Hemos llegado, como nación y como
sociedad en México, a un punto que requiere la aplicación de medidas drásticas
y obligadas, de urgente necesidad. Porque cuando son Fox o Laura Bozzo o Ciro Come
Mierda, los que escriben la editorial de la censura impuesta por el Gobierno Federal
en contra de Carmen Aristegui, no sé si preguntarme si haría lo mismo el
Barcelona en contra de Leo Messi, por grabar un comercial de pan Bimbo; o que
si los Bulls de Chicago alguna vez pensaron en despedir a Michel Jordan, por
saltar tan alto y suspenderse volando en el aire, quizás porque eso les quitaba
tiempo para transmitir sus cortes comerciales.
Tal vez, es más grave aún. Son gritos
estertóreos de los cenobitas que cuando hablan-ladran, los que aprueban la
felicidad de los videotelécratas. Son mercenarios que jamás han de abandonar el
sitial pórfido de la traición, la insidia, la servidumbre, frente a los amos
del dinero que los tienen comprados a su servicio. Son sicarios diestros en el
arte de amaestrar a un pueblo que se
solaza con la venta de piezas arqueológicas de la zona ceremonial de San Miguel
Ixtapa en Tejupilco; en consolar a las mujeronas que gritan y literalmente consumen orgasmo tras orgasmo
de la impotencia histérica, al presenciar malos cantantes sin voz (Julión o Gerardo o el Komander), escuchar las peores
letras reprimidas y repulsivas, acompañadas por el tachun tachun monocorde,
desafinado y escandaloso de la banda en compañía. Son merolicos expertos en
manipular a la juventud fanatizada en carreras sobre la autopista peligrosa, en
nombre de la virgen de Guadalupe, o del señor de allá o de acullá.
Es la hora de detenerse y tomar
conciencia de que en México hemos tocado fondo. Porque cuando los maestros
obligan a los alumnos a coser sus cuadernos, a leer a Miguel Ruiz o a Carlos Cuauhtémoc
o a Yordi Rosado y a ser “Un mexicano
más”. O peor aún de los peores, es que los mentados “profes” obliguen y
condicionen la estancia de los alumnos en clase, a la compra de libros de los
llamados “pirata” –reproducidos sin autorización del autor o la editorial: es decir
robados-, amparados en los casos, de las casas, la corrupción y el tráfico de influencias, del Presidente de México, Peña Nieto y su esposa la “Gaviota”, así nada
más porque así… Hay que hacer algo, ya.
Nosotros, que no estamos por el voto
electorero, ni creemos en el sistema de partidos, apostamos por la lectura y la
cultura y en esta ocasión, tras concluir un importante trabajo de formación y
capacitación, nos dedicaremos a promover al Ajedrez como una herramienta
indispensable para pensar. Esta es nuestra propuesta:
“La Librería “La WeB ó N@D@” de
Tejupilco, a través de su amplio acervo cultural y bibliográfico, en
crecimiento y en evolución permanente, sumados a 50 años de experiencia probada
en el campo del Ajedrez y la Enseñanza Universitaria, tiene como meta
primordial que en todo el sur del estado de México se promueva y difunda la
enseñanza del juego del ajedrez, desde el campo de la pedagogía, a los miles de
niños y jóvenes de los municipios que conforman la región”.
Lo anterior sólo será posible contando
con una gran cantidad de formadores. Por ello, la Librería “La “WeB ó N@D@ se
ha impuesto la tarea de difundir, en una primera etapa, entre los Maestros y Maestras,
los textos y materiales recabados, sistematizados, ordenados y publicados del Primer
Seminario de Capacitación y Certificación de Profesores de Ajedrez, impartida
por la Fundación Kasparov para Iberoamérica y a la cual, nosotros pertenecemos,
avalados como estudios con reconocimiento oficial por la SEP. Diplomados por la
UNAM como programa académico; y aprobados por el ICAT del Gobierno de la Ciudad
de México, con validez en todo el territorio nacional, para ejercer
laboralmente y trabajar en pro de la práctica del Ajedrez: probablemente la
única actividad que reúne dos cualidades exclusivas:
enseña a pensar y es muy divertido.
En “La “WeB ó N@D@” estamos plenamente
convencidos de la cadena de beneficios que otorga el ajedrez entre quienes lo
practican, y más aún cuando se impulsa con el apoyo de una buena guía docente.
Por este motivo, nosotros, con el apoyo
y supervisión de la Fundación Kasparov de Ajedrez para Iberoamérica hemos desarrollado,
un programa de capacitación y enseñanza del Ajedrez a Profesores y otro para
alumnos, con un criterio didáctico y sencillo para que sea más comprensible y
útil para todos.
El curso que nos hemos propuesto desarrollar en los municipios del sur del estado de México,
se adecua a las condiciones sociales, geográficas, laborales, y toda la amplia
gama de particularidades que caracterizan a la región. Somos embajadores de un
sistema de enseñanza que reúne el esfuerzo multidisciplinario elaborado por
reconocidos expertos en la enseñanza del ajedrez y por un destacado equipo de
pedagogos, psicólogos, especialistas en comunicación, diseñadores web,
ingenieros en sistemas, programadores, ilustradores, y muchos más.
Se trata de capacitar a los docentes en un plazo de
una semana, con un programa de enseñanza rápida, que incluye: un tronco
común: para principiantes y avanzados que comprende las reglas del ajedrez, la notación
de jugadas y la importante parte relativa a la aceptación de las normas y el
resultado del juego.
La segunda parte introduce al docente en
los principios básicos del Ajedrez, diversos temas tácticos principales,
partidas ejemplares, y el capítulo necesario sobre el Ajedrez y el carácter.
La tercera y cuarta parte de este taller
dinámico se refiere a las grandes ideas sobre estrategia en el Ajedrez y el
legado de los Campeones Mundiales, sus partidas, su estilo, personalidad y
juego. Estos dos apartados comprenden diversos tópicos fundamentales para
entender al Ajedrez, como son su relación con la cultura, la sociedad,
literatura, cinematografía, leyendas, la mujer en el Ajedrez, la Computación y
el Ajedrez y los temas fundamentales sobre el Ajedrez y las habilidades cognitivas;
y el Ajedrez como herramienta pedagógica
El quinto capítulo es donde los
conocimientos, didácticas, historias, las biografías, las partidas revisadas,
sucintamente, se traducen en pedagogías distintas, según la especialización del
Ajedrez en la práctica diaria, de la escuela, frente al grupo y en clase. Son
cinco las especializaciones: preajedrez (niños entre los 2 a 5 años); ajedrez
infantil (niños entre los 6 y 12 años) ajedrez para jóvenes; ajedrez para todos
(grupos vulnerables); adultos mayores; y Ajedrez en las comunidades indígenas
Entonces el Ajedrez adquiere dimensiones
que solo la práctica diaria puede demostrar: está plenamente comprobado que la
enseñanza y aprendizaje del Ajedrez favorece el conocimiento de las matemáticas
y mejora radicalmente las capacidades lectoras de los alumnos. En los adultos,
disminuye notablemente la incidencia del Alzheimer, ayuda en la sociabilización
de la población. En los niños afectados por capacidades diferentes, tales como síndrome
de Down, Autismo o síndrome de Asperger, los resultados observados en países donde
se emplea el Ajedrez como materia obligatoria, son sumamente optimistas y
concretos en la cura en sociedad.
El ajedrez es un diálogo. Un juego sin
palabras que dice todo, que muestra en un complejo universo estimado en el
numero uno seguido de 120 ceros, las
artes de las aperturas y defensas del
juego, un denominador común, la vida diaria.
Porque el ajedrez es un juego democrático, al alcance de toda la
gente. Porque es posible empezar a jugar al Ajedrez aún sin saber hablar, ni
leer ni escribir. No discrimina, tal y como se observa en los dos colores de
las piezas del tablero. Es un juego justo, no hay espacio para las trampas, ni
tiempo para los dogmas. Todo en el Ajedrez es relativo, variante, dinámico.
Además, el ajedrez es un destacado
promotor de la equidad y la igualdad. Cada día juegan más mujeres brillantes y
son muy reconocidos artistas, poetas, parapléjicos, deportistas, niños,
ancianos que juegan y hacen del Ajedrez el medio a través del cual analizan,
deliberan, razonan, eligen y deciden: ganen o pierdan
El enfoque que propone la Librería “La WeB ó N@D@”, de
acuerdo a la Fundación Kasparov de Ajedrez para Iberoamérica se orienta hacia
la capacitación de profesores para enseñar ajedrez, que sean capaces de transmitir
sus conocimientos pensando en una amplia población infantil y juvenil, pero
también en otras edades y segmentos sociales, y de manera muy especial en
poblaciones con distintas condiciones de vulnerabilidad social.
Nuestra propuesta considera la impartición de un
taller, la consulta y lectura de una bibliografía económica, una demostración
del ajedrez, exhibición de simultáneas, y un acompañamiento constante en línea o
en la escuela. Partimos de una realidad feliz y consciente: que todo lo que hagamos
es perfectible, en consonancia con la inauguración de un juego – arte – ciencia, desconocido en nuestro medio.
Nuestra plataforma contiene materiales y evaluaciones
orientados de manera didáctica, que hacen de este curso algo novedoso y
único en su género,
en la especialidad del Ajedrez pedagógico. Que complementa a
los textos escritos y publicados por nuestra organización familiar, particular
y socialmente responsable.
Cabe señalar que en la Librería “La WeB
ó N@D@” hemos trabajado en el Ajedrez como Herramienta Pedagógica, desde hace
más de 10 años. El primer texto publicado para este propósito “El Estilo del
Genio…” (2012), se agotó rápidamente, pero de aquel intento precursor, ahora
está disponible un segundo trabajo “Crear Genios con Estilo…” enfocado tanto al
conocimiento y uso del Ajedrez como herramienta para pensar, a la necesidad imperiosa de la Lectura, así
como por un tercer capítulo, relativo a la Cultura: agentes esenciales para
asir la cualidad obligada para el estilo, indispensable para vivir bien, en
sociedad, como ciudadanos, en una democracia.
De la misma manera que la Fundación
Kasparov, nosotros en la Librería “La WeB ó N@D@” consideramos que no es necesario saber jugar
al Ajedrez para tomar parte en el taller. Que los participantes de curso se
dividen en dos niveles: aquellos con conocimientos previos de ajedrez, y
quienes no cuentan con esos conocimientos. El taller y la bibliografía
disponible garantizan el aprendizaje no solo para jugar, sino para enseñarlo a
los distintos grupos de alumnos, personas y miembros de la sociedad.
Veamos a
continuación, algunos de los apuntes que hay que considerar, acompañados por un par de gráficas
ilustrativas.
En el grafico
número 1 se puede observar que “El ajedrez desarrolla”: la concentración; ejercita
la memoria y trabaja el pensamiento científico; fomenta la autocrítica
y la creatividad; emplea
el pensamiento lógico y la capacidad de cálculo; utiliza de la planificación; acostumbra
a usar de la paciencia; educa en la disciplina y el respeto al adversario; propicia el
desarrollo de una cualidad propia de los ajedrecistas, llamado cálculo espacial;
enseña a ser tenaz y a calcular riesgos;
atender varias cosas a la vez; y no hay
que olvidar que en el Ajedrez destacan como en ningún otro campo lúdico, tanto
la combatividad como la sangre fría, que ni los jugadores del póquer o el conquián
conocen, puesto que en el Ajedrez no existe el azar, como variable.
Para
cerrar esta presentación y para que no lo olviden, el Gráfico 2 recuerda que los “Beneficios derivados de la práctica
del Ajedrez” en la mente, el cerebro y en toda el alma del jugador, son: Análisis.
Concentración. Imaginación. Proyección. Memoria. Planificación. Atención.
Aparta al estudiante de las malas compañías. Que no es un juego para “inteligentes”
sino en juego para todos. Que ayuda en los estudios escolares; y, de manera
sobresaliente, genera el Rigor Mental, tan escaso y ausente en México.
Informes y
reservaciones en el correo areteggr@yahoo.com.mx
o al teléfono (724) 26 77382
Colofón: Uno de los discípulos de Aristóteles
cuenta esta anécdota: El maestro tenía un esclavo muy inteligente y con el que
le gustaba jugar al ajedrez. Cuando quería jugar, lo llamaba e iniciaban la
partida. Mientras duraba el partido, Aristóteles no era el amo, ni el esclavo
era esclavo. Durante el juego regía otra legalidad y otros valores, Aristóteles
era un rival, a la vez que un par, del esclavo, estaba en el mismo plano. Si
Aristóteles se hubiera olvidado de esto y hubiera arrastrado en su juego las
jerarquías que regían en la vida real (él mandaba y el otro obedecía) no
podrían haber jugado al ajedrez. Jugaban bien porque cada uno se olvidaba de
los roles y las jerarquías del mundo en que vivían y podían, desnudos, desprovistos
de todo, como pares e iguales, penetrar en el juego y jugar como iguales.
Entonces el juego era válido.
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