Felipe Calderón esta
buscando inmunidad diplomática y protección política. Como Zedillo, vinculado
al asesinato de Luis Donaldo Colosio y donador de la Presidencia de México,
al retrogrado y conservador PAN, Ernesto es protegido actualmente en
universidades norteamericanas y en los buros corporativos de las grandes
empresas transnacionales que el mismo beneficio en México, favoreciendo la
adjudicación de contratos, como fue el caso de Procter and Gamble, Alcoa y Union Pacific,
esta última concesionaria de la compañía Ferrocarriles Nacionales de México.
Felipe Calderón esta buscando empleo en el imperio gringo, ante las demandas en
Cortes y Tribunales internacionales que le esperan, una vez que deje la
presidencia usurpada. Pero no va a ser fácil que los EUA lo acojan, porque son
demasiados los atropellos a las leyes internacionales, incluyendo el caso de
Florence Cassez, quien no ha podido ser remitida a su país, según los Tratados de Estrasburgo
suscritos por México y Francia, simplemente por la negativa de Felipe Calderón
y la protección que le brinda a su incondicional Genaro Garcia Luna, Secretario
de las Policías o como se llame.
Felipe Calderón es un
cobarde y lo sabe toda la gente que lo mira en su pequeñez. El sabe, a su vez
lo que ha hecho y es causante de muerte, ruina y devolución del poder al PRI. Calderón
le tiene mucho miedo al Ejercito Mexicano, al que uso, engaño y traicionó, lanzándolo
a una guerra por las rutas del narcotráfico, con el objetivo de arrebatárselas
al PRI, lo que desencadeno la horrible guerra que sufrimos diariamente. El PRI
ha ganado la guerra del narco y el Chapo Guzmán –comandante de los sicarios de
Calderón- caerá en cualquier momento, como símbolo de la pax del “nuevo” PRI.
Pero el ejército no perdonara que Felipe Calderón haya osado encarcelar a
cuatro Generales y un Teniente Coronel, que pactaban ya con el PRI el relevo de
mandos y la reorganización de la seguridad nacional. Felipe Calderón tiembla de
miedo ante la proximidad de la soledad política y del vacío de poder. Fecal no podrá
nunca deambular libremente por las calles del país que baño en sangre.
Es la desesperación
que ha llevado a Felipe Calderón a intentar pactar con el cuestionado Peña
Nieto inmunidad total, para el y sus familiares, a cambio de la compra de un
avión presidencial que brinde mayor seguridad al pretencioso nuevo inquilino de
los Pinos, aunque esto sea un Crimen de Estado. Pero tras el asesinato de
Colosio en 1994, se ha inaugurado los ajustes de cuentas y las advertencias públicas
al Presidente en turno, como lo prueban los casos de Martín Huerta, el mejor y único
amigo que le quedaba entonces a Vicente Fox. (Septiembre de 2005) y Secretario
de Seguridad Publica en funciones, al momento de su deceso. Luego han sido los
sonados casos de Camilo Mouriño, el confidente y attaché de Calderón, cuyo avión
se precipito a escasos metros de la residencia oficial del presidente de México,
a quien servia como Secretario de Gobernación, ocasionando también la muerte
del Zar antidrogas de nuestro país, Santiago Vasconcelos (noviembre 2008).
Nuevamente la caída de otro aeroplano en noviembre de 2011, segó la vida del
secretario de Gobernación relevista, José Luis Blake Mora.
Los hechos son tan
evidentes que únicamente la manipulación y el miedo que conllevan, dan lugar a
especular con las hipótesis de fallas técnicas o humanas, sin entrar a discutir
las razones de la seguridad personal, ante los atentados que causan el terror.
Le ha tocado así el turno a Juan A. Hinojosa, uno de los “coyotes” mas cercanos
y consentidos de Enrique Peña Nieto. La caída del helicóptero de su propiedad
–en el que viajo innumerables veces EPN- que lo transportaba, se une a los
“accidentes” en la zona del estado de México colindante a Toluca la capital, escenario
de otras muertes significativas, como la del empresario de comunicaciones y
comercio Moisés Saba, accionista de TV Azteca.
Solo así se explica el
anuncio de la compra de un avión presidencial, que costara la fabulosa cantidad
de 750 millones de dólares y que llevo al periodista Ricardo Rocha a escribir
el siguiente artículo que a continuación sintetizo. No hay que olvidar, sin
embargo, que el verdadero juez de Calderón, es el pueblo de México. Los más de
44 mil empleados de la ClyFC ,
arrojados a la calle, los 8,000 empleados de Mexicana de Aviación,
desempleados. Las familias de más de 70 mil asesinados y 20 mil desaparecidos…
“Si se produce la
compra de un nuevo avión presidencial a un costo de 750 millones de dólares,
será el peor robo a la nación de todos los tiempos. Nada hay que pueda
justificar un gasto tan monstruoso de nueve mil 800 millones de pesos… Además,
los argumentos del señor Poiré y la
Sedena son tan irracionales como ridículos: que urge por la
“seguridad nacional y del Presidente”; que será un Boeing 787 cuyo precio
original es de 190 millones de dólares, pero al que durante tres años le harán
“algunas adaptaciones” para entregarlo en 2015 con un incremento a 750 millones
de dólares. ¿No es verdaderamente demencial?.. si es tan urgente, por qué no
venden la actual flota presidencial de 15 aviones y compran, pero ya, un par de
naves eficientes a no más de 100 millones de dólares por unidad y para uso
inmediato.
A ver: el avión más
famoso, espectacular y completo del mundo, el celebérrimo Air Force One, que
utiliza el presidente de Estados Unidos —con todo y su sofisticadísimo
equipamiento que hemos visto en las películas— está valuado en 350 millones de
dólares, ¡menos de la mitad de lo que costará el avión mexicano! ¿No es un
dispendio aberrante en un país con 60 millones de pobres?
Si alguien cree que
exagero, aquí algunos datos comparativos: El avión comercial más lujoso que
existe es el Airbus A-380 VIP Playing Palace, de Singapore Airlines para 300
pasajeros, que cuenta con cuatro suites con cama king size. Está valuado en 220
millones de dólares; le siguen los Airbus A-330 de Air China -cuentan con bar,
salas de estar y otras monerías- cada aparato cuesta 180 millones de dólares y
transporta 250 pasajeros. En lo que hace
a jefes de Estado —aparte del ya comentado Air Force One— el campeón es el avioncejo
del sultán de Brunei… pues su artilugio aéreo es un Airbus A-340 para 300
pasajeros, cuyo costo inicial era de 230 millones de dólares y mandó hacerle
algunos trabajitos como alfombras persas, incrustaciones de piedras preciosas,
jacuzzis y baños con llaves de oro…a un costo adicional de otros 200 millones
de dólares, para un total de 430 millones. Ahora, para entripado del señor
Sultán, su palacio volante parecerá un aeroplano de interés social —casi un
Flecha Roja con alas— frente al avionzazo presidencial mexicano, de casi el
doble de valor.
Más aún: Carlos Slim,
el hombre más rico del mundo, NO tiene avión privado, utiliza el mismo de 10
pasajeros que sus ejecutivos de Carso…Bill Gates (otro ricote) usa un
Bombardier BD 700 de 45 millones de dólares; el mítico Donald Trump vuela en un
avión de 100 millones de dólares; el avión privado del multibillonario saudita,
príncipe Alwaleed Bin Talal, un gigantesco Airbus 380, costó originalmente 319
millones de dólares, pero como lo bañó de oro y otras cositas, su precio
aumentó 60 millones más, a 379 millones de dólares. (Por supuesto que no hay
que olvidar a Andrés Manuel López Obrador, esperando en las salas de los
aeropuertos, un lugar en los vuelos comerciales necesarios).
Pues todos ellos
parecerán indigentes ante el surgimiento del nuevo, deslumbrante e indignante
avión presidencial de esta dolorida nación. El más dramático ejemplo de nuestro
subdesarrollo. Un insulto a los 30 millones de hambrientos, ocho millones de
“ninis”, tres millones de desempleados y 14 millones de informales. Estamos,
por lo tanto, frente a un crimen de Estado”
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