Monday, April 28, 2014

POR UN PAÍS AL ALCANCE DE LOS NIÑOS

Nada me causa mayor placer que el descubrimiento de lo desconocido, la sorpresa del hallazgo. Me encuentro estupefacto, preso de un estado de estupor, que desata todas las obsesiones tan conocidas por mi espíritu: son la muerte, el reconocimiento, las diferencias, la búsqueda, las semejanzas, los propósitos, por supuesto que la duda, la necesidad, la realidad, es la imaginación que agobia, que nutre, que sonríe y enamora. La ausencia tan sentida del poeta y Nobel colombiano, me restrega lo novel de  mi condición, el océano inmenso que descubro en un portentoso Garcia Márquez, que este día, será mi compañero para recordar al mayor activo, siempre de toda comunidad que se precie de ser política: es la niñez, son las niñas y son los niños, el mayor tesoro y la única posibilidad, de que en México –tan diferente de Colombia- las cosas cambien, para bien.
¿Por qué no había leído al Gabo? ¿Si “El Amor en los tiempos del Cólera” sigue siendo la novela que aún no acabo de vivir? Si he leído dos veces los “Cien años de soledad” pero he canturreado en miles de ocasiones Macondo, con el sonsonete de Oscar Chávez ¿Por qué, si “Los Funerales de la mama grande” o la “Triste historia de la cándida Erendira y su malvada abuela”, los considero la tragedia en que me metí al emparentarme, sin desearlo, sin saber, con Ciudad Altamirano y que me condujo, sin pensarlo a mudarme de piel y habitar en otra,  tan diferente a la que tenía cuando nací? ¿Si la “Crónica de una muerte anunciada” y “Del Amor y otros demonios” me resultaron tan fascinantes, al igual que “El general no tiene quien le escriba”? ¿Por qué si leí tanto a Garcia Márquez, nunca lo había leído?
Esta paradoja me ha llevado a zambullirme en páginas y páginas, en suplementos publicados sobre el de Arácata, a escarbar y husmear en todos los orificios que tiene el internet, hasta encontrar una serie de textos que voy a utilizar para recordar a la niñez este 30 de abril, que celebra un día dedicado a ellos, en México. Se titulan “Manual para ser niño”, “La vocación sin don y el don sin vocación”, “Las ventajas de no obedecer a los Padres”, “Con que se comen las letras” y el que le da título a esta Carta Sureña “Por un país al alcance de los niños”
Y comienzo por este último trabajo, no sin antes señalar, reconocerme en ellos, en todos las  textos que comienzan por los títulos, porque en cada uno veo a los niños mexicanos, de la Albarrada o de la Primaria México 68,  a los bebes que están bajo el cuidado de la Estancia Infantil de mi hija Cristina, que abre sus puertas todos los días en Tejupilco,  a los chicos de Balveria o de Tepito. Veo, me veo antes que a nadie: me veo a mí y mi niñez.
Siempre había pensado que nadie es más sabio que un Poeta, porque el dominio de la palabra al que accede todo literato es el Don mayor de la humanidad. Por encima del Médico que sana las enfermedades y alivia el cuerpo, del químico que se adentra en las propiedades de la materia, del chofer que maneja un vehículo de transporte, del maestro que educa a la niñez en el conocimiento, del pintor que plasma las emociones de la humanidad en un lienzo, inclusive del jefe político que gobierna en beneficio de toda la comunidad: porque el Poeta construye las palabras que definen a la realidad. Sin palabras no podría haber gobierno, ni entenderse el sistema digestivo, no se comprenderían las imágenes ni se aprendería ningún saber fáctico.
Pero al leer las historias que ha dejado escritas sobre Colombia, confirmo en Gabriel Garcia Márquez lo que antes solo creía: “Somos conscientes de nuestros males, pero nos hemos desgastado luchando contra los síntomas mientras las causas se eternizan. Nos han escrito y oficializado una versión complaciente de la historia, hecha más para esconder que para clarificar, en la cual se perpetúan vicios originales, se ganan batallas que nunca se dieron y se sacralizan glorias que nunca merecimos. Pues nos complacemos en el ensueño de que la historia no se parezca a la Colombia en que vivimos, sino que Colombia termine por parecerse a su historia escrita…” dice que “Colombia. Lo habitaban desde hacía unos 12.000 años varias comunidades dispersas de lenguas diferentes y culturas distintas, y con sus identidades propias bien definidas. No tenían una noción de Estado, ni unidad política entre ellas, pero habían descubierto el prodigio político de vivir como iguales en las diferencias. Tenían sistemas antiguos de ciencia y educación, y una rica cosmología vinculada a sus obras de orfebres geniales y alfareros inspirados. Su madurez creativa se había propuesto incorporar el arte a la vida cotidiana... El oro y las piedras preciosas no tenían para ellos un valor de cambio sino un poder cosmológico y artístico, pero los españoles los vieron con los ojos de Occidente: oro y piedras preciosas de sobra para dejar sin oficio a los alquimistas y empedrar los caminos del cielo con doblones de a cuatro. Esa fue la razón y la fuerza de la Conquista y la Colonia, y el origen real de lo que somos... Ilusión pura, en una sociedad que era un modelo oscurantista de discriminación racial y violencia larvada, bajo el manto del Santo Oficio” El Gabo habla del mestizaje y de los negros que llegaron a Colombia a explotar las minas, del desprecio de la sociedad colonial, clasista y de las castas, dice “Hasta hace pocos años no se aceptaban todavía en los colegios de Colombia a los hijos de uniones libres…”
Leer a Garcia Márquez en la hora de la muerte es todo un disparo multicolor. Son tantas las piezas jugadas en un tablero de ajedrez, un caleidoscopio multimillonario que se necesita mucho tiempo y espacio de reflexión. Pienso y comparo con el México que retrocede a zancadas a lo más recóndito del oscurantismo. Hoy se imponen obligatoriamente tres años, ¡no! ¡qué va! ya son seis años de catecismo, para que los niños en Tejupilco, de aquí a Altamirano, en Guerrero, los de Huetamo, en Temascaltepec se pierdan para siempre en las asechanzas de la culpa y del pecado, del perdón y el placer impropio, de los sacerdotes pederastas, de los ministros religiosos delirantes, de los locos de atar. Aún recuerdo al Cura Abelardo, de la Parroquia de Temascaltepec, entregándome un documento de Fe de Bautismo, en una vez que necesitaba un pretexto social, con la leyenda de “Hija Ilegitima”: lo rompí en pedazos, en sus “narices”, pero el daño estaba cometido, la afrenta por escrito. Eso paso hace mas de 20 años, hoy es la Ley, en el día en que la feligresía es conmovida por los anuncios que elevan a los santos altares a dos hombres que juran milagros: Juan XXIII, el Papa Bueno y Juan Pablo II, el Papa mas anti mexicano que ha existido.
Y como el sentido de esta carta son los niños, nuevamente me atengo a lo que escribe el Nobel, que relaciona historia, con vocaciones, sistemas educativos, felicidad, añoranzas, la simpleza de la vida, lo creativo, las aspiraciones de superación, el arte y la educación artística: “Por lo mismo, nuestra educación conformista y represiva parece concebida para que los niños se adapten por la fuerza a un país que no fue pensado para ellos, en lugar de poner el país al alcance de ellos para que lo transformen y engrandezcan. Semejante despropósito restringe la creatividad y la intuición congénitas, y contraría la imaginación, la clarividencia precoz y la sabiduría del corazón, hasta que los niños olviden lo que sin duda saben de nacimiento: que la realidad no termina donde dicen los textos, que su concepción del mundo es más acorde con la naturaleza que la de los adultos, y que la vida sería más larga y feliz si cada quien pudiera trabajar en lo que le gusta, y sólo en eso”
Y en forma de perlas, escuchar los dones inteligentes legados por el Gabo, quien señala,  que en Colombia, porque en México parecen elididos, irresponsablemente “sacados de la jugada” (mejor se ocupa el tiempo de legislar en estupideces que tienen que ver con el orden de los apellidos y no el papel central en la educación de los hijos), hablo de: “Los padres no están preparados para la grave responsabilidad de identificarlas a tiempo, (las vocaciones y los dones de los hijos)  y en cambio sí lo están para contrariarlas… Las aptitudes y las vocaciones no siempre vienen juntas. De ahí el desastre de cantantes…que no llegan a ninguna parte… de pintores que sacrifican toda una vida a una profesión errada, o de escritores prolíficos que no tienen nada que decir. Sólo cuando las dos se juntan hay posibilidades de que algo suceda, pero no por arte de magia: todavía falta la disciplina, el estudio, la técnica y un poder de superación”. Que es el asunto de las escuelas, el otro cáncer, ahora sí, regreso a México.

El mensaje paterno a la niñez, del que me hago eco y por el que me pregunto ¿Por qué no lo entendí antes de los antes? es “Aspiro a que estas reflexiones sean un manual para que los niños se atrevan a defenderse de los adultos en el aprendizaje de las artes y las letras. No tienen una base científica sino emocional o sentimental, si se quiere, y se fundan en una premisa improbable: si a un niño se le pone frente a una serie de juguetes diversos, terminará por quedarse con uno que le guste más. Creo que esa preferencia no es casual, sino que revela en el niño una vocación y una aptitud que tal vez pasarían inadvertidas para sus padres despistados y sus fatigados maestros”

Thursday, April 24, 2014

COMENTARIO EDITORIAL

Frente a la pobreza dialéctica e intelectual de los inesperados oponentes, de aquellos críticos refugiados en las arcas públicas, que se trepan en la mancha de la censura que corre a todo lo largo y ancho del país, como pus o plaga apestosa bubónica, fiebre diftérica o viruela negra y loca, es menester hacer definiciones precisas y claras. Me explico.
Hace cosa de dos meses participé en un Foro Regional sobre Educación en Tejupilco que resultó toda una farsa, otra opereta para justificar trabajos obligatorios, baladronada de burocracias, el magisterio en toda su expresión. Inauguración con presencias incomprensibles, una Cátedra Magister de un Docto simpático pero muy nocivo, por el desprecio manifiesto por el trabajo manual, el empleo de las manos y el cuerpo para hacer y transformar: dijo “luego hay maestras en posgrado que echan tortillas y así nunca van a ser unas buenas candidatas al Doctorado”. En dicho Foro presenté una Ponencia titulada “El Escritor y la Educación” y comencé por señalar el mal uso del idioma y del lenguaje, “abusivo en retruécanos, esdrújulas y esa monserga plagosa de convertir los sustantivos en verbos (problemática, vivencian)” El evento fue una demostración más del “gatopardismo” imperante en la vida social y política en el estado de México y concluyo con la entrega de un “simpatiquísimo” disco compacto, que contiene las ponencias que se expusieron y  donde brinca el estilo de los criticones nativos, puesto que, herran mi Ponencia Personal, con: “la opinión y redacción es responsabilidad personal del autor”. Y eso es  un adjetivo pusilánime, tan descalificador como llamarme “fuereño”, o  como cuenta  Don Félix Garcia, del periódico El Monitor, que le decían “indio”.
Sucede lo mismo al interior de mi espacio televisado, al notar que en uno de mis Comentario que  se transmiten como parte del Noticiero Poder Informativo (sic),  a través del Canal 28 de cable, en este sur del estado de México,  el conductor del noticiero calificó mi intervención -que ya cumple casi una década de mantenerse al aire de forma más o menos ininterrumpida- de “Personal”. No hay duda, se revela con claridad diáfana, que lo “Personal” de mis opiniones, es una consigna. No hay que ser un genio, para saber que no existen las casualidades en la vida y menos en el ejercicio del poder en México. Menos, cuando el avasallamiento de la sociedad, por el retorno acelerado y demoledor del sistema de poder agrupado de manera genérica alrededor del PRI se impone nuevamente con impudicia y crueldad.
En la antesala del merecido Premio Cervantes, la galardonada Elena Poniatowska declaro en una entrevista concedida al diario El país en España que “El PRI ha sido un poder prepotente y que ha actuado como un dictador, siendo un partido. Se ha impuesto y amedrenta. El PAN y el PRD no han inventado una nueva forma de hacer política, ni han actuado en forma muy distinta al PRI. No han aportado nada cuando han subido al poder. No hay aquí alguien que podamos señalar, un diputado o una senadora que yo quiera oír o que quiera seguir, no existe. En México no hay una forma alternativa de hacer política más que la del PRI”
Por eso me veo obligado a efectuar una declaración de principios, necesaria y sin mayor preámbulo: que todo mi quehacer es Político y no es nada Personal. No me dirijo contra nadie en lo particular, cuando hablo de Peña Nieto, ni al referirme a Dios, a Isael Villa, a los Chuchos, a Radio Roka o a los PRIimates, los PANazis o el PRD Estas cartas editoriales, lo mismo que mis Libros publicados, presencia en redes sociales, o los comentarios que se transmiten por televisión, son Actos Políticos.
Soy voz de aquella parte de la sociedad mexicana y regional que no puede, no sabe, no quiere, no encuentra la forma de expresarse y decir lo que piensa. Soy parte de una sociedad que no acepta y no está de acuerdo con la forma de Gobierno que se ha impuesto a golpes, amenazas, corrupción, extorsiones, compra y venta de voluntades, de miedo, de compadrazgos, nepotismo, de esa variante coja y depravada de la amistad, la fundada en la hipócrita conveniencia, de la farisea utilidad, de la complicidad. Pero además escribo, como bien sentenciaba el de Arácata, porque “se siente la necesidad de escribir, como se siente la necesidad de tomar agua. Uno siente sed. Es por épocas. Hay épocas en que no”
Todos mis actos son expresión de una lucha política que tiene como objetivo la conquista y la conservación del poder, por parte de la gente buena, la que es noble y se esfuerza, la gente que piensa y lee, que escucha y atiende de manera gentil y atenta la voz de la razón. Soy un medio que con base en la quejumbrosa prudencia, procura no rebasar los límites de lo correcto con lo riesgoso, de la valentía tentada por la audacia, de los silencios, que son el decir sonoro, escandaloso de la mayoría social, de los múltiples mensajes que se esconden detrás de la palabra muda, la que no se dice por tradición, por temor, por incapacidad o por no saber expresarse.
Es un orgullo ser parte de la sociedad sureña, no la de Temascaltepec ni la de Tejupilco o la de Tlatlaya, sino de toda la región. Soy un mexicano oriundo de la capital de la República, que le gusta practicar deporte y hacer amistad con la gente que se levanta y se esfuerza en la disciplina de la vida sana, por estética o por salud. Son mis amigos los carniceros de Temascaltepec, la familia Olivares de los Timbres y del Barrio de Magdalena, los policías que vigilan en esta región, de los jóvenes que se citan en la Librería El Arete de Tejupilco para dialogar, de los estudiantes de la UNID que me piden entrevistas y de aquellos que sonríen, de la niña que me dijo gracias el otro día y agregó que le gusto mucho lo que grababa mi amigo Alejandro Jaramillo, como parte del Noticiero nocturno. Noticiero inaugurado por su fundador Juan Carlos Lara, a quien por cierto felicito por su debut como director del cortometraje “Luz Preventiva”. Soy afortunado al gozar de la amistad de Pedro Montoya,  Director y Propietario del Sistema de Cable del Sur, quien a partir del año 2001 autorizo y apoya la difusión de opiniones, que como las mías, constituyen una crónica de la vida política en esta región. Pero también son mis amigos la gente de San Pedro Tenayac, de la ranchería de Jesús del Monte,  la familia Torres de Carboneras, del grupo Vida y Libertad de Tejupilco
Por eso es que de ninguna manera se puede, ni debe calificarse de Personal a mi opinión, antes creo que, atendiendo al caso del Canal 28 y la descalificación velada de Martin López Dóriga o de Carlos Loret Pelcastre, mi presencia en el Noticiero Poder Informativo constituye un punto de vista Editorial del canal y del sistema de comunicación. Puesto que desde el momento en que fui invitado, nunca he recibido ninguna queja o llamado a la censura. Si antes no se debatió este punto, es que no existían razones para solicitar que cambiara mis opiniones editoriales: de haber sucedido y atendiendo a la amistad que me une con mis compañeros y amigos, bien podría considerar sus razones, hablar de otras cosas o dejar de participar. Es el libre albedrio, mi divisa personal.

No obstante,  hoy, que se avecinan tiempos de revuelta a los albores de la década de los años 60’s y que el PRI lo mismo persigue a Denise Dresser, injuria a Carmen Aristegui, maniobra para que dejen de escribir críticos como Epigmenio Ibarra, intrigan contra la libre expresión a través de redes sociales e intentan contrarrestar la abrumadora mayoría de insurgentes que encuentran en la expresión audiovisual y escrita, un frente de guerrilla contra el mal gobierno, me resulta muy claro que la palabra hablada o escrita, como es mi caso, se encuentra es una ruta crítica, de colisión política mayor, a partir del momento en que se regrese a las contiendas electorales y allí se definan los argumentos para botar del poder a los sátrapas, con el voto de la comunidad política. ¿Cuál?: la que esté de acuerdo con la razón de estado y la lucha política encabezada hasta este día por Andrés Manuel López Obrador. Hay que decirlo de una vez: todo aquel instituto oficial que se incorpore a esta campaña, será bienvenido, de acuerdo a las condiciones que MORENA determine para recibir a la gente que aun se atrinchera en el PRD, en el PANAL o el mismo PRI, PAN o hasta el PUP (Partido Único de Pendejos)

Me decía ayer un policía con el que viaje de Tejupilco a Temascaltepec que el modelo de sociedad a la que aspiro y por la que lucho, es “Comunista”; y sin poder reírme a carcajadas, mientras le entrevistaba, pude, en cambio, tratar de persuadirlo, al dibujar en su imaginación, una sociedad donde la gente eduque sus sentidos con la música de los autores clásicos, que disfrute a Haydn, Mozart, Bach o Tchaikovsky. Que organice equipos infantiles y juveniles de todos los deportes y la práctica deportiva sea el premio mayor. Que se reúna a platicar a la vera de los árboles, preparar jarras de agua fresca y leer en voz alta. Que administre los espacios públicos para que sean de uso público y no los secuestren las mafias al servicio del PRI o del crimen. Que viva con la divisa de que la libertad y la independencia son los mayores bienes a los que puede aspirar el ser humano y que los cargos públicos sean Honoríficos y sin goce de sueldo, para todo aquel que merezca asumir la jefatura Política en cada municipio.

Monday, April 21, 2014

EL MEJOR OFICIO DEL MUNDO

Había planeado llamar a esta Carta, la de este día especial, “El Escritor y el Periodista”, a tono con una intervención que expuse hace unas semanas, en un foro dedicado a la educación. Pensé en ampliar al terreno de lo que constituye el oficio del escritor, el trabajo del periodista y ordenar un aniversario más, el trigésimo cuarto, del Periódico El Monitor, con el reconocimiento al Maestro, y Fundador de esta empresa, Don Félix Garcia, junto con el pensamiento de Gabriel Zaid y esa Filosofía en la que me he educado y que es la misma que nutre y hace vivir a esta casa editorial: se le llama Tertulia Improductiva y es el privilegio del saber libre, la conversación básica, el origen de los libros, el conocimiento práctico, la fortaleza de la experiencia, de la constancia, del gusto por la cultura del esfuerzo.
Más la distancia que ahora impone la ausencia de Gabriel Garcia Márquez, exige que se detengan las rotativas: ¡alto, alto! hay que modificar “la de ocho”, solo que esta vez, como el de Lampeduza, en esta ocasión, que se cambie para que todo siga igual. Finalmente el gatopardo tan común en la realidad mexicana, como el de Chesire de Alicia, son felinos  propios de la mágica imaginación, son habitantes del realismo mágico, del surrealismo nacional que provocó el enojo de Salvador Dalí y maravilló antes a André Breton, Picasso, Leonora Carrington, Miró, Giacometti…
Es la Galaxia de Gutenberg de luto por la muerte del Poeta, quien sin pompa y circunstancia, afirmara una y otra vez “Siempre me he considerado un periodista, por encima de todo” Y con su partida, se hace obligada la presencia del Gabo en este instante que se rinde el mundo cultural, periodístico, empresarial del estado de México, merecidamente, ante Don Feliz  "Una de las pocas joyas que quedan" (Un Año Perdido, Gerardo Lara, IMCINE-Rancho Grande, 1993)
Gabriel Garcia Márquez fue hijo de Luisa Santiaga y Gabriel Eligio,  el mayor de 11 hermanos, siete varones y cuatro mujeres, nieto de Tranquilina Iguarán Cotes y el coronel Nicolás Ricardo Márquez Mejía, los abuelos maternos con quienes se crió hasta los diez años en una tierra de platanales bajo soles inmisericordes y vivencias fabulosas.
Félix Garcia es dueño de una historia que aun espera por ser escrita, pero que cuenta con pasajes que hablan de un Padre español, de una Madre Otomí y una niñez en tierras cercanas a Temoaya, de una vocación, determinante, de gracias y alegrías al principiar, ser precursor de una idea, en un  medio increíble para la gente de la región.
Hay mucho material sobre Garcia Márquez. La crónica de una muerte anunciada, anticipaba que en todo el mundo se dispusieran recuerdos, frases, imágenes, citas, anécdotas, fechas. El ojo morado por el puñetazo de Mario Vargas Llosa, afuera exactamente, parados en la marquesina del cine Bella Época, en la tradicional colonia Condesa. Circula profusamente una fotografía donde aparecen en el orden acostumbrado de izquierda a derecha Carlos Fuentes (2012) Gabriel Garcia Márquez (2014) Carlos Monsiváis (2010) José Emilio Pacheco (2014) y José Saramago (2010). Las fechas entre paréntesis nos refieren el año de su muerte. Es una tragedia la soledad que deja su desaparición física.  Es una alegría compartir con un Maestro en vida, es una bendición sentir que el universo dispone las cosas y que la fortuna, es que uno pueda ajustar su reloj personal y aprovechar el tiempo, disfrutar lo que se hace y entonces, hacer lo que uno desea sin saber, solito, libremente, hasta que todo pasa, así no’mas.

A manera de capsulas, dispongo que sean las palabras del Gabo quienes celebren esta vez, un aniversario más. Porque Garcia Márquez no se contentó con sentirse periodista, ni con despreciar como invento luciferino a la grabadora; o alertar sobre lo peligroso (de) este oficio”: las “manipulaciones malignas”, los “equívocos inocentes o deliberados”, “los agravios impunes”, las “tergiversaciones venenosas”. De alertar sobre las consecuencias de la mala educación (si el Gabo revisara las parrafadas que se escriben en las escuelas sureñas, seguro revive…) En sus enseñanzas, en las múltiples conferencias que dictó, Garcia Márquez, lo mismo invitó a jubilar a la ortografía (Congreso de la Lengua Española Zacatecas México 1997), que antes en 1994 se dio a la tarea de crear la Fundación del Nuevo Periodismo (FNPI), donde impartió desde el primer día, un taller de guión que se hizo legendario y que llevaba el nombre de “Como se cuenta un cuento” y que tuvo como asistentes, constelaciones de la talla de Francis Ford Coppola, Robert Redford o Costa-Gavras. Para enseñarse y aprender, por ejemplo que “Posicionarse... qué palabra... sólo de fea debería prohibirse" (agregaría “problemática” tan requerida entre la murga académica sureña); "realizar... yo creo que jamás he escrito la palabra realizar"; "qué pobres los adverbios terminados en mente; yo ya no los uso, porque siempre la palabra que los sustituye es mucho mejor".  No sin antes sentenciar: “Les voy a decir una cosa que quizá descorazone a algunos: yo creo que se nace periodista, como se nace pintor o músico… considero el periodismo como un género literario, como la novela, como el teatro, como la poesía. Eso significa que algunos de los que están aquí nunca serán periodistas”… que le valiera el elogio de un par como Ryszard Kapuscinski  “la grandeza estriba en sus reportajes. Sus novelas provienen de sus textos periodísticos. Es un clásico del reportaje con dimensiones panorámicas que trata de mostrar y describir los grandes campos de la vida o los acontecimientos. Su gran mérito consiste en demostrar que el gran reportaje es también gran literatura”.
Una última antes de despedir esta Carta, es el reconocimiento de un Maestro del Periodismo, Premio Nobel, Genio de la Literatura, Activista Político, Buen Amigo, Padre, al doble papel desempeñado desde un principio por otro par, Félix Garcia: "El del editor es el trabajo más importante, son la cara del periódico. Lo que hacen los editores es más importante incluso que el papel del director. Ellos consiguen la calidad del diario".
Quienes somos parte del Monitor de Tejupilco, toda la comunidad del sur del estado, y además,  amigos y discípulos de Félix Garcia, debemos recordar que la larga carrera del de Arácata en el mundo de la literatura y las letras, nació en la redacción.. El Gabo llegó a aprender periodismo porque decía que la literatura no daba nada de "plata y que el periodismo al menos le brindaba un puesto (y un sueldo)” Creo que sería muy oportuno no olvidar que Garcia Márquez fue fundador del periódico La Jornada, medio fundamental para entender el periodismo y la cultura en México, que desde un principio nació como Sociedad Cooperativa: el paso obligado y urgente, aquí y ahora, para el del festejo.
Dejó este texto de despedida: “Si por un instante Dios se olvidara de que soy una marioneta de trapo y me regalara un trozo de vida, aprovecharía ese tiempo lo más que pudiera, posiblemente no diría todo lo que pienso, pero en definitiva pensaría todo lo que digo.
Daría valor a las cosas, no por lo que valen, sino por lo que significan.
Dormiría poco, soñaría más, entiendo que por cada minuto que cerramos los ojos, perdemos sesenta segundos de luz… me tiraría de bruces al sol, dejando descubierto, no solamente mi cuerpo, sino mi alma.
A los hombres les probaría cuán equivocados están al pensar que dejan de enamorarse cuando envejecen, sin saber que envejecen cuando dejan de enamorarse. A un niño le daría alas, pero le dejaría que él sólo aprendiese a volar.
A los viejos les enseñaría que la muerte no llega con la vejez, sino con el olvido
Tantas cosas he aprendido de ustedes, los hombres…., He aprendido que todo el mundo quiere vivir en la cima de la montaña, sin saber que la verdadera felicidad está en la forma de subir la escarpada.
Me apartaría de los necios, los habladores, de las gentes con malas costumbres y actitudes.
Sería siempre honesto y mantendría llenas de amor y de atenciones a las personas a mí alrededor, siempre trataría de dar lo mejor…He aprendido que un hombre sólo tiene derecho a mirar a otro hacia abajo, cuando ha de ayudarle a levantarse.
Trata de decir siempre lo que sientes y haz siempre lo que piensas en lo más profundo de tu corazón. Si supiera que hoy fuera la última vez que te voy a ver dormir, te abrazaría fuertemente y rezaría al Señor para poder ser el guardián de tu alma… Si supiera que estos son los últimos minutos que te veo, te diría “Te Quiero” y no asumiría, tontamente, que ya lo sabes. Siempre hay un mañana y la vida nos da siempre otra oportunidad para hacer las cosas bien, pero por si me equivoco y hoy es todo lo que nos queda, me gustaría decirte cuanto te quiero, que nunca te olvidaré.
El mañana no le está asegurado a nadie, joven o viejo. Hoy puede ser la última vez que veas a los que amas. Por eso no esperes más, hazlo hoy, ya que si mañana nunca llega, seguramente lamentarás el día que no tomaste tiempo para una sonrisa, un abrazo, un beso y que estuviste muy ocupado para concederles un último deseo.
Mantén a los que amas cerca de ti, diles al oído lo mucho que los necesitas, quiérelos y trátalos bien, toma tiempo para decirles, “lo siento”, “perdóname”, “por favor”  “gracias” y todas las palabras de amor que conoces… Nadie te recordará por tus nobles pensamientos secretos. Pide al Señor la fuerza y sabiduría para expresarlos… Finalmente, demuestra a tus amigos y seres queridos cuanto te importan.

Monday, April 14, 2014

NOSOTROS EL PUEBLO DE…

La Semana Santa me ha traído recuerdos de infancia y adolescencia. Eran tiempos de salir  y conocer el México Desconocido, los clásicos viajes inspirados en la revista de Henry Moller, a los pueblos que constituyen tesoros inmensos en nuestro país, todo un mosaico de colores y de sabores, de tonos de voz, de tersuras, climas, altitudes, folclore, flora, muchas costumbres. Era el espíritu dominante en aquella época: apertura, respeto a las tradiciones, comparar costumbres, ser cosmopolita, aprehender de todo, probar de todo, saber universal. Jamás me sentí constreñido a un solo espacio, una geografía, música o una religión. Por eso me resulta tan extraño el frenesí que observo, al celebrar las fiestas en esta región, la exaltación por lo mismo de siempre y cada vez peor, por los excesos, por los precios, por el entorno social. Son ajenas a mi inteligencia las apologías que se construyen con el rito festivo repetido, los juegos mecánicos destartalados, la pobreza gastronómica, la  calidad de los espectáculos, el clima de violencia e inseguridad.
Me puse a revisar la situación que guarda la geografía nacional, la etnografía para ser precisos, tan violentada y sin embargo tan rica y pletórica de novedades y hallé una lista que circula en el internet y que califica a los 100 pueblos más “bonitos” de México. Quizás la noticia más sobresaliente es que un Pueblo sureño aparece en el lugar 99, se trata de Villa de Sultepec de Pedro Ascencio de Alquisiras y junto con Valle de Bravo (11), Tepozotlan (27), Malinalco (47), Ixtapan de la Sal (57), Metepec (67), El Oro (69), Aculco (92) y Acolman (95) integran la novena que tiene en el primer lugar a San Miguel de Allende  y que incluye otros Pueblos como Taxco, Patzcuaro, San Cristóbal de la Casas, Jerez en Zacatecas, Chignahuapan, Cuatro Ciénagas, Tequila… No existen límites en nuestra Patria, rica en telas, bordados, helados y paletas, cerámica y textiles de todas clases, peinetas, anillos, dijes y sombreros, moles, sonidos y frutas. Papantla y la vainilla, Huichapan y los morrales deshilados. Son costumbres que se fomentan se aprecian se perfeccionan, se enseñan y transmiten de padres a hijos.

Me causa profunda tristeza ver que en esta región se desprecia y confunde el significado y el valor de ser parte de un Pueblo, -como si a un tepiteño le causar vergüenza ser de “barrio”- de los beneficios de preservar los encantos que constituyen la naturaleza regional y que empeñados (en el sentido de alienación y enajenación) en saltarse las trancas de la historia y la sociología urbana, lo que Rius llamase las “juerzas vivas”, se asumen de manera incorrecta. Porque en sur del estado de México existen atractivos naturales y artesanías valiosas -como los “jorongos” de Carboneras Temascaltepec, los cinturones de “pita” de Tejupilco- que disminuyen ante la avalancha de basura comercial, no se reconocen los beneficios que genera el turismo, a quienes les atrae la originalidad, la limpieza, la amabilidad, la vida en sociedad, la disponibilidad de servicios, las condiciones de carreteras y calles.
Me he puesto a leer y he encontrado episodios muy interesantes: como el Libro Primero de la Política de Aristóteles, lo mismo que un “Ensayo de Construcción de una Historia. Ciudad de México” publicado por el INAH, y una larga lista de autores que comprenden a Alfonso X El Sabio y Marco Tulio Cicerón, que tratan el tema del Pueblo, mediante definiciones completas y precisas, que abarcan las costumbres, el número de habitantes, la geografía, las muchedumbres o las multitudes. Revisar a Espinoza o a Thomas Hobbes y adentrarse en las etimologías, los contratos, la sociedad, los pactos y la naturaleza de las cosas y adoptar la noción de lo “popular”,  vinculado a los estratos sociales bajos o “pueblo llano  que, cuando no es ignorado o despreciado por “vulgar y rústico, es idealizado y valorado al considerarlo portador de unos teóricos y perennes valores populares; elementos identificadores del conjunto social, es decir del pueblo en sentido amplio, de una forma más genuina o menos viciada que los de las clases dirigentes, “élites o clases . Y así la existencia de folclore, música, arte, fiestas, costumbres… todos populares…del Pueblo.
No hay que olvidar que la Ciudad de México se trazó sobre el mismo lecho donde se erigió Tenochtitlan, el centro político, religioso y símbolo de una historia y leyenda. Que Hernán  Cortes, contrariando a los urbanistas de su época mantuvo el asentamiento en el mismo lugar sobre la cuenca del Lago de Texcoco, en el mismo sitio donde se encontraba un Águila parada sobre un Nopal y devorando a una Serpiente. Y que el trazo de la capital de la Nueva España siempre se construyó con base en criterios muy específicos, con estilos definidos, con espacios reservados para los panaderos, los herreros, los coheteros y todos los oficios habidos y por haber, por eso era una Ciudad: urbe y polis.
Hay que detenerse en la distinción de la Ciudad y recordar que Aristóteles recopiló más de cien Constituciones (extraviadas por desgracia) con tal de entender las circunstancias y características de la Ciudad-Estado, Nación, Comunidad, Ciudad Perfecta “toda ciudad [ polis] es una cierta comunidad y que toda comunidad está constituida en función de algún bien (…), es evidente que todas tienden a algún bien, pero sobre todo al bien supremo, la comunidad más importante de todas y que comprende a todas las demás: esta es la que se llama ciudad y también comunidad política.”
Y entonces introducir el concepto de municipio para ubicar políticamente a la Ciudad, “el municipium (“munia” y “capere”, donde “munia” significa pertrecho o recurso militar y “capere” significa aprovechamiento o servicio) denotaba un territorio con un núcleo urbano bajo el poder de la República, al cual le son respetados sus tradiciones y derechos civiles, a condición de tributar a la República y de servir con hombres y recursos en caso de guerra o de las tareas militares ordinarias. Para poder arribar a una definición conceptual que permita entender el soliloquio nacional, que desprecia la noción de Pueblo, la corrompe y pervierte, por la necia impertinencia de agandallarse la idea burócrata administrativa de Ciudad, por decreto, por el número de habitantes, sin más y con muchos menos: “al hablar de municipio estamos refiriéndonos también a la idea de “civitas”, de ciudad, pero ya de una manera político-territorial y menos urbano-espacial. Hoy, en la mayoría de constituciones y Repúblicas (he revisado al menos seis de América Latina, para este breve ensayo) el municipio o la municipalidad, es claramente entendido como una unidad territorial político-administrativa, que puede tener órganos administrativos y espacios de representación política propios…su tamaño algo indiferente y variable, denotando a veces, para el sentido común, una ciudad, un pueblo, una villa o un pequeño grupo de los mismos” (Omar Uran Urbanismo)
Hay que recuperar el concepto de ciudad como asociación política, tal como aparece formulado inicialmente por Aristóteles en la Política, pero debidamente ajustado sociológica e históricamente a nuestros tiempos como una producción espacial y política de las luchas y contradicciones sociales (Castells), como proyección histórica y colectiva de la sociedad en un lugar o territorio (Lefebvre) que responde  del medio-ambiente urbano construido y el capital allí incorporado (Harvey). Saltarse los artilugios ideológicos de reducción política, sociológica y económica que del concepto de ciudad realizan autores como Max Weber, Robert Park y Le Corbusier, sin olvidar a tantos otros que se han planteado entender el significado e importancia de la relación Ciudad-Urbe-Pueblo, como E. Durkheim, Gramci, Castoridis o G. Simmel y la Escuela de Chicago, que plantean múltiples variaciones sobre lo esencial: la confusión que surge cuando se hace mención a ciudades de mayor o menor tamaño, bien sea por población, por extensión, por densidad demográfica, por producto interno bruto. Considerar que las palabras urbe (conglomerado urbano) y municipio pueden ser de más ayuda para evitar la confusión impuesta por el idioma inglés, como lengua hegemónica, al incorporar en una misma palabra, la “city”, la diferencia semántica que los pueblos antiguos mediterráneos hacían entre urbs y polis.
Precisamente el  problema que afrontan los pueblos sureños, particularmente Tejupilco, que se pierde entre un pueblo sucio y peligroso, un ranchote, una colonia mal trazada de Toluca, un “back yard” de quinta categoría de Austin Texas o una promesa por recuperar si la ciudadanía se organiza y trabaja, sin los estorbos del mal gobierno.

Thursday, April 10, 2014

ME CONSUME LA IRA

Estoy muy enojado,  me invaden sentimientos de odio, aborrecimiento, de rechazo. No es que me atenga incómodo o molesto, tampoco encabronado, ahora no es cosa de reducir mis emociones a las del macho cabrío. Me siento muy enojado y eso no es bueno, ni agradable, ni útil: hay buenos dichos mexicanos que recuerdan que “el que se enoja pierde”, o aquel que aprendemos desde niños, “enojado dices cosas de las que luego te puedes arrepentir”.
No me mueve el odio a nadie ni a nada, no es personal. No he amado algo que mueva el sentimiento opuesto. No me he sujetado a una pasión, cuya fractura genere el sentido invertido y me esclavice en la eternidad del duelo vindicativo. Es algo peor lo que me consume y se llama ira, una combinación de sordera y ceguera, de aire y prisa, obstinación y urgencia. Es la ira la que se apodera de mi razón, como tantas veces ha ocurrido con anterioridad. Me conozco. Es un rasgo de  carácter, es una distinción que me enorgullece.
Bien decían los antiguos que la ira “oye en parte la razón, pero la escucha mal...  antes de oír todo lo que se les dice, salen corriendo y luego cumplen mal la orden… como los perros que ladran cuando oyen la puerta, antes de ver si es un amigo” Quien analiza la pasión colérica es Aristóteles, y sentenciaba, que el carácter iracundo de un incontinente, era tan aprobado por algunos, como el avaro en las oligarquías y el intrépido en las Repúblicas, tres casos de excesos respecto a los justos medios: el apacible, el liberal y el valiente,  bien vistos, donde la aparente energía y velocidad en las acciones, se premia como sinónimo de éxito;  cuando las riquezas se convierten en el distintivo mayor de una sociedad que atesora el estilo Rico Mac Pato; incluso en  las Repúblicas que se pervierten y degeneran, moviendo el centro de la razón moral, del justo medio, a uno de los extremos más opuestos, al del Cobarde.
Pero lo que hace de la ira un estigma admirable, es cuando el objeto que la dispara son aquellos apetitos insatisfechos que resultan poco o nada necesarios. Es vituperable el que se envicia con los placeres corporales -bien sea porque se contenga o no lo haga-,  porque los dolores del cuerpo lo obligan a perseguir el comer, el beber, las riquezas, el placer, el sexo. Pero cuando los apetitos causan reconocimiento, como en la victoria, los honores políticos o los académicos, entonces la reacción feroz, temperamental, la iracunda desatada, se dice que está justificada, que el mal humor se entiende, que la cólera liberada se comprende.
Es necesario introducir algunos elementos más, en este pasaje de vuelta a la razón afectada. Se le llama humor a aquel estado de ánimo que se relaciona con los cuatro elementos que existen en la naturaleza exterior e interior de las personas. Sangre-aire, bilis amarilla-fuego, bilis negra-tierra, y flema-agua. Así, el humor dominante en el carácter de la gente, le confiere un dominio de su forma de ser: hay flemáticos, como los ingleses que son reflexivos y fríos;  otros, los sangrientos, los aireados, explicaba Hipócrates eran los más ajustados a la razón humana, porque los biliosos o coléricos (cole = bilis) se asemejan más a las naciones conquistadoras, las que toman y roban compulsivamente, las que se mantienen en una estado de ira eterna; y falta el de la bilis negra, el “melan-cole” o “atra-bilis”, el humor que se genera en el páncreas, bajo esta construcción y que corresponde a las personas en que predomina la melancolía, el estado propio de los enamorados y poetas.
Son estados de ánimo y regreso a esta frase para precisar que ánima es el alma, es la parte  de todo ser humano que gobierna, el recinto de los deseos y la imaginación, es nido de los sueños y los apetitos, control de las funciones orgánicas y de las inorgánicas también. Es la casa de la razón, de la inteligencia, de los recuerdos y de las emociones. El alma reside en la humanidad y asume las funciones del corazón y de la cabeza. Manda con justicia encima del vientre y es desalojada cuando se imponen las apetencias de la parte inferior, la que nos iguala con los animales. Cuando mandan las pasiones del bajo vientre, la humanidad es peor que las bestias, porque actúa, incluso, a sabiendas de que hace daño, causa vergüenza y lastima a otros.
¿Podría ya responder porque me encuentro en un estado tan afectado? Creo que aún no. Están dispuestos encima de mi escritorio los tratados de Política y de la Ética de Aristóteles, “fichados” en tarjetas de trabajo hace 30 años, antes de imaginarme ser Padre de familia, menos aún de regresar alguna vez a Temascaltepec,  cuando nunca había oído hablar de Tejupilco y mi entorno y circunstancia existía alrededor de una vida deportiva sumamente intensa, una dieta alimenticia macrobiótica y mediterránea, en el proceso de aprender y de saber. Vivía en la ciudad de México, en la culta delegación de Coyoacán y aunque presagiaba que el país se derrumbaba estrepitosamente, ni alcanzaba a suponer lo que vendría después, poco después: un terremoto que destruyo mi historia y una hija que al nacer me dio la vida. 
También están abiertos dos libros clásicos de Séneca, el de la Brevedad de la Vida y De la Cólera y allí es donde se enhebran los tejidos que componen el lienzo en que se mueve mi destino, pues uno es el analista que identifica al colérico con un perro, en tanto el otro el filosofastro que emplea términos como rabia, el espanto, que llama locura, demente, arguye al ansia de guerra, la venganza, furia, desmemoria, olvido, transitoria, para intentar explicar iracundiosamente, fúricamente a La Cólera. El primero es el Padre de toda la humanidad racional, mentor de Alejandro, el mayor Zoon Politikon que ha existido en la historia y Maestro de generaciones de personas que transitamos en búsqueda de la felicidad, los placeres superiores y la contemplación divina. El segundo, es Séneca, un Cínico, discípulo de Antístenes y de Diógenes, preceptor de Nerón de Roma, quien en una orgía de sangre mando a la muerte al Estoico, quien hasta al final intento remontar a la helena clásica, e identificándose con Sócrates, elegir abrir sus venas, antes de ser una  víctima más de parricidio.
El tiempo se agota y tengo tanto por escribir, que me ajustaré al espacio disponible. Hace tres décadas la vida en la Ciudad de México se degradaba aceleradamente, pero se podía  viajar  de noche y en cosa de cuatro horas amanecer en Acapulco, manejando a través de la bella carretera federal, al pasar por Cuernavaca, Iguala, Chilpancingo y Tierra Colorada. Conocer lugares como el Caribe mexicano sin tener que pagar dinero a nadie. Recuerdo haber visitado Chetumal, conduciendo un auto de Can Cun hasta el punto más alejado al sur, en el mapa de la geografía nacional y  detenerme en Playa del Carmen, despoblada y bajar del auto, navegar en un ferry a velocidad hasta Cozumel, nadar, bucear en la hermosa dársena del “Garrafón” y al regresar proseguir mi itinerario de manera simple y feliz. Allí mismo conocer a una pareja sui generis, que me llevaron a pescar en Xel-ha, a cocinar un pescado en Xcaret, a beber cerveza en una hamaca en Bacalar y fumar un carrujo en Tulum…
Hasta que…  “Tiempos de ignominia y desconsuelo. Media ciudad capital asolada por el peor terremoto del siglo. Aún rescataban cadáveres entre los escombros derruidos, de las zonas que se convirtieron en bandera de lucha social y símbolos de otro México en ciernes: Tlatelolco vulnerado, colonia Roma diezmada, igual que la Anzures, Condesa, Juárez. Victimas a la intemperie. Qué decir de las colonias Obrera, Doctores, Morelos, Peralvillo, Álamos... las más populares, las peor afectadas. Caída estrepitosa de íconos venerados: centros hospitalarios, antenas televisivas, hoteles memorables, restoranes imborrables, escuelas, condominios, hogares que ya no más. Las consecuencias del temblor de septiembre de 1985 completaron el ciclo de destrucción y derrumbe comenzado diez años atrás en septiembre de 1976, con el anuncio de la devaluación del peso…. “
Algo no he mencionado, lo más doloroso, lo que no complace recordar: que la ira es tristeza, que la cólera es la expresión de un sentimiento de dolor, es ausencia, es una manifestación contraria, es llanto contenido. Y hoy me causa enorme tristeza ver a México sometido, diezmado, despolitizado, enviciado, traumatizado, solo, sentido, borracho, ignorante, imbécil, idiota y estúpido.
Un pueblo que  se indigna por el futbol y olvida que su voluntad política ha sido asaltada. Invadido por el narcotráfico al que exalta y defiende. Delirando por una narcocultura cuyos exponentes denigran todo. Embelesados por la simulación que oculta, engaña, reprime, amenaza. Son gente, es la gente, mis compatriotas aterrados, acosados, impávidos, petrificados ante la subasta de la nación, de tu tierra, tu familia y tu vida…
¿Es hora de regresar a la Gran Capital? No lo sé. Lo que si sé, es que estoy aquí ahora,  mañana, donde sea…


Thursday, April 03, 2014

FIESTA EN TEJUPILCO 2014

La Fiesta Anual en Tejupilco representa: vacío de autoridad, ausencia de gobierno, concesión de poder, libertinaje para la explotación social económica, moral de la gente. La Fiesta provoca el despilfarro de ingresos y de ahorros, la ruina de los pequeños negocios y de los medianos también, proliferación de toda clase de prácticas económicas criminales, ilegales, contra la sociedad sureña. La Fiesta agrava los síntoma que desintegran familias, de gente ávida de olvidar, repetida, sin cultura, temerosa, presa de estereotipos, extraviada en una comunidad cerrada, recelosa, conservadora, individualista, egoísta, sin estilo, enviciada y con gustos deformados por la televisión y por la nefasta influencia de lo peor de la subcultura de los migrantes a los EUA, la infracultura corrupta y pervertida de la mezcla entre drogas, alcohol, tamborazos, gritos, histeria, violencia y degradación en todos los órdenes personales, culturales, sociales.
Hay gente en Tejupilco que lo dice, que recuerda que no siempre ha sido así. Porque ante todo, La Fiesta es un acto Político. Mas que un negocio es un momento de comunión. Además de ser un espacio de esparcimiento, la Fiesta es Cultura, es Educación, y es una manera de constituir un plebiscito que sancione y apruebe o desapruebe, la gestión de la administración pública: por los que se entusiasman y son explotados comercialmente; por los que se conforman con pagar espacios en el interior del recinto cerrado y que apenas justifican la inversión; por todos los que no participan y que pierden clientela y ventas. Pero no es así.
Un recuento de mi percepción de la Fiesta en Tejupilco y sus implicaciones morales, sexuales, religiosas, de esparcimiento, turísticas y por supuesto económicas se pueden apreciar en Cartas que he publicado desde el año de 2006, cuando me instale en esta población, decía entonces y lo publicaba el periódico El Sol de Toluca  “Desde Tejupilco, donde ya se prepara la población “tejona” y no “texana” para la Fiesta Anual, que es todo un acontecimiento… Esta vez la organización del evento ha quedado en manos de la Administración Municipal, quienes se proponen realizar una Fiesta socialmente accesible para toda la población y que a la vez, pueda ser un negocio redituable, que deje beneficios para la Tesorería Municipal y derramas económicas derivadas para todos los participantes… Todo un reto sin duda. Porque combinar el beneficio social con el interés privado no es fácil. Porque las carteleras de entretenimiento son costosas y en cambio las condiciones económicas de las mayorías, son frágiles… Como nuevo vecino en esta tierra sureña, en esta población que me ha abierto las puertas y me ha recibido a mí y mi familia, puedo decir sin duda, que… existe magia en la región. Que las condiciones climáticas y las historias que se entretejen entre la población actual y los antepasados que han habitado este lugar, crean condiciones de espacio y tiempo, diferentes y cautivantes”

Tiempo después, a principios de 2010 escribí, todavía con entusiasmo e ingenuidad que  “El día de hoy, comienza una de las fiestas más importantes en la historia de Tejupilco…Hay que inventar la historia, hacer historias para vivirlas, para creer y para soñar en ellas. Tratar de explicar históricamente Tejupilco, es terminar por no entenderse. En cambio platicar Tejupilco es vivir intensamente esta región. Imagino un Tejupilco, sede de los jóvenes debutantes en el juego de la pelota, una especie de región sub20 de los aztecas, mexicas o totonacas. Un Tejupilco pirata, corsario y guerrillero. Un Tejupilco insurgente, rebelde, valiente, escandaloso, gritón y bailador.
Yo creo que aquí nació la estirpe que inflamo “las amígdalas” al hispano-criollo Miguel Hidalgo y lo enervo para convocar al México que nació hace 200 años. El pasado de Don Miguel fue decisivo en la sublevación convocada. Estoy seguro que la Hidalguía de su abolengo, lo mantuvo vivo aún después de las excomuniones y maldiciones, la defenestración y las humillaciones que le impuso la Iglesia de la que alguna vez fue miembro y que le pago con desprecio, ruindad e hipocresía…Principio de un México diferente al que comienza o termina en la cima del camino que conduce a este bello lugar, en lo alto de la cordillera que divide el altiplano del centro, con las llanuras de la región: Tejupilco es el sur y la vida sureña no se aprehende fuera de aquí misma. Las fiestas al norte son profundas, místicas, sufridas, abnegadas, frías y dolorosas. Las fiestas en el sur comienzan el viernes de Carnaval, simultáneamente que en Rio de Janeiro, donde las mulatas hermosas se sacuden al el ritmo de la samba, al compás de otros carnavales famosos en el mundo: Venecia y las mascaradas, Nueva Orleans y el jazz, Veracruz y la mesa que más aplauda… La Fiesta de Tejupilco inicia  con todo su caudal de alegría, de calor y de amor. Fiesta de la carne, fiesta del placer y los sentidos, preámbulo de la abstinencia y vigilia…La de Tejupilco es una fiesta popular”
Debo reconocer que, imbuido por un espíritu genuino de interés social, de convivencia y de generosidad, no alcance a comprender en ese año, que la alcaldía de Isael Villa tenía planeado subastar Tejupilco. Que este Edil de triste historia, representaba un emisario de los nuevos tiempos actuales, los de hacer de la vida pública un negocio. Un año después, señalaba que “Este año la Feria de Tejupilco cambio la fecha tradicional de celebración y muchas cosas se movieron y como todo aquello que se hace por obra del interés personal, fue para mal. Un ejemplo es el cambio en las leyes relativas al matrimonio, que en el Estado de México fueron alteradas durante el periodo de Arturo Montiel, recortando el tradicional año que la experiencia, la prudencia –el mayordomo de la razón- y el sentido común –que no siempre es el más común de los sentidos- obligaba, antes de poder casarse de nuevo… Algo así me parece que paso con el cambio de día de inicio, de la Fiesta en Tejupilco. En vez de comenzar el viernes de Carnaval, de la carnestolendas, de acuerdo con los ciclos naturales de la agricultura y del calendario climático, social e incluso político, la espera, en cambio, para hacer coincidir la Feria con la inauguración del recinto para palenques y toros, ha provocado un desajuste muy grave en las actividades económicas y comerciales de la región. ¿Cuántos paisanos regresaron a sus residencias sin disfrutar la típica Feria que debió comenzar el 4 de marzo? ¿Cuántos otros cancelaron su visita anual?... Consecuentemente el comercio en Tejupilco ha resentido muy gravemente esta decisión fallida”
¿Qué decir de la Fiesta esta vez?... Mejor dejo un relato de otra fiesta, celebrada el  día de la Candelaria de este año, pero en Morelia. Los actores y todo el montaje constituyen la esencia de la Fiesta Tejupilco 2014. La Narración es de J. Gil Olmos y se publico en  PROCESO “La noche del domingo 2 de febrero el Pabellón Don Vasco de Morelia estaba que no cabía en sí. Los de la A levantaban el ánimo de los miles de asistentes con sus narcocorridos, y con gritos los invitaban a “ponerse bien locos” y a enrolarse para defender su tierra, Apatzingán, llena de policías y soldados… El corresponsal del diario Reforma en Michoacán, Adán García, narró el concierto que ese día ofrecieron Los de la A (por Apatzingán) y El Komander, ataviados con uniforme militar y lanzando gritos a favor del cártel que el gobierno federal quiere desterrar del suelo michoacano, con una estrategia militar reforzada con miles de soldados y militares distribuidos en las zonas de Tierra Caliente y la costa, pero que no llega a las raíces del problema…”
“Yo soy de Tierra Caliente/el ruido a mí no me espanta/ Si un día me quieren matar/ las balas a mí me resbalan/ No me protege la ley/ ni la Santa Muerte…” La fiesta fue resguardada por las policías estatal y auxiliar… corrieron ríos de alcohol y nubes de polvo blanco fueron compartidas…”
¿Es el efecto “cucaracha” denunciado por el Eruviel Ávila? ¿La escenografía requerida para justificar el inminente ajuste de cuentas contra el candidato rebelde, que llego a Gobernador favorecido por la encarcelada Elba Esther Gordillo y contra la voluntad de EPN?
Dos semanas de “Fiesta” seguidas de dos semanas de “Semana Santa” corrompen a la juventud y llevan a la quiebra a los negocios que con dificultades tratan de hacer que prospere Tejupilco. Que generan empleo, innovan, emprenden empresas necesarias, pagan impuestos y quedan abandonados, aplastados por estos negocios injustos, la inseguridad imperante, el comercio ambulante…

Me dueles México

EL FANTASMA DEL LIBERALISMO

  EL FANTASMA DEL LIBERALISMO Saludo con gusto al público lector de “El Liberal Mexicano”, al que invito al debate en torno a la naturalez...