El turismo es tan antiguo como la civilización humana. Las expediciones y conquistas podrían ser formas antecesoras de turismo, aunque no se llamaran de esa manera, por ejemplo a las hazañas emprendidas por Alejandro Magno. Fueron los griegos quienes cultivaron el ocio y la cultura, pero dejaban espacios para el deporte o los viajes. Han sido memorables las cabalgatas conquistadoras de Atila o los viajes de Marco Polo, tanto como la gran expedición Colombina que descubrió el Continente Americano, en búsqueda de las tierras de Catay, la lejana China, donde los encantos de los condimentos para darle sabor a los alimentos, bien valieron zarpar a la aventura a bordo de la Pinta, La Niña y La Santa María. Que mejor recuerdo del gusto por saber, buscar, conocer que la expedición que dio origen a nuestro país. Antes de Hernán Cortes, había una serie de culturas mesoamericanas, después de 1521, nació México, aunque se hayan necesitado tres siglos de fusión cultural, hasta el parto inaugurado el 15 de septiembre de 1821.
No había entonces otra forma de entender los viajes y expediciones, si no eran como una experiencia de conocimiento, aprendizaje y conquista. Incluso en las aciagas horas de la humanidad, durante la oscura edad media, les llamaron Cruzadas a las expediciones a medio oriente, en gigantescas tours organizadas por las casas reinantes de Francia, Bretaña o Germania. Así nacieron entonces, alrededor del siglo XVI los primeros vestigios de turismo, formalmente reconocidos, cuando la educación de la aristocracia inglesa se completaba, con viajes que duraban de 3 a 5 años por lo menos.
Hoy todo ha cambiado, pues el turismo ha evolucionado aceleradamente y de manera creativa, a partir de la década de los 70’s, en la medida que los transportes se popularizaron y abarataron sus costos. Cada vez que se fue dando cuenta el mundo global, que el turismo era una de las actividades mas productivas –le llaman industria sin chimeneas- de mayor impacto directo e indirecto, sobre el resto de la economía; tremendamente generadora de inercias educativas y sociales; en la organización y desarrollo de inversiones físicas y complementarias, que producen derramas económicas, para empleos calificados, semi calificados, sin calificación e informales. Además el turismo moderno tiene otra gran cualidad, al abarcar los grandes rubros de turismo internacional y turismo nacional, aunque existen otras tantas subdivisiones, como imaginación tengan los habitantes de una comunidad y por supuesto, las autoridades encargadas de gobernar un país, una entidad federativa o un municipio.
Para tener una imagen del tamaño e importancia del sector turismo a nivel mundial, hay que ver el incremento en el número de viajeros internacionales: si en 1950 se contabilizaban 25 millones de turistas, para 1973, esta cifra ascendió a 190. Es en la década de los 80’s cuando el turismo se convierte en motor y promotor del desarrollo de muchos países en el mundo, hasta llegar a contar para el año de 2008 un total de 924 millones de viajeros. Francia (74) y España (55) son los países receptores de turismo mas importantes del mundo, en tanto Alemania, Reino Unido e Italia figuran entre los diez mayores polos turísticos con 100 millones de visitantes. Junto a EUA (52) y China (50) nuestro país México, se ubica en el lugar 10 de esta clasificación, con un total de 21 millones de visitas.
No podía ser de otra manera, considerando que México cuenta con enormes riquezas naturales, culturales, su gente, tradiciones, folclore, gastronomía, así como la frontera de más de 3 mil kilómetros con los EUA. Sin embargo México no figura, cuando se compara el gasto que realizan los turistas y en consecuencia, el ingreso que genera este sector para cada país. Nuevamente España, Francia e Italia son de los más beneficiados por el turismo mundial, aunque esta clasificación la encabezan los EUA, donde los ingresos por el turismo fueron de 100 mil millones de dólares, para 2007. El turismo en México apenas produjo ese año, 11 mil millones de dólares.
Queda para otra CARTA el detalle de las partes y las variedades que comprende este sector turismo, de enorme importancia mundial y que debería ser de vital necesidad para nuestro país, sin embargo, al menos en esta región sureña, parece que no hay nadie que gobierne pensando en esta conclusión, tan de sobrevivencia, tan obvia y lógica, como de inteligencia. Parece que el turismo en el estado de México se concentra en dos o tres lugares: Valle de Bravo, Teotihuacan, algunos pueblo Mágicos y otros “Encantados”, con tal de suplir con demagogia lo que requiere de empresarios audaces, infraestructura, experiencia, trabajo, mucho tiempo de aprendizaje, capacitación, recursos humanos. De nada sirve la simulación, los burócratas, los planes de estudio mal hechos, sin imaginación, sin calidad, sin responsabilidad y conocimiento verdadero.
Me ha tocado la mala fortuna de ser invitado a “cursos” que imparten “expertos” que vienen de la secretaria de Turismo estatal, incapaces de ordenar sus ideas o expresarse con claridad y buen español. Asistir a estas convocatorias solo sirve para ayudar a aprobar el expediente, exigido a los “políticos” (sobre todo en tiempos de campañas electoreras), porque los expositores ni saben ni pueden enseñar y únicamente hacen que se pierda el tiempo de gente valiosa, que realmente trabaja con el pensamiento, con su energía, con su dinero propio, como por ejemplo los buenos amigos del Balneario las Lomas en Luvianos, o del Restaurante Los Rancheros de Tejupilco, o las hermanas Garcia, quienes fundan una experiencia turística novedosa, el Campismo que organizan en Tejupilco y practican en Temascaltepec, en las instalaciones del Rancho El Arete. Y aunque no hay muchos empresarios que trabajen con una visión integral del turismo, a pesar de las trabas e impedimentos, la creciente inseguridad, el bajo nivel de ingresos de la población, la mala educación y la falta de ella, la nula promoción regional, las burocracias kafkaianas, si hay algunos que trabajan en un nuevo hotel en Temascaltepec, algún restaurante “decente” o una discoteca en Tejupilco, pero no son muchos,
Dejo al final el caso de una familia que siempre ha trabajado por y para el turismo en este Sur de México, en especial para Temascaltepec. Desde que conozco a Armando y Carmen, han tenido que enfrentar resistencias y obstáculos para hacer caminar sus muy buenas ideas. Como sucede ahora con la construcción de un teleférico, que vendría a redondear el proyecto integral turístico y de entretenimiento, en su desarrollo que le han llamado Sairutsa (Asturias al revés). Vale recordar aquí, que desde que supe de la existencia de Temascaltepec, hace más de 40 años, a través de la voz de mi Abuelo Pedro Garcia, quien se animó a invertir en este lugar, me decía emocionado que este poblado seria un polo de desarrollo, que habría una laguna enorme y como hongos brotarían palmeras borrachas de sol…Nada se ha hecho.
No había entonces otra forma de entender los viajes y expediciones, si no eran como una experiencia de conocimiento, aprendizaje y conquista. Incluso en las aciagas horas de la humanidad, durante la oscura edad media, les llamaron Cruzadas a las expediciones a medio oriente, en gigantescas tours organizadas por las casas reinantes de Francia, Bretaña o Germania. Así nacieron entonces, alrededor del siglo XVI los primeros vestigios de turismo, formalmente reconocidos, cuando la educación de la aristocracia inglesa se completaba, con viajes que duraban de 3 a 5 años por lo menos.
Hoy todo ha cambiado, pues el turismo ha evolucionado aceleradamente y de manera creativa, a partir de la década de los 70’s, en la medida que los transportes se popularizaron y abarataron sus costos. Cada vez que se fue dando cuenta el mundo global, que el turismo era una de las actividades mas productivas –le llaman industria sin chimeneas- de mayor impacto directo e indirecto, sobre el resto de la economía; tremendamente generadora de inercias educativas y sociales; en la organización y desarrollo de inversiones físicas y complementarias, que producen derramas económicas, para empleos calificados, semi calificados, sin calificación e informales. Además el turismo moderno tiene otra gran cualidad, al abarcar los grandes rubros de turismo internacional y turismo nacional, aunque existen otras tantas subdivisiones, como imaginación tengan los habitantes de una comunidad y por supuesto, las autoridades encargadas de gobernar un país, una entidad federativa o un municipio.
Para tener una imagen del tamaño e importancia del sector turismo a nivel mundial, hay que ver el incremento en el número de viajeros internacionales: si en 1950 se contabilizaban 25 millones de turistas, para 1973, esta cifra ascendió a 190. Es en la década de los 80’s cuando el turismo se convierte en motor y promotor del desarrollo de muchos países en el mundo, hasta llegar a contar para el año de 2008 un total de 924 millones de viajeros. Francia (74) y España (55) son los países receptores de turismo mas importantes del mundo, en tanto Alemania, Reino Unido e Italia figuran entre los diez mayores polos turísticos con 100 millones de visitantes. Junto a EUA (52) y China (50) nuestro país México, se ubica en el lugar 10 de esta clasificación, con un total de 21 millones de visitas.
No podía ser de otra manera, considerando que México cuenta con enormes riquezas naturales, culturales, su gente, tradiciones, folclore, gastronomía, así como la frontera de más de 3 mil kilómetros con los EUA. Sin embargo México no figura, cuando se compara el gasto que realizan los turistas y en consecuencia, el ingreso que genera este sector para cada país. Nuevamente España, Francia e Italia son de los más beneficiados por el turismo mundial, aunque esta clasificación la encabezan los EUA, donde los ingresos por el turismo fueron de 100 mil millones de dólares, para 2007. El turismo en México apenas produjo ese año, 11 mil millones de dólares.
Queda para otra CARTA el detalle de las partes y las variedades que comprende este sector turismo, de enorme importancia mundial y que debería ser de vital necesidad para nuestro país, sin embargo, al menos en esta región sureña, parece que no hay nadie que gobierne pensando en esta conclusión, tan de sobrevivencia, tan obvia y lógica, como de inteligencia. Parece que el turismo en el estado de México se concentra en dos o tres lugares: Valle de Bravo, Teotihuacan, algunos pueblo Mágicos y otros “Encantados”, con tal de suplir con demagogia lo que requiere de empresarios audaces, infraestructura, experiencia, trabajo, mucho tiempo de aprendizaje, capacitación, recursos humanos. De nada sirve la simulación, los burócratas, los planes de estudio mal hechos, sin imaginación, sin calidad, sin responsabilidad y conocimiento verdadero.
Me ha tocado la mala fortuna de ser invitado a “cursos” que imparten “expertos” que vienen de la secretaria de Turismo estatal, incapaces de ordenar sus ideas o expresarse con claridad y buen español. Asistir a estas convocatorias solo sirve para ayudar a aprobar el expediente, exigido a los “políticos” (sobre todo en tiempos de campañas electoreras), porque los expositores ni saben ni pueden enseñar y únicamente hacen que se pierda el tiempo de gente valiosa, que realmente trabaja con el pensamiento, con su energía, con su dinero propio, como por ejemplo los buenos amigos del Balneario las Lomas en Luvianos, o del Restaurante Los Rancheros de Tejupilco, o las hermanas Garcia, quienes fundan una experiencia turística novedosa, el Campismo que organizan en Tejupilco y practican en Temascaltepec, en las instalaciones del Rancho El Arete. Y aunque no hay muchos empresarios que trabajen con una visión integral del turismo, a pesar de las trabas e impedimentos, la creciente inseguridad, el bajo nivel de ingresos de la población, la mala educación y la falta de ella, la nula promoción regional, las burocracias kafkaianas, si hay algunos que trabajan en un nuevo hotel en Temascaltepec, algún restaurante “decente” o una discoteca en Tejupilco, pero no son muchos,
Dejo al final el caso de una familia que siempre ha trabajado por y para el turismo en este Sur de México, en especial para Temascaltepec. Desde que conozco a Armando y Carmen, han tenido que enfrentar resistencias y obstáculos para hacer caminar sus muy buenas ideas. Como sucede ahora con la construcción de un teleférico, que vendría a redondear el proyecto integral turístico y de entretenimiento, en su desarrollo que le han llamado Sairutsa (Asturias al revés). Vale recordar aquí, que desde que supe de la existencia de Temascaltepec, hace más de 40 años, a través de la voz de mi Abuelo Pedro Garcia, quien se animó a invertir en este lugar, me decía emocionado que este poblado seria un polo de desarrollo, que habría una laguna enorme y como hongos brotarían palmeras borrachas de sol…Nada se ha hecho.
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