló de política mexicana... "Espero no parecer demasiado
inelegante por decir lo que voy a decir", comenzó. "Yo no creo que se
pueda exonerar a México de esa tradición de dictaduras latinoamericanas. Creo
que el caso de México, cuya democratización actual soy el primero en aplaudir,
como todos los que creemos en la democracia, encaja en esa tradición con un
matiz que es más bien el de un agravante".
"México es la dictadura perfecta. La dictadura perfecta no es el comunismo. No esla URSS. No
es Fidel Castro. La dictadura perfecta es México"... México, siguió,
"es la dictadura camuflada". "Tiene las características de la
dictadura: la permanencia, no de un hombre, pero sí de un partido. Y de un
partido que es inamovible".
Paz el anfitrión –galardonado un mes después, con el mismo distintivo que recibiría el peruano en 2010- escuchaba serio, sentado atrás en el estudio de televisión y con una expresión de molestia. No podía intervenir, puesto que era su discípulo Enrique Krauze, quien dirigía el debate. Vargas Llosa se olvidó de sus anfitriones mexicanos. "Yo no creo", refiriéndose al PRI, "que haya en América Latina ningún caso de sistema de dictadura que haya reclutado tan eficientemente al medio intelectual, sobornándole de una manera muy sutil". Detalló los trabajos, nombramientos de cargos públicos y espacios para la crítica que el régimen priísta acostumbra a conceder. Es más, dijo, "es una dictadura sui géneris, que muchos otros en América Latina han tratado de emular… "Tan es dictadura la mexicana", continuó, "que todas las dictaduras latinoamericanas desde que yo tengo uso de razón han tratado de crear algo equivalente al PRI".
"México es la dictadura perfecta. La dictadura perfecta no es el comunismo. No es
Paz el anfitrión –galardonado un mes después, con el mismo distintivo que recibiría el peruano en 2010- escuchaba serio, sentado atrás en el estudio de televisión y con una expresión de molestia. No podía intervenir, puesto que era su discípulo Enrique Krauze, quien dirigía el debate. Vargas Llosa se olvidó de sus anfitriones mexicanos. "Yo no creo", refiriéndose al PRI, "que haya en América Latina ningún caso de sistema de dictadura que haya reclutado tan eficientemente al medio intelectual, sobornándole de una manera muy sutil". Detalló los trabajos, nombramientos de cargos públicos y espacios para la crítica que el régimen priísta acostumbra a conceder. Es más, dijo, "es una dictadura sui géneris, que muchos otros en América Latina han tratado de emular… "Tan es dictadura la mexicana", continuó, "que todas las dictaduras latinoamericanas desde que yo tengo uso de razón han tratado de crear algo equivalente al PRI".
Fue todo un acontecimiento político
que trascendió fueras de México. El asombro provenía porque una regla no
escrita del sistema político mexicano, léase el régimen priísta, es que los
extranjeros les está vedado opinar en México sobre el país –regla máxima que se
reproduce a escala minima, cuando se veta la opinión de “fuereños” en aldeas
municipales- Además, Vargas Llosa
hablaba en un evento que tiene el patrocinio de Televisa, consorcio que, sin
pelos en la lengua, se definía entonces como "soldado del PRI". Pero volvió a la carga. Acusó al PRI de haber
utilizado la revolución "y la retórica demagógica" para eternizarse. En
su turno, Paz dijo que era necesario aclarar ciertas cosas,
"Primero", dijo, "lo de México no es dictadura, es un sistema
hegemónico de dominación, donde no han existido dictaduras militares. Hemos
padecido la dominación hegemónica de un partido. Esta es una distinción
fundamental y esencial". Habló luego de lo "bueno" que el PRI ha
realizado. Explicó que no ha suprimido la libertad -aunque aceptó que sí la ha
manipulado-”
Es sumamente interesante analizar
las opiniones vertidas por estos connotados intelectuales, aunque la ausencia
de Paz no permite confrontar las opiniones y juicios de entonces, con la
realidad actual. Porque si hace 22 años TELEVISA era “soldado” ahora ha pasado
a ocupar el rango de “General” dentro del sistema político. Porque si en México
no habían existido dictaduras militares en 1990, al estilo en que se impusieron
en países latinoamericanos, ahora y tras seis años de presenciar el uso de la
fuerza militar de manera cotidiana y librando una guerra en contra de un
enemigo desconocido, en territorio nacional y para contener el trafico de
estupefacientes y drogas al mercado norteamericano, bien se podría afirmar que
se vive bajo un estado de sitio simulado y camuflado.
Porque el PRI ha evolucionado
hacia un partido que conserva con toda su fuerza la estructura militar,
piramidal y vertical en el mando y la obediencia, en el ejercicio del poder,
pero que responde ahora a principios políticos completamente distintos a los
que le dieron origen en 1929. Entonces el Partido Nacional Revolucionario
(1929-1938) represento una síntesis dialéctica que reunía los contrarios
–trabajo y capital, riqueza y pobreza, virtudes y vicios, mayorías con minorías,
historia con el presente- decisiva para terminar con las asonadas y
cuartelazos, para ingresar a una vida institucional, civilizada y política. El
cambio a Partido de la
Revolución Mexicana (1938-1946) era un síntoma de las transformaciones
en la ideología, los métodos y la composición política representada tanto al interior
del Partido de la
Revolución , como en medio de toda la sociedad mexicana.
Finalmente, el acceso de las clases universitarias a la Presidencia de México
y a los puestos políticos y burocráticos origino el último nombre que aun
conserva el Partido de la Revolución Institucional.
Seria un ejercicio honrado (sic),
que el mismo PRI empezara a hacer cambios al interior del mismo instituto político,
porque hoy el PRI, ya no es revolucionario y si en cambio podría ser calificado
de mercenario, aunque la categoría que realmente se ajusta a sus métodos y
principios no escritos, es el de partido
comerciante electoral. Hay que nombrar de otra manera a esta organización que
mantiene el dominio y control autoritario al interior de su estructura
partidista, pero que se dirige y atiende a los mayores capitales e intereses económicos
globalizados, en beneficio de ellos mismos: de acuerdo a la Teoría Política Clásica, el PRI
“renovado”, ahora es una Dictadura de la Oligarquía comercial y financiera, de
lo mas estrecha, es decir elitista y reducida.
Que mejor ejemplo que lo que esta
ocurriendo al momento de escribir esta Carta, en Chicoloapan en el Municipio de
Nezahualcoyotl, donde uno de los brazos armados del PRI mexiquense, que
abiertamente opera como instrumento de represión y violencia, la tal Antorcha
Campesina, mantiene en estado de terror y de sitio a la población vecina. Al
igual que lo sucedido hace una semana en Luvianos que prácticamente fue
denegado por el gobierno estatal, frente al rito del informe del Gobernador, en
compañía de Peña Nieto, son síntomas de que el peor de los tránsitos que
estamos presenciando en México es el de la Dictadura Perfecta
hacia la Perfecta Dictadura
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