Monday, April 21, 2014

EL MEJOR OFICIO DEL MUNDO

Había planeado llamar a esta Carta, la de este día especial, “El Escritor y el Periodista”, a tono con una intervención que expuse hace unas semanas, en un foro dedicado a la educación. Pensé en ampliar al terreno de lo que constituye el oficio del escritor, el trabajo del periodista y ordenar un aniversario más, el trigésimo cuarto, del Periódico El Monitor, con el reconocimiento al Maestro, y Fundador de esta empresa, Don Félix Garcia, junto con el pensamiento de Gabriel Zaid y esa Filosofía en la que me he educado y que es la misma que nutre y hace vivir a esta casa editorial: se le llama Tertulia Improductiva y es el privilegio del saber libre, la conversación básica, el origen de los libros, el conocimiento práctico, la fortaleza de la experiencia, de la constancia, del gusto por la cultura del esfuerzo.
Más la distancia que ahora impone la ausencia de Gabriel Garcia Márquez, exige que se detengan las rotativas: ¡alto, alto! hay que modificar “la de ocho”, solo que esta vez, como el de Lampeduza, en esta ocasión, que se cambie para que todo siga igual. Finalmente el gatopardo tan común en la realidad mexicana, como el de Chesire de Alicia, son felinos  propios de la mágica imaginación, son habitantes del realismo mágico, del surrealismo nacional que provocó el enojo de Salvador Dalí y maravilló antes a André Breton, Picasso, Leonora Carrington, Miró, Giacometti…
Es la Galaxia de Gutenberg de luto por la muerte del Poeta, quien sin pompa y circunstancia, afirmara una y otra vez “Siempre me he considerado un periodista, por encima de todo” Y con su partida, se hace obligada la presencia del Gabo en este instante que se rinde el mundo cultural, periodístico, empresarial del estado de México, merecidamente, ante Don Feliz  "Una de las pocas joyas que quedan" (Un Año Perdido, Gerardo Lara, IMCINE-Rancho Grande, 1993)
Gabriel Garcia Márquez fue hijo de Luisa Santiaga y Gabriel Eligio,  el mayor de 11 hermanos, siete varones y cuatro mujeres, nieto de Tranquilina Iguarán Cotes y el coronel Nicolás Ricardo Márquez Mejía, los abuelos maternos con quienes se crió hasta los diez años en una tierra de platanales bajo soles inmisericordes y vivencias fabulosas.
Félix Garcia es dueño de una historia que aun espera por ser escrita, pero que cuenta con pasajes que hablan de un Padre español, de una Madre Otomí y una niñez en tierras cercanas a Temoaya, de una vocación, determinante, de gracias y alegrías al principiar, ser precursor de una idea, en un  medio increíble para la gente de la región.
Hay mucho material sobre Garcia Márquez. La crónica de una muerte anunciada, anticipaba que en todo el mundo se dispusieran recuerdos, frases, imágenes, citas, anécdotas, fechas. El ojo morado por el puñetazo de Mario Vargas Llosa, afuera exactamente, parados en la marquesina del cine Bella Época, en la tradicional colonia Condesa. Circula profusamente una fotografía donde aparecen en el orden acostumbrado de izquierda a derecha Carlos Fuentes (2012) Gabriel Garcia Márquez (2014) Carlos Monsiváis (2010) José Emilio Pacheco (2014) y José Saramago (2010). Las fechas entre paréntesis nos refieren el año de su muerte. Es una tragedia la soledad que deja su desaparición física.  Es una alegría compartir con un Maestro en vida, es una bendición sentir que el universo dispone las cosas y que la fortuna, es que uno pueda ajustar su reloj personal y aprovechar el tiempo, disfrutar lo que se hace y entonces, hacer lo que uno desea sin saber, solito, libremente, hasta que todo pasa, así no’mas.

A manera de capsulas, dispongo que sean las palabras del Gabo quienes celebren esta vez, un aniversario más. Porque Garcia Márquez no se contentó con sentirse periodista, ni con despreciar como invento luciferino a la grabadora; o alertar sobre lo peligroso (de) este oficio”: las “manipulaciones malignas”, los “equívocos inocentes o deliberados”, “los agravios impunes”, las “tergiversaciones venenosas”. De alertar sobre las consecuencias de la mala educación (si el Gabo revisara las parrafadas que se escriben en las escuelas sureñas, seguro revive…) En sus enseñanzas, en las múltiples conferencias que dictó, Garcia Márquez, lo mismo invitó a jubilar a la ortografía (Congreso de la Lengua Española Zacatecas México 1997), que antes en 1994 se dio a la tarea de crear la Fundación del Nuevo Periodismo (FNPI), donde impartió desde el primer día, un taller de guión que se hizo legendario y que llevaba el nombre de “Como se cuenta un cuento” y que tuvo como asistentes, constelaciones de la talla de Francis Ford Coppola, Robert Redford o Costa-Gavras. Para enseñarse y aprender, por ejemplo que “Posicionarse... qué palabra... sólo de fea debería prohibirse" (agregaría “problemática” tan requerida entre la murga académica sureña); "realizar... yo creo que jamás he escrito la palabra realizar"; "qué pobres los adverbios terminados en mente; yo ya no los uso, porque siempre la palabra que los sustituye es mucho mejor".  No sin antes sentenciar: “Les voy a decir una cosa que quizá descorazone a algunos: yo creo que se nace periodista, como se nace pintor o músico… considero el periodismo como un género literario, como la novela, como el teatro, como la poesía. Eso significa que algunos de los que están aquí nunca serán periodistas”… que le valiera el elogio de un par como Ryszard Kapuscinski  “la grandeza estriba en sus reportajes. Sus novelas provienen de sus textos periodísticos. Es un clásico del reportaje con dimensiones panorámicas que trata de mostrar y describir los grandes campos de la vida o los acontecimientos. Su gran mérito consiste en demostrar que el gran reportaje es también gran literatura”.
Una última antes de despedir esta Carta, es el reconocimiento de un Maestro del Periodismo, Premio Nobel, Genio de la Literatura, Activista Político, Buen Amigo, Padre, al doble papel desempeñado desde un principio por otro par, Félix Garcia: "El del editor es el trabajo más importante, son la cara del periódico. Lo que hacen los editores es más importante incluso que el papel del director. Ellos consiguen la calidad del diario".
Quienes somos parte del Monitor de Tejupilco, toda la comunidad del sur del estado, y además,  amigos y discípulos de Félix Garcia, debemos recordar que la larga carrera del de Arácata en el mundo de la literatura y las letras, nació en la redacción.. El Gabo llegó a aprender periodismo porque decía que la literatura no daba nada de "plata y que el periodismo al menos le brindaba un puesto (y un sueldo)” Creo que sería muy oportuno no olvidar que Garcia Márquez fue fundador del periódico La Jornada, medio fundamental para entender el periodismo y la cultura en México, que desde un principio nació como Sociedad Cooperativa: el paso obligado y urgente, aquí y ahora, para el del festejo.
Dejó este texto de despedida: “Si por un instante Dios se olvidara de que soy una marioneta de trapo y me regalara un trozo de vida, aprovecharía ese tiempo lo más que pudiera, posiblemente no diría todo lo que pienso, pero en definitiva pensaría todo lo que digo.
Daría valor a las cosas, no por lo que valen, sino por lo que significan.
Dormiría poco, soñaría más, entiendo que por cada minuto que cerramos los ojos, perdemos sesenta segundos de luz… me tiraría de bruces al sol, dejando descubierto, no solamente mi cuerpo, sino mi alma.
A los hombres les probaría cuán equivocados están al pensar que dejan de enamorarse cuando envejecen, sin saber que envejecen cuando dejan de enamorarse. A un niño le daría alas, pero le dejaría que él sólo aprendiese a volar.
A los viejos les enseñaría que la muerte no llega con la vejez, sino con el olvido
Tantas cosas he aprendido de ustedes, los hombres…., He aprendido que todo el mundo quiere vivir en la cima de la montaña, sin saber que la verdadera felicidad está en la forma de subir la escarpada.
Me apartaría de los necios, los habladores, de las gentes con malas costumbres y actitudes.
Sería siempre honesto y mantendría llenas de amor y de atenciones a las personas a mí alrededor, siempre trataría de dar lo mejor…He aprendido que un hombre sólo tiene derecho a mirar a otro hacia abajo, cuando ha de ayudarle a levantarse.
Trata de decir siempre lo que sientes y haz siempre lo que piensas en lo más profundo de tu corazón. Si supiera que hoy fuera la última vez que te voy a ver dormir, te abrazaría fuertemente y rezaría al Señor para poder ser el guardián de tu alma… Si supiera que estos son los últimos minutos que te veo, te diría “Te Quiero” y no asumiría, tontamente, que ya lo sabes. Siempre hay un mañana y la vida nos da siempre otra oportunidad para hacer las cosas bien, pero por si me equivoco y hoy es todo lo que nos queda, me gustaría decirte cuanto te quiero, que nunca te olvidaré.
El mañana no le está asegurado a nadie, joven o viejo. Hoy puede ser la última vez que veas a los que amas. Por eso no esperes más, hazlo hoy, ya que si mañana nunca llega, seguramente lamentarás el día que no tomaste tiempo para una sonrisa, un abrazo, un beso y que estuviste muy ocupado para concederles un último deseo.
Mantén a los que amas cerca de ti, diles al oído lo mucho que los necesitas, quiérelos y trátalos bien, toma tiempo para decirles, “lo siento”, “perdóname”, “por favor”  “gracias” y todas las palabras de amor que conoces… Nadie te recordará por tus nobles pensamientos secretos. Pide al Señor la fuerza y sabiduría para expresarlos… Finalmente, demuestra a tus amigos y seres queridos cuanto te importan.

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