Frente a la pobreza dialéctica e
intelectual de los inesperados oponentes, de aquellos críticos refugiados en
las arcas públicas, que se trepan en la mancha de la censura que corre a todo
lo largo y ancho del país, como pus o plaga apestosa bubónica, fiebre diftérica
o viruela negra y loca, es menester hacer definiciones precisas y claras. Me
explico.
Hace cosa de dos meses participé
en un Foro Regional sobre Educación en Tejupilco que resultó toda una farsa, otra
opereta para justificar trabajos obligatorios, baladronada de burocracias, el
magisterio en toda su expresión. Inauguración con presencias incomprensibles,
una Cátedra Magister de un Docto simpático pero muy nocivo, por el desprecio
manifiesto por el trabajo manual, el empleo de las manos y el cuerpo para hacer
y transformar: dijo “luego hay maestras en posgrado que echan tortillas y así
nunca van a ser unas buenas candidatas al Doctorado”. En dicho Foro presenté una
Ponencia titulada “El Escritor y la Educación” y comencé por señalar el mal uso
del idioma y del lenguaje, “abusivo en retruécanos, esdrújulas y esa monserga
plagosa de convertir los sustantivos en verbos (problemática, vivencian)” El
evento fue una demostración más del “gatopardismo” imperante en la vida social
y política en el estado de México y concluyo con la entrega de un
“simpatiquísimo” disco compacto, que contiene las ponencias que se expusieron
y donde brinca el estilo de los
criticones nativos, puesto que, herran mi Ponencia Personal, con: “la opinión y
redacción es responsabilidad personal del autor”. Y eso es un adjetivo pusilánime, tan descalificador
como llamarme “fuereño”, o como
cuenta Don Félix Garcia, del periódico
El Monitor, que le decían “indio”.
Sucede
lo mismo al interior de mi espacio televisado, al notar que en uno de mis Comentario
que se transmiten como parte del
Noticiero Poder Informativo (sic), a
través del Canal 28 de cable, en este sur del estado de México, el conductor del noticiero calificó mi
intervención -que ya cumple casi una década de mantenerse al aire de forma más
o menos ininterrumpida- de “Personal”. No hay duda, se revela con claridad
diáfana, que lo “Personal” de mis opiniones, es una consigna. No hay que ser un
genio, para saber que no existen las casualidades en la vida y menos en el
ejercicio del poder en México. Menos, cuando el avasallamiento de la sociedad,
por el retorno acelerado y demoledor del sistema de poder agrupado de manera
genérica alrededor del PRI se impone nuevamente con impudicia y crueldad.
En
la antesala del merecido Premio Cervantes, la galardonada Elena Poniatowska
declaro en una entrevista concedida al diario El país en España que “El
PRI ha sido un poder prepotente y que ha actuado como un dictador, siendo un
partido. Se ha impuesto y amedrenta. El PAN y el PRD no han inventado una nueva
forma de hacer política, ni han actuado en forma muy distinta al PRI. No han
aportado nada cuando han subido al poder. No hay aquí alguien que podamos
señalar, un diputado o una senadora que yo quiera oír o que quiera seguir, no
existe. En México no hay una forma alternativa de hacer política más que la del
PRI”
Por eso me veo obligado a efectuar
una declaración de principios, necesaria y sin mayor preámbulo: que todo mi
quehacer es Político y no es nada Personal. No me dirijo contra nadie en lo
particular, cuando hablo de Peña Nieto, ni al referirme a Dios, a Isael Villa,
a los Chuchos, a Radio Roka o a los PRIimates, los PANazis o el PRD Estas cartas
editoriales, lo mismo que mis Libros publicados, presencia en redes sociales, o
los comentarios que se transmiten por televisión, son Actos Políticos.
Soy voz de aquella parte de la
sociedad mexicana y regional que no puede, no sabe, no quiere, no encuentra la
forma de expresarse y decir lo que piensa. Soy parte de una sociedad que no
acepta y no está de acuerdo con la forma de Gobierno que se ha impuesto a
golpes, amenazas, corrupción, extorsiones, compra y venta de voluntades, de
miedo, de compadrazgos, nepotismo, de esa variante coja y depravada de la
amistad, la fundada en la hipócrita conveniencia, de la farisea utilidad, de la
complicidad. Pero además escribo, como bien sentenciaba el de Arácata, porque
“se siente la necesidad de escribir, como se siente la necesidad de tomar agua.
Uno siente sed. Es por épocas. Hay épocas en que no”
Todos mis actos son expresión de
una lucha política que tiene como objetivo la conquista y la conservación del
poder, por parte de la gente buena, la que es noble y se esfuerza, la gente que
piensa y lee, que escucha y atiende de manera gentil y atenta la voz de la
razón. Soy un medio que con base en la quejumbrosa prudencia, procura no
rebasar los límites de lo correcto con lo riesgoso, de la valentía tentada por
la audacia, de los silencios, que son el decir sonoro, escandaloso de la
mayoría social, de los múltiples mensajes que se esconden detrás de la
palabra muda, la que no se dice por tradición, por temor, por incapacidad o por
no saber expresarse.
Es un orgullo ser parte de la
sociedad sureña, no la de Temascaltepec ni la de Tejupilco o la de Tlatlaya, sino
de toda la región. Soy un mexicano oriundo de la capital de la República, que
le gusta practicar deporte y hacer amistad con la gente que se levanta y se
esfuerza en la disciplina de la vida sana, por estética o por salud. Son mis
amigos los carniceros de Temascaltepec, la familia Olivares de los Timbres y del
Barrio de Magdalena, los policías que vigilan en esta región, de los jóvenes
que se citan en la Librería El Arete de Tejupilco para dialogar, de los
estudiantes de la UNID que me piden entrevistas y de aquellos que sonríen, de
la niña que me dijo gracias el otro día y agregó que le gusto mucho lo que grababa
mi amigo Alejandro Jaramillo, como parte del Noticiero nocturno. Noticiero inaugurado
por su fundador Juan Carlos Lara, a quien por cierto felicito por su debut como
director del cortometraje “Luz Preventiva”. Soy afortunado al gozar de la
amistad de Pedro Montoya, Director y
Propietario del Sistema de Cable del Sur, quien a partir del año 2001 autorizo
y apoya la difusión de opiniones, que como las mías, constituyen una crónica de
la vida política en esta región. Pero también son mis amigos la gente de San
Pedro Tenayac, de la ranchería de Jesús del Monte, la familia Torres de
Carboneras, del grupo Vida y Libertad de Tejupilco
Por eso es que de ninguna manera se
puede, ni debe calificarse de Personal a mi opinión, antes creo que, atendiendo
al caso del Canal 28 y la descalificación velada de Martin López Dóriga o de
Carlos Loret Pelcastre, mi presencia en el Noticiero Poder Informativo
constituye un punto de vista Editorial del canal y del sistema de comunicación. Puesto que desde el momento en que fui invitado, nunca he
recibido ninguna queja o llamado a la censura. Si antes no se debatió este
punto, es que no existían razones para solicitar que cambiara mis opiniones
editoriales: de haber sucedido y atendiendo a la amistad que me une con mis
compañeros y amigos, bien podría considerar sus razones, hablar de otras cosas
o dejar de participar. Es el libre albedrio, mi divisa personal.
No obstante, hoy, que se avecinan tiempos de revuelta a los
albores de la década de los años 60’s y que el PRI lo mismo persigue a Denise
Dresser, injuria a Carmen Aristegui, maniobra para que dejen de escribir críticos
como Epigmenio Ibarra, intrigan contra la libre expresión a través de redes
sociales e intentan contrarrestar la abrumadora mayoría de insurgentes que
encuentran en la expresión audiovisual y escrita, un frente de guerrilla contra
el mal gobierno, me resulta muy claro que la palabra hablada o escrita, como es
mi caso, se encuentra es una ruta crítica, de colisión política mayor, a partir
del momento en que se regrese a las contiendas electorales y allí se definan
los argumentos para botar del poder a los sátrapas, con el voto de la comunidad
política. ¿Cuál?: la que esté de acuerdo con la razón de estado y la lucha
política encabezada hasta este día por Andrés Manuel López Obrador. Hay que
decirlo de una vez: todo aquel instituto oficial que se incorpore a esta
campaña, será bienvenido, de acuerdo a las condiciones que MORENA determine
para recibir a la gente que aun se atrinchera en el PRD, en el PANAL o el mismo
PRI, PAN o hasta el PUP (Partido Único de Pendejos)
Me decía ayer un policía con el
que viaje de Tejupilco a Temascaltepec que el modelo de sociedad a la que aspiro
y por la que lucho, es “Comunista”; y sin poder reírme a carcajadas, mientras
le entrevistaba, pude, en cambio, tratar de persuadirlo, al dibujar en su
imaginación, una sociedad donde la gente eduque sus sentidos con la música de
los autores clásicos, que disfrute a Haydn, Mozart, Bach o Tchaikovsky. Que
organice equipos infantiles y juveniles de todos los deportes y la práctica
deportiva sea el premio mayor. Que se reúna a platicar a la vera de los
árboles, preparar jarras de agua fresca y leer en voz alta. Que administre los
espacios públicos para que sean de uso público y no los secuestren las mafias
al servicio del PRI o del crimen. Que viva con la divisa de que la libertad y
la independencia son los mayores bienes a los que puede aspirar el ser humano y
que los cargos públicos sean Honoríficos y sin goce de sueldo, para todo aquel
que merezca asumir la jefatura Política en cada municipio.
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