Los contrastes son graves y
duelen. Muchos jóvenes en el estado de México están siendo seducidos por el PRI
y se involucran a tal grado en la defensa de este partido político, que pierden
la cordura y dejan de pensar y ser humanos. Dos casos de jóvenes hijos de
amigos míos, uno de Temascaltepec y otro de Tejupilco, son lamentables por su
arrogancia, por su proclividad hacia la corrupción –uno de ellos le propuso a
una maestra que le “pagaba” las clases de ingles, que el no asistiría pero, que
no le dijera a su Padre- y aunque se
dice dirigente deportivo, este joven solo practica el levantamiento de “tarro”
y la “cuba libre”. Es el resultado de ser parte de instituciones políticas
corruptas. Son síntomas de la degradación moral del PRI. Son los productos de
la mediocre educación mexiquense. Son delincuentes en potencia. Son de los 16
mil acarreados, que en 400 camiones los “llevaron” al estadio Azteca, para
enfrentar a los jóvenes del movimiento #132. Inaudito y criminal.
Todo lo contario ocurrió el día
de ayer en Acapulco, Saltillo, Cuernavaca, Querétaro, en Chicago Illinois, en
Madrid y Barcelona España, en Tierra Blanca Veracruz, en Ciudad Juárez,
Reynosa, en Tijuana, en Monterrey y en Guadalajara, donde decenas de miles
(Milenio consigna unos mil solamente jeje) esperaron a Andrés Manuel López
Obrador, al finalizar el debate con la señora (?) Josefina, con un payaso sinvergüenza,
ungido al partido de Elba Esther Gordillo y por el Gerente que pretende imponer TELEVISA y toda
la maquinaria burocrática que opera a favor del PRI, como Presidente.
Pero donde no alcanzan las
palabras, rebasan los esquemas, es para entender la Primavera Mexicana que florece con energía cada mañana. Hay que
vivirlo, hay que sentirlo, ver, escuchar y ser parte de este principio. Lo que
ocurrió en la Ciudad
de México, donde cientos de miles nos reunimos por nuestra propia voluntad,
libre albedrío y costeando nuestros propios gastos, es un hecho inédito en la
historia nacional. Estuvimos juntos, señoras mayores de edad, “emos”, darketos,
bailarinas, muchachas lindas, la mayoria con playeras, no vi una sola mujer que
marchara con las uñas adornadas -con las garras brillantes y coronadas por
piedritas- pero había gays, pintores, enfermeras, hombres, muchachos, niños, indígenas.
Escuchamos mucha música en vivo, guapachosa, alegre, bullanguera. Se combinaban
los tambores rítmicos, guiros, liras y bongoes. Muchas, muchas pancartas. Todos
querían ser vistos y retratados. El domingo 11 de junio, se reunió en la Ciudad de México, lo mejor
de la “inteligencia” mexicana y se organizo sola, bien y feliz.
Yo estuve allí y puedo decir que
es el México que vive en mí y me sigue a donde voy. Es el México de libros, de
opiniones, de amistad, de deporte y vida sana. Es el país del ajedrez y del
arte, del ballet y la opera, cosmopolita, decente, amable y sonriente. Por
ejemplo, uno de tantísimos anécdotas, fue un momento en que una señora que vendía
bebidas, tropieza y cae toda su mercancía, para ser inmediatamente auxiliada
por todos los miles que marchábamos. Eso no sucede en el estado de México
contemporáneo, permeado de un egoísmo divisor, en beneficio de los promotores.
Las consignas se repetían: el que
no salte es Peña… y todos a pegar de brinquitos… “No somos uno, no somos 100,
prensa vendida, cuéntanos bien”, fue el grito que con mayor fuerza se escucho
al pasar por Paseo de la
Reforma 18,
a las puertas del periódico Excelsior. “Queremos
escuelas, no telenovelas”… No faltaron una y otra vez los “Goyas” cachun cachun
rra rra ni los “Welums” ¡Gloria! A la cachi cachi porra…o el “gaviota” tu
marido es un idiota…hasta el definitivo “si hay imposición habrá revolución”
Quiero decir con orgullo que
Tejupilco-Temascaltepec-Luvianos-Tlatlaya-Amatepec estuvieron representados, por un
grupo de jóvenes estudiantes que viajamos en autobús, nos concentramos al
principio frente al Palacio de Bellas Artes, caminamos hacia el Zócalo y al
llegar a la esquina de Madero y la
Plaza mayor, se cambio el sentido en dirección al Ángel de la Independencia. Que
al principio no tuvimos nociones de cuantos éramos hasta que el flujo empezó a
caminar y entonces, al voltear a la altura de la calle de Bolívar y ver que las
paralelas a Madero, las de 5 de Mayo y
16 de septiembre eran unos auténticos “ríos” de gente, comenzamos a sentir que
algo nunca visto estaba ocurriendo. Pero es en el cruce de la calle por donde caminábamos,
con San Juan de Letrán –como debe ser-, cuando no alcanza la vista para ver que
todo el Eje Central esta completamente lleno, de ciudadanos #132, en que nos
embarga, a todos, la conciencia de ser agentes políticos y hacer,
verdaderamente política.
Desfilaron colectivos de teatro,
bailarinas del INBA, electricistas del SME desempleados (aún), la UAM, las ENEP Zaragoza y
Cuautitlan de la UNAM,
Chapingo, la UACM,
hubo un contingente muy aplaudido que se autonombraban estudiantes mexiquenses,
pero que no estudian en escuelas del estado de México. Había miles de
ciudadanos con sus familias. No vi escuelas o universidades particulares y eso
provoco preguntas entre mis acompañantes. Creo que ayer, fue un momento
glorioso para los 131 jóvenes de la Universidad
Iberoamericana, porque gracias a ellos, se despertó esta
marea que inundara la pretensión de los monopolios por imponer a Peña Nieto
Y hay que esperar los “coletazos”
que dará el animal. Hay que aguardar con SERENIDAD los estertores del
dinosaurio, que ha sido tocado por el destino que lo aniquila, por el remedio
contra su existencia: la conciencia ciudadana, el saber, la inteligencia.
Después de estas elecciones, el PRI va a cambiar, pero al incorporar gente
sabia y docta, el saber y la razón, la libertad y la volición autónoma en sus
entrañas, terminara por inocular el elixir necesario, la antitesis que lo
extermina. El PRI solo puede ser un partido político si existen los sectores
sociales pobres, necesitados, ignorantes, con miedo y ajenos a ser dueños de
sus voluntades. El PRI solo vive de “pastorear borregos” para servicios
electorales en beneficio de las cúpulas dirigentes.
Por eso, del ingenio popular:
“con billete baila el copete”… “Un mexicano que vota por el PRI es como un
alemán reconstruyendo el Muro de Berlín”, “ya nos equivocamos en Coahuila, no
te equivoques con México”, “Órale mi niño (Peña) a hacer su chamba (la
corrupción) y la mejor advertencia de todo el día es, que “LA REVOLUCIÓN, NO SERA
TELEVISADA”
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