SUMISIÓN

Si alguna definición se le puede aplicar a estas primeras semanas de temporada de elecciones en el Estado de México, es el de sumisión. Hay opiniones de analistas que se refieren al proceso electoral como de inequitativo y es verdad. Es completamente desigual la competencia por el voto ciudadano, donde además de las organizaciones políticas respectivas, participan a favor abiertamente del PRI, los medios de comunicación, la gran mayoría de burócratas que laboran en los 125 municipios, los empleados y funcionarios de los programas de gobierno estatales, las policías, los institutos electorales, los juzgados y judiciales, todo el poder del estado y por supuesto que el magisterio público, tanto el que milita en las filas del PRI o los que forman parte del PANAL, en todos los niveles y calidades.
Si que es inequitativo, porque en los procesos electorales se refleja el tipo de gobierno instaurado y los principios que han echado raíces profundas en el ánimo de los mexiquenses: la sumisión. La sumisión es la expresión cotidiana de la verdadera naturaleza corrompida del estado de México, el vicio mayor, el más alejado del gobierno paternal, el de la virtud y el honor. En cambio, el PRI mexiquense se sustenta en el miedo, el temor como síntoma mortal, que es el eje de todo el sistema de poder.
Se teme por la vida, se teme por el presente, por el ayer y por el mañana. Ese negro heraldo es el que marca la vida pasiva, que nunca activa en el Estado de México. Hoy que se vive un proceso electoral más, uno de los más importantes para decidir el futuro de todo México, es evidente que el sentimiento que embarga a la gente es el del miedo: ¿no tiene miedo de decir lo que escribe?, es pregunta reiterada por hombres y mujeres mayores de edad. ¿A poco no le da miedo que ya no le compren? El miedo es el tema: por eso la gente tiene miedo… es que si no votas por el PRI ya no te van a dar… y eso da miedo.
Llegar a este grado constituye todo un arte maquiavélico. El estado de México ha tenido suficiente tiempo para crear, organizar, perfeccionar y aceitar un sistema que descansa en dos pilares: el magisterio público y los programas asistenciales de gobierno. En realidad, el aparato de poder que sustenta al sistema político mexiquense se ha vuelto ejemplar, para quienes lo quieran ver así, a partir de las medidas contrarrevolucionarias emprendidas por Salinas de Gortari, que han debilitado al Poder Ejecutivo Federal –sobretodo tras dos ejercicios desastrosos y patéticos para la nación, como son los de Vicente Fox y del Pelele Usurpador- y del incremento de las partidas del gasto público derivadas a los municipios, que lejos de beneficiar a la población, se han convertido en le medio para someter a la gente y hacerla sumisa.
La sumisión en el estado de México se origina en el sistema de educación. Se nutre en las escuelas encargadas de crear analfabetas funcionales, y promotoras, educadoras de los vicios básicos y claves para entender al sistema, que lo sostienen y mantienen: discordia, egoísmo, miedo y corrupción. Son los vicios mayores que privan como valores esenciales en el estado de México. Entidad que desconoce, por el contrario la concordia, la solidaridad, el valor civil o la honestidad. Ser o hacer solidario, honrado, valiente es mal visto y despreciado. Hay otros pecados menores que apuntalan la ideología reinante de terror, igualmente dañinos: la vanidad, la marginalidad, la ostentación, la ignorancia, la pobreza y los feminicidios. No hay que ser un mago, ni “extranjero” como estúpidamente repiten los dictadores que mandan en el estado para confirmar esta definición sumisa: hay que prender la radio y escuchar radio Millet, hojear el Sol de Toluca o encender la TV mexiquense para darse cuenta de lo inequitativo y sumiso que es el espíritu estatal
Temporada de elecciones y son hordas de PRIzombies entregando laminas prometidas, los apoyos que no llegaban. Me reportan que en Ocotepec les envían las láminas con la condición del voto por el PRI y la promesa de dar $500 por voto fotografiado con un teléfono celular, dentro de la casilla. Otros $1500 mas una tarjeta de $500 a los representantes de casilla que se hagan “de la vista gorda” Son legiones, son familias enteras que se comprometen a ser PRIzombies a cambio de una chamba, donde cobran de aviadores, los que andan activamente entregando tarjetas de descuentos, que son absolutamente un engaño a la gente, a la que veladamente amenazan además. El miedo impera, la sumisión es el propósito
Quiero terminar con un ejemplo de lo que digo, personal, patético, es el caso de una de mis hijas que cursa la carrera de Licenciada en Administración de Empresas y toma una materia con la maestra (sic) Lorena López Villafaña, especialista en dar clases utilizando páginas de Internet, de la Wikipedia, “pegostes” de ejemplos que la tal López Villafaña no entiende o no sabe. Me platica mi hija que cuestionar a la maestra, sobre sus fuentes, el origen de sus ejemplos, le provoco tanta molestia que le expulso del salón y de la materia. Si esto es grave, peor fue que al acudir a reportar este incidente, la administración de la UAEM dispuso la aprobación de la materia por parte de mi hija, a cambio o con la condición de que ya no asista a clases, lo cual es otro error. Sin embargo, resulta que los síntomas del miedo y de la sumisión se manifestaron con toda fuerza, tristemente entre sus compañero, ya que ninguno apoyo a mi muchacha, por que a “lo mejor nos reprueba… nos da miedo” Y tuvieron razón, ellos, los muertos de miedo, ya que Lorena López Villafaña, ha decidido que como escarmiento, todo el grupo se va reprobado a examen extraordinario, a menos que en la evaluación que envío la Dirección del plantel, le muestren que los alumnos la evalúan con un 9 de calificación. Y los estudiantes, los compañeros, los jóvenes presos de discordia, egoísmo, corrupción y miedo, han aceptado… como lo piensa hacer, hasta este día, buena parte del electorado mexiquense, a favor de Eruviel.