A la memoria de María
de las Heras
Uno de los espíritus que animan
estas Cartas, es el reconocimiento al carácter de las personas ejemplares.
Desafortunadamente el que esperaba para María de las Heras, se fue rezagando en
el cúmulo de trabajos pendientes. La sucesión de noticias y la oportunidad e
importancia relativa de la actividad publica, no dejaban espacio disponible
para analizar el papel que desempeñaron las malhadadas encuestas, en el proceso
electoral que ha dado un inacabado triunfo, además de inmoral e ilegitimo al
candidato del PRI.
No conocí personalmente a María
de las Heras, pero lo que supe de ella basta para reconocer a una mujer
profesional, talentosa y valiente. Aunque empecé a escuchar de sus trabajos
sobre demoscopía desde hace muchos años, la verdad es que le preste atención a
su trayectoria, tras la salida
renunciada al diario Milenio, que coincidió con el auge propagandístico de los
estudios de opinión y encuestas sociales, como instrumento de manipulación
informativa.
María no aceptó el intento editorial
para comprometerla con Liébano Sanz, el infausto aquel que salio a dar la
noticia de la muerte de Colosio en Lomas Taurinas, vocero y jefe de información
del PRI en el fatídico 1994 y attaché de Zedillo durante todo su sexenio. El propósito
era muy claro, asociar el profesionalismo y excelencia de los estudios de María
de las Heras con las artimañas y preocupaciones electoreras de Liébano. María
no se presto y decidió abandonar ese diario, que tanto ha dañado la salud pública
y la opinión política de la sociedad mexicana.
Después fue ver a María de las
Heras en un programa que se transmitió en el canal 4 de Televisa, en compañía
de Roy Campos, uno mas de los tecnócratas que han hecho de las encuestas un
engaño vil. Me gustaba ver el programa conducido por Elisa Alanis, por el buen
humor combinado de María de las Heras con la simpatía de la conductora y la
torpeza abulica del santo señor.
Pero donde puse realmente atención a De las Heras y su empresa Demotecnia fue en el actual proceso electoral. Es cuando María de las Heras empezó a hacerse notar de muchas maneras. Salió del aire su programa en Televisa y empezaron a saberse las notorias diferencias entre los resultados que arrojaban los trabajos de María de las Heras, con las cifras que difundían prácticamente todos sus contrincantes, de voz meliflua y nariz respingada, mirando al cielo en señal de profundo desprecio a la sociedad, afirmando categóricamente que el ignorante Peña Nieto “ya había ganado” pues las ventajas de 20 o mas puntos que le atribuían previamente al acto electoral, era suficiente para quizás, cancelar el rito del sufragio efectivo.
Pero donde puse realmente atención a De las Heras y su empresa Demotecnia fue en el actual proceso electoral. Es cuando María de las Heras empezó a hacerse notar de muchas maneras. Salió del aire su programa en Televisa y empezaron a saberse las notorias diferencias entre los resultados que arrojaban los trabajos de María de las Heras, con las cifras que difundían prácticamente todos sus contrincantes, de voz meliflua y nariz respingada, mirando al cielo en señal de profundo desprecio a la sociedad, afirmando categóricamente que el ignorante Peña Nieto “ya había ganado” pues las ventajas de 20 o mas puntos que le atribuían previamente al acto electoral, era suficiente para quizás, cancelar el rito del sufragio efectivo.
Me tocó vivir un episodio
singular en la Librería
de Tejupilco, cuando un hombre entrado en años, intento discutir la seguridad
triunfal de Peña Nieto y ante las razones que esgrimía este escribidor, desencajado
el orador rival, cuando estaba vencido el proselitista gratuito, como ultimo
recurso intentó el argumento ¿Qué no ve la televisión que dice que las encuestas… etc.? En cambio María
hablaba de una realidad muy distinta, que los resultados contados demostró casi
con exactitud, la validez de sus predicciones. Ya enferma, la que fuera pareja de Cesar Augusto Santiago -un gran exponente del PRI- aceptó una
entrevista que pasa ser un testimonio histórico, por Zorayda Gallegos, publicada en la Revista Emeequis y que se
titula “El Cartel de las Encuestadoras”
“Ahora sí, su show ya valió
gorro”, sintetiza María de las Heras su ofuscación con una buena parte de su
gremio. Gesticula, extiende las palmas de las manos, casi implora que le
expliquen lo que para ella, directora de Demotecnia, es inexplicable: por qué
razón seis encuestadoras bombardearon a los ciudadanos –a través de radio,
prensa, televisión e Internet con resultados que sistemáticamente sobrestimaban
las preferencias por el candidato presidencial del PRI. María de las Heras ya
lo había advertido desde 2010: en las encuestas se había conformado una cargada
de firmas que tendía a otorgarle al PRI preferencias mayores que las que
obtenía en las votaciones finales. “Volvieron a utilizar el sistema que ya les
había fallado. Por qué no cambiaron. Hicieron lo mismo. ¡Eso no se vale!”
La difusión de encuestas durante
la campaña se convirtió en una poderosa herramienta política. La avalancha de
números de enero a junio exhibió una constante: la mayoría de las encuestadoras
situaba a Peña Neto en un lugar inalcanzable, lejos, imbatible. De nada
valieron los continuados fracasos y la estupidez natural de este pobre diablo
(la ignorancia, la hija, el #Yo Soy 132: nada). El verdadero mensaje que mostraban estas
encuestas era la intención manifiesta para desacreditar la inteligencia de la
sociedad mexicana. Ayuntar al ciudadano con el papel que le otorgo la
“comicidad” de Televisa en las transmisiones olímpicas: seres alcohólicos, frustrados,
mal educados, estúpidos…
Los nombres de estas meretrices
de la estadística aplicada son: Parametría, GEA/ISA, Consulta Mitofsky, Buendía
& Laredo, Ulises Beltrán y Con Estadística. Son los recintos en que habita
un Goebbels adorado y que crearon con sus mentiras aritméticas “la idea de que
la elección ya estaba decidida, que era inevitable que ganara Peña”. Todas
ellas aprovechaban su asociación con medios de comunicación para repetir (se
calcula un promedio mínimo de 20 menciones diarias favoreciendo a Peña Nieto
con los resultados que daban la sensación de inevitabilidad de su triunfo sobre
el electorado cautivo) incansablemente sus resultados. Lo hacían en el diario
Milenio y Milenio TV, Televisa, Tele y Radio Fórmula, Cadenatres, Radio Imagen,
Excélsior, El Sol de México y más de 60 diarios de su cadena, y El Universal.
Todas engañaron al pueblo deliberadamente. Todas y todos los medios aun mantienen
el cerco, continúa constante el proceso de
usurpación y de imposición de Peña Nieto. Saben bien que no ha concluido
el asalto.
El anuncio del TRIFE ordenando el
retiro del mensaje EXPO FRAUDE, aunado al abierto enfrentamiento publico entre
J. Vargas de MVS y el poder del Gobierno Federal -en la rebatinga por las
extensiones en los espacios de comunicación en el futuro inmediato- son caras
de la misma moneda, son la guerra por conquistar los medios de comunicación,
para detentar el poder político.
Nada contrario a la recta razón y
al principio natural de un estado político. El gobierno demagógico yuxtapuesto
al principio democrático, encaramado. María de las Heras no solo no se prestó,
sino su calidad moral la convirtió en la única voz en el desierto nacional
mexicano, que alertó esta perversión y disfruto de saber que la realidad le concedió
la razón, de que los enanos demoscópicos quedaron exhibidos como auténticos
estafadores. Su temprana muerte nos priva como sociedad, de una profesional
ejemplar, una ciudadana en verdad y una persona admirable. Descanse en paz, María de las Heras.
No comments:
Post a Comment