"Si
la divinidad dispusiera que esta noche terminara el narcotráfico en México,
mañana estaríamos muriéndonos de hambre. O casi." Escribió en abril de
2010 el Maestro J. Zabludovsky. Porque los desarrollos inmobiliarios en las
costas y litorales en toda la república, los enormes edificios que se
construyen en Bosques de las Lomas, las campañas políticas, instituciones
educativas de élite, los paraísos turísticos peninsulares, todo se financia a
través de los inmensos flujos de dinero, provenientes del tráfico de drogas.
Es
un hecho y hay que afrontarlo abiertamente. La fuente a la que se refiere
Zabludovsky es un informe dado a conocer
por la consultora Stratford, en el que se afirma que cada año, ingresan a la
economía mexicana alrededor de 40.000 millones de dólares, por el negocio de
las drogas. Para tener algún elemento de comparación, en 2009 los ingresos de
México por concepto de remesas fueron de 21 mil millones de dólares; los
ingresos por concepto de turismo fueron de 11 mil millones; los ingresos por
petróleo sumaron poco más de 30 mil millones de dólares; la inversión
extranjera directa fue de 11.5 miles de
millones de dólares. La comparación resulta casi increíble, algo así como 75
mil millones de dólares de divisas formalmente contabilizadas, contra los 40
mil millones de dólares criminales, que según otras fuentes superan los 90 mil
millones al año. Es decir, que el impacto macroeconómico del narcotráfico en México,
significa del 55% al 120% de todos los flujos financieros que recibe la
economía nacional.
Más
reciente y con mucha mayor profundidad, Roberto Saviano desnuda la historia, el
desarrollo, el peso especifico en la economía diaria, en la sociedad, pero ante
todo, el significado político nacional e internacional que representa el
narcotráfico en México. Pero ¿quién es Roberto Saviano? (1979), es un
periodista y escritor italiano. Es calificado por Umberto Eco como héroe
nacional. A Saviano le fascina que los periodistas se refieran a él como
escritor y que los escritores hablen de él como periodista. Estudió filosofía
moderna en la Universidad de Nápoles y saltó a la fama en 2006 con la
publicación de Gomorra, en el que describe los negocios de la Camorra. La gran
repercusión del libro —con más de un veinte millones de copias vendidas—
provocó una reapertura del debate sobre el crimen organizado en Italia y le
valió a Saviano amenazas de muerte. El caso es que Saviano cuenta historias y
de manera descarnada habla de la realidad económica y territorial de la Camorra
en Italia y del crimen organizado a escala mundial, pero se detiene en México,
donde los cárteles de la droga son algo así como los campeones del mundo.
Y
el estado de México, por la ubicación geográfica, por el peso económico nacional,
por la densidad demográfica, por ser ruta de paso, pero ante todo por la
importancia política que representa actualmente, en este sexenio, sin duda “juega en grandes ligas” en el mundo del narcotráfico.
Y el sur del estado de México, por la vecindad con Michoacán y Guerrero, por la
ubicación estratégica del municipio de Luvianos, por el valor económico, bajo
costo, demanda en el mercado de la heroína café o “brown sugar”, por ser paso
natural del tránsito de la Tierra Caliente hacia la frontera norte con los EUA,
es actor protagónico, o debe de ser así. Urge que los habitantes de los municipios
sureños del estado de México estén informados, tomar consciencia, organizar la
sociedad, participar políticamente de otras maneras –solidaria y libremente-,
para poder convivir con un emporio comercial y financiero que es el presente y
que se encuentra únicamente por debajo del negocio del armamento en todo el
mundo, por encima del valor del mercado del petróleo y que se reproduce todos
los días y que su horizonte y tamaño parece no tener límites, ni finitud.
Ensayar
este trabajo me provoca sentimientos encontrados. Hay una constante que mueve
fibras de preocupación, pero gana en mí el placer de desvelar conceptos que
podrían ser la llave que abra puertas para transitar en esta región a otros niveles
de mayor bienestar. Todo depende del ejercicio de la política en la región. Me
refiero a la participación organizada de la sociedad, y a la honesta y vigilada
respuesta de los encargados de ejercer los gobiernos, para los que habrán de
ser designados, de hoy en adelante. De lo contrario, como ocurre ahora, se
generan graves vacios de poder, se desplaza la autoridad real, la que se
construye con la fuerza de los votos y la aplicación de la ley, y se cede ante
organizaciones que mejor estarían operando exclusivamente en el tráfico de los
estupefacientes, que demanda con urgencia el consumidor, en el insaciable
mercado de los Estados Unidos de Norteamérica.
Resultan
muy interesantes las preguntas que se formula Roberto Saviano, en la gala de la
presentación de su nuevo libro CeroCeroCero (así le llaman a la cocaína de
mayor pureza) respecto a la captura o entrega de Joaquín el Chapo Guzmán, a
quien no duda en llamar, el Steve Jobs del mundo del narco: por su visión de
los espacios de mercado, nichos desconocidos para otros, inteligencia y frio
calculo empresarial. Porque si algo ha caracterizado al “Chapo” es la
consciencia de su tiempo, la comprensión perfecta de las formas de gobierno,
los principios que existen para el ejercicio del poder, las diferencias esenciales
entre México y los EUA.
Que
la democracia es corrupción, el que piense lo contrario es ingenuo. Todos son
corruptibles, basta encontrar el punto de quiebre. Paga y se te dará. Si en
una República, un militar recibe una propuesta de dinero a cambio de un favor
ilegal, responde “¿que soy puta?” y procede a impartir justicia. En cambio, en las
democracias y peor en la mexicana estructurada como una figura universal, donde
el imperio de la igualdad, la preeminencia del número sobre las demás virtudes
o cualidades, la corrupción ha escalado
a lo más alto, lo más perverso, en comparación con las democracias europeas, o
donde el concepto de ciudadanía esta acotado por restricciones lógicas y
naturales.
La
corrupción imperante en México, aunado al talento del Chapo Guzmán, como antes
lo fue su pariente Félix Gallardo, lo mismo cohechan la “erección” de un
municipio como Luvianos, en el sur del estado de México, que pactan con los
colombianos, cuando aun jefaturaba Pablo Escobar, el pago por el trasiego de la
cocaína, no en billetes fácilmente devaluables, ni en oro siempre sujeto a la
especulación y el hurto, sino en materia prima, en cocaína pura, que convirtió
a los carteles mexicanos, en los más poderosos de la región latinoamericana y,
en esta coyuntura internacional -globalizada, polarizada- de todo el mundo.
Luvianos fue “inventado” (Montiel Gobernador mediante) el 1 de enero de 2002 con seis policías, como triangulo de tránsito, patio de comercio
con Michoacán y Guerrero, ruta natural de tránsito de Sinaloa hacia el sur y
viceversa.
Si
la liberación, hace unos meses, de Rafael Caro Quintero, puede ser leída –dice
Saviano- como algo peor que si hubiera ocurrido un golpe de Estado en México,
la captura del “Chapo” puede entenderse como una entrega a cambio, un tributo,
una tregua, un escarmiento por el “Mayo”, Esparragoza o las nuevas
generaciones, ansiosas de tomar el control del emporio. Parece una escena de la
cinta “El Padrino”, una bofetada en pleno rostro a los dos gobiernos, el de
México y el de los EUA: fue algo así como si los narcos le hubieran dicho a
Peña Nieto “hazte a un lado. Esta lucha es entre nosotros y Estados
Unidos”. Su liberación mandó un poderosísimo
mensaje al gobierno de Obama. ¿Cuál es el mensaje? Es claro, contundente:
“Vieron, Caro Quintero ordenó la tortura y muerte de Enrique Kiki Camarena (el
agente de la DEA) y ahora está libre”…
Porque
si en verdad El Chapo Guzmán se arrepiente y está dispuesto a hablar, el
gobierno de México tendrá que ir a fondo y desentrañar las relaciones del
narcotráfico con los políticos; investigar el dinero que llega a los grandes
partidos políticos por parte del narcotráfico. De todo esto se sabe hoy
poquísimo. Para ello, dice el mismo Saviano, es necesario tejer toda una estructura nueva, porque
jueces con ganas de ir a fondo hay pocos, policías con coraje y valor hay
pocos, están solos… se debe entonces emprender una revolución judicial que le
permita a la ley indagar en la política, para que nunca más ocurran otra vez,
casos como el de Monex, Soriana, Televisa.
Se
vislumbra un futuro negro, pero hay que tener el valor de decirlo. “México es
un país joven que cuenta mucho en la manija del desarrollo del país más
poderoso del mundo: Estados Unidos. Ésta es una buena oportunidad para cambiar
la historia… Quien no conoce hoy México no puede entender el mundo actual.
Suena crudo, pero es así. Hoy México es el centro del Mundo.” Y por extensión,
el estado de México también.
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