Decidí escribir una columna que tratara sobre la mejor manera de ser del servicio público, es decir sobre el carácter que debe mostrar la burocracia, que es lo mismo que el comportamiento, valores y principios éticos que guíen los actos, de quienes ejercen el gobierno de México y me encontré metido en un vericueto harto difícil de explicar.
Porque existe una tremenda confusión en la definición de lo que constituye Ética, no en el terreno de la cuestión filosófica, la que aparentemente es muy sencilla, porque Ética significa carácter o modo de ser. Así se dice, que una persona tiene tal o cual carácter o conducta ética de acuerdo a los actos que practica todos los días. Pero resulta que los valores que definen cual modo de ser o carácter es éticamente correcto, son variables relativas que se mueven de manera contraria a lo que la justa razón manda y lo que esta bien.
El asunto es que medido en una comparación internacional, México se ubica entre los últimos cinco países mas corrompidos del mundo, solo encima de Nigeria, Bolivia, Colombia, Rusia y Pakistán, con calificaciones por debajo del 2.6, mientras los países ejemplares por la honestidad, transparencia, servicio y buen gobierno son Dinamarca, Finlandia, Suecia, Nueva Zelanda y Canadá con notas del 9.1 al 9.94. Son datos que debería no solamente causar pena a los mexicanos, sino mover conciencias para corregir tan gravísimas fallas, sin embargo, no sucede nada y las cosas siguen igual o peor.
Se sabe que a la acostumbrada disposición corrupta de “cobrar” el 10 % que se hizo costumbre o razón ética de los gobiernos a partir de Salinas de Gortari, ahora se ha llegado al extremo de exigir el 20% para asignar una obra cualquiera, desde una construcción de banquetas, hasta la asignación de una concesión de telefonía, el desarrollo de un sistema de riego, una escuela o un hospital.
Debo confesar que al principio de este ensayo, me movía únicamente el deseo de proponer unas medidas simples y necesarias, creía así, para intentar cambiar el escenario que se percibe, se sabe, el bolsillo resiente, en los municipios sureños, en Tejupilco y quizás con mayor gravedad en Temascaltepec, donde la “cantata” es que no hay dinero, esta quebrada la hacienda pública. O peor tratar de contrarrestar las absurdas declaraciones de Isael Villa, pidiendo a los paisanos”que no vengan, se regresen a Estados Unidos”, en vez de salir a organizar a la sociedad, a invitar a construir parques públicos, juegos infantiles, a usar fierros viejos y convertirlos en aparatos gimnásticos, barras fijas, paralelas, hacer campañas de limpieza social, convites o tardeadas de charada. ¡Hay tanto por hacer! en vez de la faraónica construcción del Palenque, tan innecesaria como los arcos que dejo Herminio Santín, de adorno sin explicación.
Se me ocurrió que dejar de estacionar los autos frente al municipio, con policías agresivos cuidando los lugares, provocando congestionamientos, seria un comienzo. Caminar, moverse en bicicleta, seria una medida ejemplar y así podrían los servidores públicos –el Alcalde, los Regidores, El Síndico, los jefes, etc.- platicar con la vecindad, entrar en los negocios y enterarse de primera mano de las necesidades, dar un estimulo y probablemente arreglar algunas cosas urgentes.
En la preparación de este trabajo me encontré con dos trabajos muy completos titulados Formación Ética-Filosófica y Jurídica de los Servidores Públicos cuya autora es Ana Lilia Ulloa Cuellar y otro de Oscar Diego Bautista titulada La Ética en los Servidores Públicos, presentado como trabajo de tesis en la UPN, muy completo, muy confuso.
Resulta interesante recordar que son los artículos 108 Constitucional el que define la naturaleza y responsabilidades del Servidor Público y por otro lado es el 212, capitulo I del Código Penal del Distrito Federal, del fuero común y del fuero federal para toda la República Mexicana, el marco jurídico. Ambos documentos, recargados de frases célebres del saber humano, como esta de Nietzsche que dice “yo, el Estado, soy el pueblo” u otra de Edmundo Burke “se Gobierna con la experiencia” y muchas más hacen atractiva la lectura, pero se cae en imprecisiones típicas de los “sesudos” trabajos intelectuales. Desconectados con la realidad real, pontifican desde las alturas sin bajar a la parte sensible, la del inspector municipal que me decía a mi el otro día “el día que mi cheque venga con su firma, le hago caso”. Por supuesto que esta persona repite e imita lo que mira que hacen los superiores que sin pudor, ni rubor mienten y roban.
Porque lo mismo el basurero que se encarga de la limpieza, que la secretaria que contesta el teléfono, que el policía, el Director de Gobernación, el Regidor o el Presidente Municipal y así hasta el Presidente de la República (ahora usurpada, por cierto) son encargados del Gobierno que se financia con dinero que proviene de fuentes cuyo origen o somos todos los mexicanos o son recursos y activos que nos pertenecen a todos los mexicanos.
Es la parte mas descabellada del caso en el estado de México que seria el que nos ocupa, donde el PRI mantiene una dictadura nada perfecta, desde hace 70 años y la divisa que la sostiene es la idea de que el Gobierno es un BOTÍN, del cual se apropian sin conmiseración. Vale mencionar aquí que la suma de recursos transferidos a partir del 2006 y al 2008, dinero que se entrego a Gobiernos y Municipios de todo el país, donde el Estado de México, como presume, constituye la entidad de mayor peso demográfico, ascienden a 3.3 billones de pesos, si de millones de millones de pesos, esto es, el doble de la ayuda que se destino tras la Guerra Mundial por el Plan Marshall, para reconstruir Europa, que en moneda comparable seria igual a 1.6 billones y que ha hecho del viejo continente cima del mundo, en tanto que en México los cuantiosos recursos han ido a parar a los bolsillos de funcionarios que desconocen absolutamente el sentido de la ética de la vida.
Para ello se establecen lazos de corrupción, simulación, compadrazgo, presión, veladas amenazas, pero primero es lo que me ha dicho y repetido siempre un amigo que es parte de las mas altas esferas del establishment Mexiquense, “Guillermo, no critiques, y todo te saldrá bien”, así me dice, igual y otros que con el abrazo, la sonrisa, la palmada, o la invitación a “socializar” lanzan las redes para atrapar a la gente que se une para sostener el castillo de la impureza que es el Estado de México.
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