El lunes 5 de mayo se transmitió por el canal 4 de televisión en el
horario de 22 a 23 horas, una mesa de análisis en el programa “Es la hora de
opinar”, quien ese día, por fortuna, no contó con la presencia del “abonero”
Leonardo Zukerman, titular de ese segmento.
Veo con frecuencia este noticiero, generalmente la primera parte que dura
aproximadamente quince minutos, por la calidad de los análisis que comenta
Javier Tello, politólogo miembro de una dinastía de internacionalistas
mexicanos de la más alta calidad. Por el contrario, en una especie de “policía
bueno y policía malo”, Zukerman representa un embajador del gobierno
norteamericano, ultra fascinado de los estandartes del modelo que ha tomado
carta de ciudadanía mundial con el nombre de “liberalismo” (palabra que
confunde con las nociones de libertad en todos los órdenes y que se extravía en
su única acepción, la de libertad en el dar y en el tomar bienes materiales) y
las discusiones son interesantes y aleccionadoras.
Pero el día al que me refiero, al no estar presente el judío Zukerman, su
lugar lo tomo Héctor Aguilar Camín, quien tuvo como acompañantes en el programa
a Jorge Castañeda y a Luis Carlos Ugalde: el intelectual orgánico de Carlos Salinas
de Gortari, sentado con el ex titular de la Secretaria de Relaciones Exteriores
en el gobierno de Fox, así como con el ex Presidente del Instituto Federal
Electoral, en el aciago proceso electoral de 2006, el que despojó de la
Presidencia de la República Mexicana a Andrés Manuel López Obrador.
Una trinca infernal. Un verdadero tridente que golea y es más poderoso
que el que forman Messi-Neymar-Suarez en el Barcelona FC. Porque son autores
intelectuales y promotores de los vicios mayores que someten a nuestro país y
que nos ha llevado a estar en las condiciones actuales de terror, pobreza y
simulación en todos los órdenes políticos y sociales. Hay más responsables.
Otra arista que vuelve especialmente amenazante esta triada política es
la naturalidad con la que pontifican, el estilo para aparentar ser impolutos,
transparentes, good fellows, inteligentes e indispensables. Ese día, Luis
Carlos “Ufraude”, como también es conocido, al cuestionarse ¿Cómo debe ser la
democracia mexicana? Toco un tema del que poco se ha hablado a nivel nacional:
el periodismo regional y el “chayote”, el “embute”, la corrupción de los medios
de comunicación en las localidades municipales. Dijo -casi literalmente- “hay
muchísimos periódicos en todo el país que han nacido al amparo de los dineros
que obtienen de las áreas de comunicación social municipales... y de los
candidatos en temporadas electorales... que se vuelven unos extorsionadores...
cometen fraude... son corruptos... promueven a sus parientes...”
Nada confirma de mejor manera esta aseveración, que el panorama que priva
en la “prensa” sureña en el estado de México, la que relata miserias y
vergüenzas de los diferentes candidatos a ocupar los cargos públicos en disputa
el próximo 7 de junio.
El problema tiene nombres y apellidos y se inscribe
en la cauda de mafias y cofradías que convierte en México, el ejercicio de
alguna disciplina intelectual, cultural, profesional, deportiva, en patrimonio
de unos cuantos, los que se reconocen como dueños únicos, firman “pactos de
caballeros” (como en el futbol) se
autonombran expertos en sus temas, mientras otro le corresponde besando su
trasero (kiss my ass dicen los gringos) o lo eleva a ser llamado el mejor
periodista de Tejupilco, al que se auto considera el verdadero “Juan Camaney” del
churro y el garabato, del “maquinazo y de los elogios, del chantaje y extorsión.
Son unos cuantos prevaricadores que medran con el carácter de los candidatos a
ocupar cargos públicos, carácter que mezcla una enorme ignorancia con cobardía
y ambición desmedida.
Vamos por pasos. Señala Fundar Centro de Análisis e
Investigación que “Es necesario
solucionar el uso discriminatorio, opaco y desvirtuado de la publicidad oficial
y el derroche de recursos públicos que se deriva de esto. La publicidad oficial
—es decir, la compra de espacios en los medios por parte de los gobiernos—
debería tener un uso limitado y regulado” y agrega que el gobierno de
Enrique Peña Nieto pagó por concepto de Publicidad Oficial a la revista
Nexos de Aguilar Camín $2,388,000.44 , esto dentro del periodo de Enero a
Agosto del 2013, por su parte la revista Proceso de Julio Scherer
solo recibió $282,000.35 por el mismo concepto y periodo.
La
Revista Proceso que se publica semanalmente tiene una circulación
pagada de 93,199 ejemplares, por su parte la revista Nexos
tiene una circulación pagada de 11,955 ejemplares mensualmente. Por
lo anterior, podemos concluir que la Revista Proceso tiene mensualmente una
circulación pagada de 400,000 ejemplares al mes, mientras que la revista Nexos se
estanca en sus menos de doce mil ejemplares mensuales. Otra compañía especializada, (Alexa.com)
que mide la importancia de los sitios de internet, coloca en México al portal
de la Revista Proceso (Proceso.com.mx) en el lugar número 63, en tanto que el
portal de la Revista Nexos (Nexos.com.mx) en el lugar 3,804
No hay
duda que la revista Proceso de Julio Scherer vuelve a sufrir el “No pago para
que me pegues” frase que hizo famosa hace más de tres décadas el entonces
presidente José López Portillo, en clara alusión a Julio Scherer fundador de la revista Proceso, que constantemente publicaba notas sobre la corrupción del
gobierno de JoLoPo. El castigo al diario de Scherer fue severo, pues el
encargado de Comunicación Social de la presidencia, giró ordenes a todas las
secretarias, gobiernos de los estados y al PRI para cancelar todo tipo de
contrato publicitario.
Hoy, en un
dramático retroceso, los “datos duros” antes citados, no dejan duda alguna para concluir que
la revista Proceso nuevamente está siendo castigada por el gobierno de Enrique Peña
Nieto, mientras que la revista propiedad de Aguilar Camín está siendo
premiada.
Nada de
que extrañarse si se atiende la denuncia externada por el periodista Jorge
Ramos, el
periodista mexicano que aprovechó el foro de una cena de la revista Time para
increpar al gobierno de Enrique Peña Nieto, para acusarlo de corrupto y censor y
demandar su renuncia. Ramos habló con Proceso para puntualizar sus argumentos, pues si
bien considera que la mayoría de la prensa nacional está alineada con el poder,
acota que aún hay medios independientes que siguen dando la batalla, y expresa
sus esperanzas en mujeres periodistas, entre ellas Carmen Aristegui. Revela que
el acceso a Los Pinos, el acceso al presidente Peña Nieto, está vedado para Univisión.
Algunos
le llaman “Modelo Toluca”, y cuenta con héroes muy conocidos en la capital del
“chorizo”, como Don Rafael Vilchis Gil de Arévalo –alejado ya de la prensa-
pero hay otros peores, son los nombres de la familia Libien, los Kahui, los
Macisse, Tomás Flores, Carbajal, Carlos González: en realidad hay que
reconocerlos como representantes de lo que sería “Tolerancia
Cero”. Es la prensa local desaparecida, poca crítica, lluvias de halagos. El
gobierno del Estado de México simplemente no tiene contrapesos, como le gusta
al PRI. El “modelo Toluca” ha mermado a los partidos políticos de oposición y
ha mantenido cautivos a los votantes. La corrupción en el Estado de México no
es un tema que ronde entre los ciudadanos, periodistas u organizaciones civiles
acreditadas. La mayoría calla. Los especialistas dicen que se trata de una
dictadura, en el Edomex simplemente no ha habido transición política: es el mismo
sistema, activo desde principios del Siglo XX.
Pero el
señalamiento que escuché en boca de Luis Carlos Ugalde y que fue ampliamente
comentado por Aguilar Camín y Jorge Castañeda es el tema que nos atañe a los ciudadanos
residentes en lugares tan apartados de la civilidad y la información. “hay
mucho dinero suelto” señalaba Aguilar Camín, todo un experto en el viejo arte
de vivir pegado a las fortunas presupuestales y además pasar como un hombre de
letras, un intelectual comprometido y un analista atinado. Es el dinero el
problema que aqueja y corrompe: la prensa sureña no escapa a esta condena que
la degrada y que la prostituye. Simplemente no hay periodismo sureño.
No existen
denuncias ni reportajes, no hay orden en los contenidos y las páginas, no saben escribir correcta ni oncorrectamente; en
cambio están llenas de publicidad electoral, pagada por dinero que no proviene de los
cauces legales. Porque se autorizó un máximo de un millón trescientos mil pesos de
tope de gasto para campaña de diputados federales. Sin embargo, es sabido que
las campañas están siendo financiadas por personas que, por ejemplo en
Temascaltepec, aporta, uno conocido, cinco millones de pesos, y otro más de
Tequisquipan, dicen está dispuesto a entregar dos millones más a la campaña del
candidato del PAN en ese municipio. La prensa calla. Como Fuenteovejuna, todos
son cómplices.
Y aunque no se
pueden probar, se sabe que tan solo por ser incluido en la lista de las
planillas que compiten en las elecciones por los ayuntamientos, las exigencias
pecuniarias varían entre 300 y 600 mil pesos, para quienes estén considerados,
para ser Primeros Regidores, en caso de obtener la victoria.
Todo se vende,
me comentan –siempre off the record- y no por temor, sino porque no existen
documentos que acrediten los hechos, que las regidurías de la tercera a la
sexta valen más de cien mil pesos.. Sucede otro tanto con cargos como el de
Director de Obras, otro de los puestos codiciados, por la corrupción que
destilan. Igualmente es conocido que las extorsiones de la "prensa" para apoyar o "destruir" las campañas oscilan entre los 50 mil y 100 mil pesos. Danzas millonarias que se complementan con los presupuestos que
disponen las áreas de comunicación social de cada ayuntamiento, servidos al
mejor postor.
En el sur del
estado de México, todo lo que va de Temascaltepec hasta Tlatlaya, se ha dado el
caso de un grupo formado por
pseudoperiodistas que “han hecho su pequeña mafiecita, entre ellos se
hacen uno para echarle tierra al que les cae mal según amanezcan de ánimo,
comandados por un tecolotito, se dicen y se ostentan como los periodistas
reales y únicos de la región y hablan mal del que se les ocurra, ante
candidatos y candidotes, a modo de lamer botas y obtener beneficios personales
diciendo que ellos controlan a los mejores medios del sur” Es una denuncia
anónima pero perfectamente fundamentada, porque conozco a los personeros que
nombra mi informante y que por elegancia y obsequió no voy a nombrar, por
ahora.
Esta pequeña
mafia, tan “cultural” diría el “Santo
Enano” Peña Nieto, como las que existen en áreas tan lejanas como el beisbol y
el ajedrez en México, en las instituciones académicas de élites como COLMEX o
CIDE y por supuesto que el periodismo a partir del retorno del PRI se ha visto
invadida por ejemplares del chayote abyecto, sumiso y traidor. A los nombres de
Ciro Come Mierda, Carlos Marín, López Dóriga, Pepe Cárdenas, Pablo Hiriart, me
entristece ver a Federico Reyes Heroles (mantuvimos una amplia amistad durante
muchos años) trepado al “carro del triunfo” el camión de la corrupción.
Esta mafia
“petite”, la sureña, enfrenta dos agravantes que la hacen reparar como caballo
asustado o zumbar como panal de avispas removido sin querer queriendo. Por un
lado es el “premio” que ha dado el PRI al peor exponente del periodismo nativo,
al designar a “tony” Domínguez (me niego a llamarle con el pochismo de Anthony)
como candidato a la diputación estatal, de
manera simultánea, casi a la par que se daba el embate abierto en contra de Carmen
Aristegui. El mensaje que han leído todos los “chayoteros” es muy claro: ser
vil, paga.
Un gremio
apocado que vive de “lamebotas” y que solaza con “creerse” candidatos anuales
al Príncipe de Asturias, al Nobel de Literatura y si no al menos a la Presea
estado de México, no tragan, destilan bilis y pus, porque uno de los miembros
de la cofradía ha sido designado por el “dedo” del gran elector del PRI.
Otra lectura
es la de “si se puede” y entonces el quinteto del “chayote” organizado, como
reza la denuncia ciudadana, atacan, bloquean, censuran critican chismosean a
favor o en contra de los candidatos, de los burócratas o de sus propios
compañeros del gremio.
Son puñales
como canta Mecano en Cruz de Navajas “sobre Mario (el periodista) de bruces
tres cruces una en la frente la que más dolió… otra en el pecho la que le
mató…y otra miente en el noticiero, dos drogadictos en plena ansiedad, roban y
matan a Mario Postigo mientras su esposa es testigo desde el portal”.
La esposa de
Mario Postigo (el periodista regional) es la ciudadanía pasiva, expectante, cómplice,
esperanzadora, atenida, cogida en sus temores, femenina, victima y victimaria,
para usar el lenguaje de los alcohólicos culpígenos.
En el proceso
electoral, la causa necesaria la asume el modelo de poder vertical, de arriba
abajo, autoritario para la designación de los candidatos, en todos los
partidos, con excepción de Morena; la causa eficaz, la constituye la prensa
corrupta, dispuesta a persuadir y convencer al electorado de las mentiras y
demagogia pueril de los prospectos reconocidos legalmente; en tanto que la
causa eficiente le corresponde en este modelo lógico ser a la ciudadanía, la
que teniendo en sus manos el verdadero poder para cambiar las cosas, se asume
como mujercita, obediente, sumisa y como en “Las Sombras de Grey”, fascinada
con el sado-masoquismo de sus amantes, los políticos corruptos y sus perros de
presa, los periodistas corruptos también.
Existe otra
daga que se clava profundamente en el corazón del gremio al que me refiero y
que les afecta y duele y molesta, para la cual solo pueden acudir al expediente
clásico de “no sangres por la herida” y aparentar en “bola”, hacer como que no
existe (dice el más torpe de ellos que es porque “denigra”…) que no puede ser
cierta la presencia de free lancers, que como es mi caso, comprometido con la
conciencia y la responsabilidad social, participo activamente en el periodismo
desde hace más de una década, sin percibir por esta labor ciudadana, nada monetizado
a cambio.
Es mi caso
personal, paradigmático, el que seguramente va a cambiar, porque no quiero ser
cómplice de esta degeneración, por muy necesitada que parezca. Hay otros
caminos y formas. Hay modelos muy diferentes al “modelo Toluca” que conllevaría
más trabajo y empleo, anuncios y ventas, información y conciencia. Allí si colaboro
como hasta ahora.
En este
camino, no. Ya veremos, por lo pronto sigo sin aparecer en el Directorio de
nuestro diario.
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