“Del desastre educativo hay dos grandes responsables hoy: el catolicismo y la televisión. La forma en que ambas educan diariamente al mexicano lo vuelven impotente, alguien que se burla de sí mismo, un medio-ser incapaz de tener sexo placentero o de pensar por sí mismo, un idiota emocional, orientado al pasado, es decir, atemorizado. El mexicano tiene miedo de su fuerza; la condena. En el pasado fue castigado por intentar usarla; hoy se castiga él mismo. Y cuando alguien o algo llama a hacer un cambio drástico todos lo sofocamos para evitar el “castigo”, el cambio es visto como una amenaza. Queremos “seguridad”, es decir, que todo nos resulte “familiar”. Eso es lo que el PRI nos da: lo ya conocido. Si algo cambia, el mexicano siente que su mundo se va a acabar. Por eso es conservador”
Es Heriberto Yépez, una de las pocas inteligencias literarias poderosas con que cuenta nuestro país. Critico mordaz. Irreverente provocador. Pesimista desnutrido del corazón. Sin embargo Heriberto es certero, cuando afirma de manera contundente que la psicología profunda ha florecido, sobre otras ciencias sociales. La psicología que retrata el inconsciente, que explica la voluntad del sujeto. El análisis de los deseos que disparan los resortes de irrupciones inesperadas, manifestadas en lapsus, sueños o en actos fallidos. Como fue el caso de la pasada exhibición del candidato del PRI en la FIL de Guadalajara, en donde Enrique Peña Nieto quedo encuerado, frente al electorado y la ciudadanía en general.
“… Peña Nieto (EPN) inició hablando de la Biblia… que lo ‘marcaron pasajes’. No dijo cuáles. Por un lapsus posterior sabemos que uno de ellos fue la mortal traición de Caín contra Abel” (los hermanos). “Luego atribuyó ‘La silla del águila’ a Krauze. Peña Nieto cambió al autor real por Enrique Krauze” (su homónimo), tal como sucede en la novela de Carlos Fuentes, quien altera el año 1994 por 2020, el TLC por una represalia de USA, y para narrar cómo Carlos Salinas mató a Colosio, les da otro nombre. “Lo de EPN fue un largo lapsus freudiano en que al improvisar asociaciones se filtraron contenidos de su inconsciente y pensamiento privado. Sus errores revelan”
“Luego no pudo recordar el título de un libro de Krauze –‘La presidencia imperial’- y su ‘antítesis’ (‘Las grandes mentiras de Krauze’ de Manuel López Gallo), y dijo frases como ‘el nombre del título de este libro’ y ‘las mentiras sobre el libro de este libro’ que no son mera estupidez sino señales de que ocurrían desplazamientos inconscientes en su discurso. Ya muy dentro del lapsus mencionó ‘La hija pródiga’ y ‘Caín y Abel’-‘Kane y Abel’ (2001) es el nombre correcto- y ya no pudo titular al otro libro de esta trilogía de Jeffrey Archer”. Resulta que “La hija pródiga (1984)” trata la vida de la hija de Abel, Florentina Kane, hasta ser electa presidenta, y Richard Kane, un hombre guapo, de buena cuna y decidido a llegar a la cima. Un caso paradigmático de autoproyección de Peña Nieto, donde un inconsciente “deschavetado”, se impone a una conciencia, cuya voluntad y firmeza no existe.
Del mismo autor son “La carrera hacia el poder” y “El impostor” (sobre un hombre al que se culpa de un asesinato). Recuerdos que se agolpan en EPN. Best Sellers de conspiración, adversidad, constancia y ambición, de los que el ya desmadejado Peña Nieto siguió hablando como muñeco de ventrílocuo. Luego Enrique revelo que otra lectura –de la que no recordó el nombre del autor (el Padre de la obra)- es “La inoportuna muerte del presidente” (de Alfredo Acle Tomasini). Sobre la muerte de un presidente mexicano y la maquiavélica sucesión.
Y abundo con un “otro que le gustó mucho también” es (sin nombrar: “El seductor de la patria” de Enrique Serna) “sobre este personaje polémico que fue Santa Anna (¡háganme favor!) y que hace de manera novelada”. Interesante la relación no-velada de Peña Nieto y Santa Anna.
De manera semejante al célebre caso del Dr. Schreber (1842-1911), con el que Sigmund Freud inaugura una forma de análisis basada en la palabra escrita, para dar con el análisis y los síntomas de la paranoia (el Dr. Daniel Schreber quien llego a ser Presidente de la Sala de la Corte en Dresden, publica sus memorias en las que expone de manera detallada las formas de sus delirios, en los que es perseguido porque su nervios atraen a Dios, desea convertirse en mujer y piensa que su médico psiquiatra pretende hipnotizarlo para controlarlo) Así se puede ver que Peña Nieto, el inconsciente del Candidato del PRI, hablo velada o no-veladamente de muertes de presidentes o candidatos, escaladas de poder o intrigas siniestras. Son perfiles de personajes muy parecidos a él mismo y la estirpe que representa (CSG-Montiel). Y deja ver, por la cantidad de errores, la existencia de pensamientos privados que emergieron simbólicamente —vía omisiones, alusiones y confusiones— que fue la lucha subconsciente entre la represión y expresión de ese flujo, lo que provocó el lapsus en general.
¿Qué es lo que esta ocurriendo en la psique de Peña Nieto? Parece que la muerte, el parricidio, la traición y la ambición orbitan en la mente de este sujeto, de manera incesante. No es casual que hayan coincidido de manera casi simultánea, dos eventos traumáticos en la vida personal y política de Peña Nieto, uno después del otro: La Renuncia de Moreira como presidente del PRI (es decir Elba Esther Gordillo) y la exhibición vergonzosa de EPN, frente a los libros.
Descarrilada la alianza PRI-PANAL, cuarenta días después. Roto el vínculo Gordillo-EPN: porque Peña Nieto no supo y no pudo sostener sus compromisos, declaran en el partido de Elba Esther (¡bolas!) ¿Es únicamente simulación como dice Andrés Manuel? ¿La ruptura de la alianza entre PRI-PANAL, es un medicamento de “caballo”, para intentar revivir las posibilidades del muchacho de Atlacomulco? ¿O como dice Joaquín Sabina? “… y morirme contigo si me matas. Y matarme contigo si te mueres”
Valdría la pena citar nuevamente a Yépez con un aguijonazo, que es gozne que cierra el inicio de esta Carta: A la religión católica y la televisión hay que agregar que “La Maestra (Gordillo) simboliza a la mamá que castra y a la que el mexicano ama”
Es Heriberto Yépez, una de las pocas inteligencias literarias poderosas con que cuenta nuestro país. Critico mordaz. Irreverente provocador. Pesimista desnutrido del corazón. Sin embargo Heriberto es certero, cuando afirma de manera contundente que la psicología profunda ha florecido, sobre otras ciencias sociales. La psicología que retrata el inconsciente, que explica la voluntad del sujeto. El análisis de los deseos que disparan los resortes de irrupciones inesperadas, manifestadas en lapsus, sueños o en actos fallidos. Como fue el caso de la pasada exhibición del candidato del PRI en la FIL de Guadalajara, en donde Enrique Peña Nieto quedo encuerado, frente al electorado y la ciudadanía en general.
“… Peña Nieto (EPN) inició hablando de la Biblia… que lo ‘marcaron pasajes’. No dijo cuáles. Por un lapsus posterior sabemos que uno de ellos fue la mortal traición de Caín contra Abel” (los hermanos). “Luego atribuyó ‘La silla del águila’ a Krauze. Peña Nieto cambió al autor real por Enrique Krauze” (su homónimo), tal como sucede en la novela de Carlos Fuentes, quien altera el año 1994 por 2020, el TLC por una represalia de USA, y para narrar cómo Carlos Salinas mató a Colosio, les da otro nombre. “Lo de EPN fue un largo lapsus freudiano en que al improvisar asociaciones se filtraron contenidos de su inconsciente y pensamiento privado. Sus errores revelan”
“Luego no pudo recordar el título de un libro de Krauze –‘La presidencia imperial’- y su ‘antítesis’ (‘Las grandes mentiras de Krauze’ de Manuel López Gallo), y dijo frases como ‘el nombre del título de este libro’ y ‘las mentiras sobre el libro de este libro’ que no son mera estupidez sino señales de que ocurrían desplazamientos inconscientes en su discurso. Ya muy dentro del lapsus mencionó ‘La hija pródiga’ y ‘Caín y Abel’-‘Kane y Abel’ (2001) es el nombre correcto- y ya no pudo titular al otro libro de esta trilogía de Jeffrey Archer”. Resulta que “La hija pródiga (1984)” trata la vida de la hija de Abel, Florentina Kane, hasta ser electa presidenta, y Richard Kane, un hombre guapo, de buena cuna y decidido a llegar a la cima. Un caso paradigmático de autoproyección de Peña Nieto, donde un inconsciente “deschavetado”, se impone a una conciencia, cuya voluntad y firmeza no existe.
Del mismo autor son “La carrera hacia el poder” y “El impostor” (sobre un hombre al que se culpa de un asesinato). Recuerdos que se agolpan en EPN. Best Sellers de conspiración, adversidad, constancia y ambición, de los que el ya desmadejado Peña Nieto siguió hablando como muñeco de ventrílocuo. Luego Enrique revelo que otra lectura –de la que no recordó el nombre del autor (el Padre de la obra)- es “La inoportuna muerte del presidente” (de Alfredo Acle Tomasini). Sobre la muerte de un presidente mexicano y la maquiavélica sucesión.
Y abundo con un “otro que le gustó mucho también” es (sin nombrar: “El seductor de la patria” de Enrique Serna) “sobre este personaje polémico que fue Santa Anna (¡háganme favor!) y que hace de manera novelada”. Interesante la relación no-velada de Peña Nieto y Santa Anna.
De manera semejante al célebre caso del Dr. Schreber (1842-1911), con el que Sigmund Freud inaugura una forma de análisis basada en la palabra escrita, para dar con el análisis y los síntomas de la paranoia (el Dr. Daniel Schreber quien llego a ser Presidente de la Sala de la Corte en Dresden, publica sus memorias en las que expone de manera detallada las formas de sus delirios, en los que es perseguido porque su nervios atraen a Dios, desea convertirse en mujer y piensa que su médico psiquiatra pretende hipnotizarlo para controlarlo) Así se puede ver que Peña Nieto, el inconsciente del Candidato del PRI, hablo velada o no-veladamente de muertes de presidentes o candidatos, escaladas de poder o intrigas siniestras. Son perfiles de personajes muy parecidos a él mismo y la estirpe que representa (CSG-Montiel). Y deja ver, por la cantidad de errores, la existencia de pensamientos privados que emergieron simbólicamente —vía omisiones, alusiones y confusiones— que fue la lucha subconsciente entre la represión y expresión de ese flujo, lo que provocó el lapsus en general.
¿Qué es lo que esta ocurriendo en la psique de Peña Nieto? Parece que la muerte, el parricidio, la traición y la ambición orbitan en la mente de este sujeto, de manera incesante. No es casual que hayan coincidido de manera casi simultánea, dos eventos traumáticos en la vida personal y política de Peña Nieto, uno después del otro: La Renuncia de Moreira como presidente del PRI (es decir Elba Esther Gordillo) y la exhibición vergonzosa de EPN, frente a los libros.
Descarrilada la alianza PRI-PANAL, cuarenta días después. Roto el vínculo Gordillo-EPN: porque Peña Nieto no supo y no pudo sostener sus compromisos, declaran en el partido de Elba Esther (¡bolas!) ¿Es únicamente simulación como dice Andrés Manuel? ¿La ruptura de la alianza entre PRI-PANAL, es un medicamento de “caballo”, para intentar revivir las posibilidades del muchacho de Atlacomulco? ¿O como dice Joaquín Sabina? “… y morirme contigo si me matas. Y matarme contigo si te mueres”
Valdría la pena citar nuevamente a Yépez con un aguijonazo, que es gozne que cierra el inicio de esta Carta: A la religión católica y la televisión hay que agregar que “La Maestra (Gordillo) simboliza a la mamá que castra y a la que el mexicano ama”
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